Como desencriptar las creencias ocultas en tus pensamientos.
Estaba en la casa de mi amigo Juan. Era una reunión clave, teníamos que definir el rumbo a seguir en una serie de asuntos importantes. De a poco fueron llegando todos los interesados en el tema. Cada cual iba exponiendo sus puntos de vista, sus ideas, sus objetivos, sus experiencias del pasado. Cada vez había más y más opiniones, algunas hasta contradictorias. Había veces que no podía ver quien hablaba, solo escuchaba la voz que se pronunciaba detrás de mi. Llegó a un punto en el cual me sentía aturdido, tantas ideas, tantas opiniones. Ya no podía pensar, mucho menos tomar una decisión. Me sentía sobrepasado. Fue entonces cuando sin pedir disculpas y me retiré al jardín. Necesitaba un poco de silencio, un poco de aire. Estando en el jardín no logré que la reunión se interrumpiera, ni que los participantes dejaran de hablar y de expresarse, pero ahora los podía ver a todos por el amplio ventanal que daba al sitio donde yo estaba y hasta los podía escuchar. Pero había un cambio, ahora los estaba "observando" y parecía como si se movieran en camara lenta. Al observalos podía "ver" mas allá de lo que decían, podía comprender lo que querían expresar. Podía entender "desde donde" hablaba cada uno: desde su pasado, desde sus anhelos, desde sus temores, desde sus egoismos y envidias. Podía ver al desnudo las emociones que alimentaban sus discursos. Para ello solo hizo falta que me desplazara hasta el jardín. Solo hizo falta que ocupara el sitio de observador.
Esta escenificación en la casa de mi "amigo Juan" no es mas que una representación de lo que a diario ocurre en mi mente, y muy probable que en la tuya también. Comienzas con una idea, o tal vez con un recuerdo o algo que te han dicho y luego lo sucede un pensamiento y luego otro y otro, y hasta uno contrario, y se empiezan a despertar emociones que también "opinan, comentar y contra argumentan lo ya dicho" y así desarrollas tus "diálogos internos". Entonces decides tomar una acción que valide tu argumento y te "de la razón" de forma tal que lo que pensabas o creías se vuelva una "verdad irrefutable" ya que lo confirmas con el resultado de tu actuar de tal forma que puedas decirte a ti mismo: "Si ya lo sabía yo". Esta es la forma en que vas construyendo un círculo del cual es casi imposible salir, el cual se autojustifica, se autovalida y se retroalimenta.
Hay creencias que te limitan, otras que te plenifican. Si te animas te acompañamos en el proceso para hacer que las primeras tengan el poder que le confieres a las segundas.
Antes de que llegues a ese punto es bueno que te retires al "jardin" para poder observar-te. Observar tus ideas sin identificarte con ellas, observar tus pensamientos y ver que emociones y creencias los alimentan. Observar en que experiencias del pasado se basan tus juicios y actitudes y tomar conciencia que, así como cambiar un ingrediente en una receta de comida hace que el resultado sea un plato distinto, cambiar una actitud en la experiencia que vives produce un resultado nuevo.
La práctica de "mindfulness", o de la meditación zen, te enseña uno de los caminos para llegar al jardín en el cual te conviertes en observador de tus propios pensamientos y en lugar de "creerles" sin mas comienzas a observarlos y a comprenderlos, comienzas a dialogar con ellos. Pero la cosa no acaba allí sino que allí es solo donde comienza.
Así como entrenar una hora diaria en la cinta de correr no es "correr la maratón" para la que entrenas, practicar 20 minutos diarios de meditación no es vivir en estado conciente. Los 20 minutos solo te entrenan para que llegues al jardín. Sólo allí experimentaras lo que es no creer a tus pensamientos tan solo por el hecho de que "sean tuyos". Allí serás capaz de desencriptar el mensaje que cada uno de tus pensamientos llevan dentro y dejar al descubierto las creencias que los generan. Hay creencias que te limitan, otras que te plenifican. Si te animas te acompañamos en el proceso para hacer que las primeras tengan el poder que les confieres a las segundas.
Fernando Pedrazzoli Pazos es graduado en empresariales por la Universidad de Buenos Aires y cuenta con más de treinta años de experiencia habiendo desarrollado su carrera profesional en distintos sectores empresariales en Argentina, Estados Unidos y España.
Es "Blue Core Coach" e Inventor en IBM, autor de diez patentes otorgadas a IBM por la oficina de patentes de los Estados Unidos (USPTO), e imparte talleres y sesiones sobre creatividad y competencias profesionales en el entorno empresarial.