Colaborar consiste en repartir tareas, ¿o NO?

A veces cuando pensamos en trabajar de forma colaborativa, lo que hacemos es repartirnos las tareas, responsabilizándonos cada uno de nuestra parte y esperando que las diferentes piezas encajen, sin más problemas, según lo previsto. ¿Pero qué pasa cuando en la siguiente reunión detectamos que ha habido desviaciones? Aquí es posible que se entre en un terreno peligroso, donde cada uno defiende su parcela trasladando la responsabilidad de la desviación al campo del otro. Cuando llegamos a este punto es fácil convertir la colaboración en una lucha de egos, o una batalla por ganar terreno, tendiendo cada una de las parcelas a silos independientes.

Cuando hablamos de Colaboración Orgánica, por contra, entendemos otra forma de colaborar que va un paso más allá. Aquí el punto de partida es que cada persona aporta un VALOR y que para poder aportarlo NECESITA algo del equipo. 

Un Equipo Interdependiente es aquel en el que cada persona es consciente de sus fortalezas y al mismo tiempo de sus puntos débiles, teniendo la capacidad de apoyarse y complementarse con otras personas del equipo para lograr juntos un objetivo común. El Equipo Interdependiente es la base sobre le que construir el Equipo Transformacional, al que se suma la ACTITUD de moverse de forma ágil e innovadora.

¡Todos aportamos VALOR!

Ser conscientes de aquello que aportamos y que con ello podemos tender hacia la excelencia, nos hace tener presente al mismo tiempo, que no podemos ser buenos en todo, y es precisamente aquí, es donde reside la fuerza del equipo. 

Independientemente del estatus y del rol jerárquico las personas se apoyan en las fortalezas de otros para compensar sus debilidades. Esto no nos hace más pequeños como individuos sino mucho más grande como equipo. 

A demás de saber de forma clara que es lo que aportamos, debemos ser conscientes de qué es lo que necesitan todos los miembros del equipo para desplegar su máximo potencial. Este hecho resulta esencial para tejer una red de colaboración orgánica que se basa en el VALOR de TODAS y cada una de las personas. No podemos esperar lo mejor de alguien si no le ofrecemos los condicionantes necesarios. Si un miembro de nuestro equipo, por ejemplo, aporta ideas y creatividad, necesita poder pensar más allá de los límites. Si este condicionante no se lo ofrecemos, no podemos esperar de ella que aporte su VALOR intrínseco. 

Por tanto, para construir un equipo interdependiente debemos:

1) Saber qué VALOR aporta cada uno de los miembros del equipo

2) Ser conscientes de qué es aquello que NECESITAN para poder aportar este valor. 

BENEFICIOS de la Colaboración Orgánica

• Aprovechar el VALOR de las personas a través de su motivación intrínseca.
• Tejer una red de colaboración, confianza y sinergias.
• Facilitar que la organización se adapte de forma ágil y natural al cambio. 

Una vez construido el Equipo Interdependiente, ya podemos aplicar métodos ágiles e innovadores y evolucionarlo a un Equipo Transformacional.

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