COVID 19. El comedor emocional.
COVID 19. El comedor emocional.
¿Te estas volviendo un comedor emocional?
En entrevista con María del Sol Escamilla cuyos datos profesionales menciono a continuación para tu referencia.
María de la Soledad Escamilla Cejudo.
Conocida también como Marisol, es Lic. en Psicología con una Maestría en Terapia Familiar y otra en Tanatología. Cuenta con Especialidades en Psicología Forense, Suicido y Atención Psicosocial en Situación de Emergencias y Desastres.
Colaboró en la Secretaria de Salud del D. F. del 2008 al 2012. Durante la pandemia por la Influencia H1N1, desarrolló el Programa de Capacitación Psicosocial en Situación de Emergencias y Desastres, avalado por la Organización Panamericana de la Salud. Creadora del Curso de capacitación para psicólogos en atención de emergencia sanitaria.
Asimismo, es autora del Taller para Medios de Comunicación en Situación de Emergencias y Desastres.
Dirigió el programa y Ley de Voluntad Anticipada y Cuidados Paliativos. Es autora también del Programa de Salud Mental para el D.F.
Colaboró en la creación y desarrollo de la Ley de Salud Mental para el D.F., la primera en Latinoamérica.
Cuenta con una vasta experiencia en el manejo de empresas familiares y reconstrucción de un nuevo rol a partir de los objetivos organizacionales y familiares.
“El estrés es un estado emocional que se desarrolla en el transcurso de un proceso de tres fases:
i. En la primera, el organismo está en situación de alerta dado que experimenta un desafío que rebasa el autocontrol preparando al cuerpo para responder de manera inmediata y guiándolo a la siguiente fase.
ii. Domina la resistencia promotora de un desequilibrio físico que atraviesa la estabilidad emocional dando paso a la fase del agotamiento.
iii. En el agotamiento, al no poder cambiar o encontrar escapatoria a las situaciones que producen ese estado, se genera un vacío emocional.
Dicho desequilibrio emocional busca llenar el vacío interior que provoca lo innombrable; lo que angustia, lo que enfada, lo que aparentemente agrada o satisface, surgiendo así la sintomatología de los atracones e ingestas compulsivas lo que genera al “comedor emocional” en quien la sensación de hambre persiste a pesar de ingerir alimentos. Tras estos procesos aparecen sentimientos de culpa y vergüenza por comer excesivamente”.
Estoy segura de que todos pasamos por esa etapa, yo ya la viví y me castigué culpándome de mis malos hábitos alimenticios, sin embargo, la buena noticia es que se trata de algo temporal y se puede trabajar en ello.
¡No te retes! ¡No te metas a ninguna nueva dieta! Pide apoyo a algún nutriólogo, nosotros podemos recomendarte a uno excelente que te puede atender desde casa: Dr. Armando Cruz González, lifeperformance@gmail.com
Cuida tú salud y busca alguna manera darle continuidad a tus hábitos alimenticios. En la medida de lo posible, no compres comida chatarra para que evites entrar en tentaciones, sobre todo en esos momentos de atracones compra productos más sanos como las jícamas, pepinos o la fruta de tu preferencia.
¡Actúa desde ahora! Evita el estrés postraumático...
¡Cuídate, cuida a los tuyos y cuida tu salud!
#quedateencasa