Cómo tomar decisiones difíciles... o no tan difíciles

La vida que tenemos ahora difiere de la que tenían nuestros padres en unas cuantas cosas, pero una de ellas, una muy importante, es que en nuestro entorno tenemos mucha más información y muchas más opciones que las que tenían nuestros padres o nuestros abuelos.

Los cambios se suceden más rápidamente y las reglas que rigen nuestra vida, también. Si antiguamente sólo podías elegir entre dos canales de televisión, el tiempo destinado a la toma de decisiones era mucho más corto. Ahora elegimos entre cientos de canales, plataformas múltiples, servicios por internet, etc., etc., así que el tiempo destinado a la elección se multiplica.

Si antes eras de los afortunados que habían estudiado, te dedicabas a una profesión durante toda tu vida y posiblemente en la misma empresa. Ahora no sólo cambiamos varias veces de empresa, también cambiamos las funciones, las responsabilidades e incluso cambiamos de profesión.

Algunas de estas decisiones no las vivimos como transcendentales, pero otras sí. Existen decisiones difíciles porque sabemos que afectarán notablemente a nuestro futuro, por eso es útil conocer las recomendaciones de los expertos a la hora de tomar decisiones:

1. Identifica el resultado deseado: Piensa en tus objetivos, en tus metas y en tu propósito, independientemente de cuál sea tu dilema en este momento.
2. Identifica el problema: lo primero que debes hacer es identificar el problema que estás enfrentando. Asegúrate de que entiendes claramente cuál es el problema, sus consecuencias y las posibles soluciones.
3. Analiza tus opciones: después de identificar el problema, debes analizar todas las opciones posibles, con la mayor información disponible. Investiga, pregunta, habla con las personas que ya han pasado por situaciones parecida, etc. y haz una lista de las opciones que tienes, evaluando los pros y los contras de cada una.
4. Considera tus valores: tus valores personales pueden ayudarte a tomar una decisión. Asegúrate de considerar cómo se alinean tus opciones con tus valores personales.
5. Toma un descanso: si la decisión es especialmente difícil o estresante, tómate un tiempo para descansar y reflexionar. A veces, un poco de tiempo de inactividad puede ayudar a ver las cosas con más claridad.
6. Toma una decisión: después de haber considerado todas las opciones y la información disponible, toma una decisión. Si no estás seguro de qué decisión tomar, elige la opción que parece más alineada con tus valores personales y que te permita vivir con tranquilidad.
7. Comunica tu decisión: la decisión que tomes, sobre todo si tiene un grado de transcendencia alto, afectará a algunas personas de tu entorno. Sé claro con ellas para que puedan adaptarse a la nueva situación.

Recuerda que no hay una respuesta correcta o incorrecta en la toma de decisiones. En última instancia, debes elegir la opción que mejor se adapte a tu situación y te permita seguir adelante con confianza.

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