*ChatGPT, la Integridad y la Voluntad Humana*

 Por: Eduardo Jiménez.

#lamaneracomoloveo

 ChatGPT, la Integridad y la Voluntad Humana.

En esta ocasión tocaré un tema que ha generado debates en las redes sociales. Me esforzaré por no ir de las ramas sin dejar de lado lo esencial:

El arte, como lo conocemos, es un referente de belleza visto desde el lenguaje humano. Algo creado por un ser vivo que destaca por encima de lo normal. El arte tiene diferentes manifestaciones y modos de ser regido; quienes definen esa métrica son precisamente los que tienen la capacidad de crearla. Para el caso de la escritura, una persona común que toma la decisión de escribir textos complejos, puede avanzar, y evolucionar en el mundo literario, diligenciando la posición cumbre desde la cual pueda justificar su trabajo como obra de arte; hasta ese momento, muy subjetivo por cierto, ocurren eventos que transforman la meta de conseguir el grado de escritor. La persona aprende y evoluciona, fortalece la disciplina, se sacrifica y tanto su mundo como el mundo de otras personas, cambia de igual modo. Sin embargo, comparar a una persona que ha escrito historias y colocarle en el contexto de “escritor” es muy difícil. El grado de escritor se gana después de muchas interacciones y cambios que afectan de manera inevitable el universo del autor. Esto nos conduce a las preguntas: ¿Cuál es la métrica para considerar a una persona escritor o escritora? ¿Desde qué momento el que escribe puede llamarse a sí mismo “Escritor” o desde qué momento aquellos que leen esos trabajos, consideran a quien escribe, como tal?

Daré un salto pequeño yéndome a las comparaciones de las personas que escriben historias, versus escritores consagrados. Desde mi exclusivo punto de vista, no es posible comparar el trabajo de un nobel, como yo, con los trabajos de un R.R. Martin, ni de un Gabriel García Márquez, ni de otros tantos; por supuesto, dando por reconocido el talento que pudiera acompañar a todo ser humano, hay otras aristas que no son tan evidentes. Todos los escritores famosos tienen un equipo que hacen algún trabajo; por mencionar algunos: la corrección, tanto de estilo como gramatical, la presentación, la publicidad, etc. Si sumamos a ello la experiencia lograda al avanzar el tiempo, se puede concluir que es un camino complejo cuyo final nunca puede ser alcanzado; solo puede referenciarse contra muchas cosas igual de complejas como: las tendencias de momento, los estilos narrativos de moda, los nichos de mercado, etc.

La comparación anterior fue un mero ejemplo entre dos humanos que son incomparables, al menos desde las distancias de sus preparaciones, experiencia y oportunidades económicas. Ahora imaginemos un mundo como el que de manera primitiva ya estamos viviendo. Las inteligencias Artificiales han tomado el arte, artículos científicos, trabajos humanos en general y lo han llevado a otro nivel; por mucho, más alto que el de cualquier humano, por más avanzado que sea. No se puede hablar ni siquiera de comparación. Entonces, con el enfoque actual trataré de exponer un punto de vista muy particular, dejando a un lado el moralismo que, como muchos ya saben, es posible enmascarar con integridad vestido de cinismo, para lograr un objetivo no evidente y me centraré en aquellas líneas que tocan las emociones posibles de ver y no pueden enmascararse, como el orgullo y el ego.

En la actualidad es posible conseguir escritos muy interesantes; ideas, argumentos, opiniones, correcciones y presentaciones desarrolladas por Inteligencias Artificiales; sí, es posible. La persona común, que escribe, no los escritores famosos, se preguntan si en esta etapa de la humanidad se consumirá el arte o vamos a involucionar. ¿Tendremos a disposición muchos más recursos para adquirir conocimientos, pero estaremos más vacíos? ¿Nos convertiremos en seres controlables por no tener capacidad para discriminar entre lo que es correcto de lo que no? ¿O seremos seres guiados por lo que el sector poderoso o gobernadores del nuevo modelo de comunicación determinen?... Son interesantes preguntas, pero hay que volver al punto principal profundizando en la frase: “Los creadores de las leyes son los creadores de las trampas”. Materializando su significado comprenderemos, sin mucho esfuerzo, que no habrá donde ocultarse, así de sencillo. Cualquier persona podrá crear algo interesante, pero en este nuevo mundo no será necesario hacer énfasis en la integridad de la persona para el mérito de que su trabajo haya sido hecho por una IA y no por su propio esfuerzo y yo me pregunto: ¿Las plataformas virtuales, como Amazon, KDP, Google, tienen también I.A para desenmascarar el engaño? Ahora tocamos el ego y el orgullo y vemos que algo tan simple como pedirle a un algoritmo hacer nuestros trabajos, se puede convertir en un panteón de desméritos para aquellos que intenten encontrar una solución rápida, con el fin de llegar al éxito; como es el caso de las letras, que aunque es un oficio desgastante, tambien es emocionante; porque es un recorrido que nunca acaba.

La ética actualmente se la están pasando por donde no da mucho el sol. El mundo solo busca resultados rápidos.

★ José Armando Castillo P.Eng

Mineral Processing | Commissioning | Operations Trainer Specialist, Expat

3 meses

Great advice

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas