Crear y modificar hábitos para reducir el desperdicio de alimentos

16 de Octubre - Día Mundial de la Alimentación

Alimentación no es solo la forma en que comemos, sino también cómo se realizan las compras, cómo se calculan las porciones y qué hacemos con lo que sobra. La dimensión del desperdicio de alimentos en nuestro país es alarmante: más de 87 millones de platos de comida por día se desechan, lo que equivale a 16 millones de toneladas de alimento por año, según cifras del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Estos números son mucho más que indicadores, son la prueba visible de que todos los actores tenemos que llevar adelante acciones que trasciendan las buenas intenciones. En esta tarea, la producción y el consumo no pueden ser asuntos aislados. Por eso, desde Unilever, como una de las mayores compañías de alimentos del mundo, reconocemos el papel que tenemos que desempeñar para ayudar a rediseñar el sistema alimentario mundial.

No es casual que hace tan solo unas semanas la Argentina se haya transformado en el primer país del mundo en contar con un día para concientizar sobre la temática de la pérdida y desperdicio de alimentos. Este hito fue el resultado del trabajo que venimos realizando desde 2016 junto a FAO, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y Carrefour. Es un logro que puede parecer simbólico, pero en los hechos representa una oportunidad para poder contagiar a más personas y organizaciones, seguir visibilizando la problemática y ofrecer soluciones.

Además, como parte de estas acciones en conjunto, lanzamos la campaña #AlimentáBuenosHábitos que busca brindar herramientas para contribuir con la reducción del desperdicio durante la compra, el consumo, la conservación y la reutilización de los alimentos.

Crear y modificar hábitos es un desafío que todos los días nos propone nuevos retos, nos obliga a pensar cómo ser mejores. Como compañía asumimos un rol activo, estamos comprometidos con la causa y sabemos que tenemos una responsabilidad enorme hacia los ciudadanos. En un estudio que realizamos junto a la consultora OH! Panel para poder llevar adelante esta campaña, descubrimos que el 94% de los encuestados considera que las empresas tenemos un rol relevante en la difusión de medidas para reducir los desperdicios de comida. No hay espacio para mirar para otro lado, tenemos que tomar el guante. Además de las campañas de concientización, también nos enfocamos en activar el consumo responsable a través de nuestras marcas.

A su vez, en nuestros procesos productivos adoptamos acciones avaladas por cinco compromisos que abordan el sistema alimentario en forma integral. Uno estos compromisos es reducir el desperdicio de alimentos en toda la cadena de valor y se inicia desde el primer eslabón, nuestros productores. Ellos trabajan bajo las normas del Código de Agricultura Sustentable de Unilever que permite el uso eficiente de los recursos y cuidado del medioambiente, respetando el calendario de siembra.

 Todos formamos parte del rediseño del sistema global de alimentos para que sea productivo, sostenible y responda a las necesidades nutricionales de la población. Así como la pérdida de alimentos es un problema global con enfoques e implicancias diversas, debemos estar alertas, activos y transformarnos en actores de cambio. Ninguna persona está exenta del compromiso que debemos asumir. Es un acuerdo tácito de responsabilidad compartida que genera un resultado de triple impacto: aumenta la seguridad alimentaria; nos permite realizar un uso responsable de recursos hídricos, terrestres y climáticos y favorece la producción agropecuaria y la economía nacional.