Carme Fenoll aboga por el uso de los datos para tener bibliotecas inteligentes
El pasado viernes, 11 de diciembre, tuve la oportunidad de participar en el VII Encuentro de Biblioteconomía y Documentación de Casa África, institución que se ubica en Las Palmas de Gran Canaria. La cita de este año se desarrolló bajo el título Cultura eterna: conservación e innovación.
Fue un honor y un placer compartir escenario con Roukiatou Bâ, hija del gran filósofo, antropólogo, escritor e historiador maliense Amadou Hampâté Bâ, considerado una de las personalidades más influyentes de África del siglo XX, asimismo es presidenta de la Fundación que lleva el nombre de su padre, con Ciro Llueca, director de la Biblioteca y Recursos de Aprendizaje de la Universitat Oberta de Catalunya y con Carme Fenoll directora del Servicio de Bibliotecas de la Generalitat de Cataluña.
Me interesó mucho la intervención de Carme Fenoll, sobre todo cuando habló de la iniciativa "Públics BIB" que de momento es una plataforma pero será el nuevo carnet cultural que sustituirá el actual carnet de las bibliotecas catalanas. Este documento centralizará ofertas y descuentos exclusivos de numerosas entidades culturales, y además permitirá aprovechar los datos de los ciudadanos:
"Se trata de aprovechar los datos de los ciudadanos, siempre con su consentimientos, para poder demostrarles que somos más útiles, que somos proactivos, que podemos ser inteligentes, como Amazon, pero sin rendimiento económico. Creo que las bibliotecas nos tenemos que abrir al frente cultural... Queremos tener aplicaciones y un mundo cultural más amplio."
Carme fue muy crítica con la actual ley de protección de datos y relató su empeño personal por optimizar el trabajo de las bibliotecas y ofrecer un mejor servicio al ciudadano:
"Los datos son de la propia institución y se albergan en servidores propios pero tenemos unas restricciones importantísimas, de hecho no podemos utilizar ningún dato por esta ley de protección de datos que creo que está anticuada y desfasada con respecto a los usos de la sociedad actual. Es tan surrealista el tema que perdemos hasta el historial del préstamos. No entiendo cómo no aprovechamos los datos para avanzar, para crear nuevas políticas de compras, para saber dónde fallamos o para saber lo que nunca se lleva la gente".
Carme Fenoll lleva más de un año trabajando con la asesoría jurídica de su institución para intentar hacerles ver esta nueva realidad:
"Como anécdota cuento que una vez un abogado me dijo que tal y como yo quería hacer las cosas podía ocurrir que una monja no querría sacar Las Cincuenta Sombras de Grey porque ese datos lo íbamos a utilizar, se hizo un silencio en la sala. Debemos confiar en nuestra buena praxis y en la ética profesional para anonimizar los datos. La administración pública no puede quedar fuera del proceso. Mantener nuestra neutralidad es básico pero también lo es innovar."
Por último, mi intervención giró alrededor de los Datos (Inteligencia Artificial), de Internet de las Cosas y la impresión 3D (de forma más amplia el movimiento Maker). Para finalizar puse varios ejemplos de bibliotecas públicas que han implementado o introducido estas tecnologías es sus espacios físicos.
Quiero dar las gracias de nuevo a Casa África por su invitación y, sobre todo, a Estefanía Calcines.