Crisis, empleabilidad y tecnología.
Este 2023 transcurre en un ambiente que me parece un tanto confuso en cuanto a las tendencias que deberían seguir los trabajadores con la finalidad de aumentar su capacidad de ser contratados.
Por un lado, los estudios privados hablan de bajos niveles de desempleo, de escasez de talento calificado para muchos niveles medios, de la necesidad de adquirir habilidades tecnológicas para sobrevivir laboralmente, y las tendencias al trabajo híbrido y el recorte de horas que mejoran la productividad.
Y en la realidad que me rodea, veo que los días de clase para los niños y jóvenes aumentan, aunque las escuelas se conviertan en guarderías. Y observo en las tiendas de retail, farmacias de cadena y tiendas de conveniencia, que el proceso de contratación es el mismo que hace décadas: filtros básicos basados en la disponibilidad de horario, restricciones de edad y capacidad de aprender los procesos de la empresa, dejando los grados escolares terminados como un requisito necesario pero inútil a la vez. Paradójico, ¿no es así?
En este artículo, quiero comparar las tendencias laborales que presentan un par de organizaciones respecto de este año, para constatar si sus argumentos arrojan luces sobre la facilidad de conseguir o conservar el empleo este año aumentó respecto al pasado 2022.
Por un lado, tenemos las perspectivas del empleo de la Organización Internacional del Trabajo, publicadas apenas el 8 de mayo. Resalto sus frases más importantes para enriquecer el análisis.
1.- ENTORNO GEOPOLÍTICO COMPLEJO. La salida de la crisis de COVID, la guerra de Ucrania, la crisis de logística, la salida dispareja de la estanflación y su inflación mundial consecuente, provocaron una montaña rusa en la contratación y los despidos. Principalmente, vemos este año una cadena de despidos en empresas mayoritariamente tecnológicas que no ha terminado. Facebook, Amazon, Twitter y quizás menos Microsoft y Google, terminarán por ajustar su plantilla laboral, ante los picos provocados por la reciente pandemia. Y así las demás.
2.- INCREMENTO DEL TRABAJO INFORMAL O MAL REMUNERADO. Es una situación que constato en mi entorno cercano. Por ejemplo, con la crisis de COVID, muchas escuelas particulares disminuyeron plantilla, corrieron empleados para contratar a otros con menores prestaciones y menor salario. Y ahora que las escuelas comenzaron a recuperar su matrícula, los niveles salariales y de prestaciones no se recuperaron.
También, en empresas de publicidad, mercadotecnia y productos diversos, muchos trabajadores con contrato indefinido fueron despedidos y ahora consiguen proyectos más bien temporales o de freelance. El problema a futuro de sus pensiones y a presente de sus prestaciones sigue vigente.
Si bien en México se han establecido leyes para minimizar el uso del ousourcing que minimiza las prestaciones laborales, la mayor parte de los empleos creados en estos dos años tienen peores condiciones que los creados con anterioridad.
3.- DATOS DE MIEDO. Según la OTI, el déficit mundial de empleo ascendió a 473 millones de personas el 2022!! Allí se juntan los desempleados – unos 205 millones- con los subempleados o los temporales -268 millones-. Si a estos agregamos que 2000 millones de trabajadores tenían un empleo informal en el 2022, comprobamos que el sueño de una sociedad de bienestar retrocedió varios pasos en estos últimos meses. No necesariamente la tendencia de ofrecer prestaciones, plan de vida o garantías laborales está creciendo en las tendencias empresariales, por mucho que se diga. Sobre todo en los países desarrollados. Así se explica la inmigración sin precedentes de los últimos años, por más que nos digan que numerosos capitales están buscando oportunidades de inversión y creación de empleo en los países emergentes.
4.- CRECIMIENTO DETENIDO. A juicio de la OIT, el crecimiento del empleo este 2023 será del 1%, a diferencia del 2.3% del año pasado. Si bien en Africa y Medio Oriente el crecimiento será del 3%, el exceso de población joven de esos países empuja a la migración. Para el caso de América Latina y el Caribe, el crecimiento será del 1%. Y en Europa y Norteamérica, no crecerá…aunque se necesitan reemplazar a los jubilados por el decrecimiento poblacional.
5.- PRODUCTIVIDAD, LA CLAVE. La productividad disminuyó en los países avanzados, y esta disminución se ha contagiado a los países emergentes. La forma de mejorar el empleo y cumplir con los acuerdos de sostenibilidad, camina básicamente por mejorar la productividad mediante la capacitación tecnológica y la educación en competencias y capacidades humanas. Al especular mucho con las inversiones, el gasto en conseguir productividad se ha detenido en los países.
6.- TECNOLOGÍA, EL DILEMA: Parece que el ritmo de la innovación tecnológica es intenso en este momento, con los lenguajes de programación o las inteligencias artificiales. Pero esos beneficios se concentran en sectores muy marcados. No representan un impacto en la población en general. La productividad de esa tecnología quedará en las pocas empresas dispuestas a pagar por el servicio, ya lo verán.
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Si leo este análisis en un entorno como el de la sociedad mexicana, tan desigual en el especto laboral, quizás buscaría no perder mi empleo, resignarme a un empleo informal o de menores condiciones que el anterior y a no preocuparme por la tecnología emergente, pues es probable que no impacte en la vida que recorro de acuerdo al lugar donde vivo y establezco mis relaciones.
Y por la parte de los grandes corporativos, el informe de Workplace form Meta sobre las tendencias de trabajo para el 2023, pudiera arrojar esperanzas a algunos prospectos en busca de trabajo.
1.- REALIDAD AUMENTADA Y REALIDAD VIRTUAL. Despegará en este 2023, tanto para capacitación como para trabajo híbrido. Se supone que la Realidad virtual acelera hasta 4 veces la capacitación en quienes se emplea. Y ciertas aplicaciones pueden suplir las juntas aburridas de pantalla plana a reuniones de entorno envolvente, que pueden resultar más productivas.
2.- LA GENERACIÓN Z ENTRA EN ACCIÓN. Suponemos que los miembros de esta generación son menos propensos a aceptar trabajos incómodos o injustos. Exigirán en mayor medida trabajo híbrido o apoyo en la salud mental. Y eso puede obligar al mercado laboral a cubrir esos requisitos.
3.- TRABAJO HÍBRIDO Y SUSTENTABILIDAD. Ya lo habíamos hablado en artículos anteriores, donde comprobamos que empresas y trabajadores se pueden beneficiar su comparten concesiones de lugares y horas a cambio de productividad y efectividad. Y también, un empleado puede comprometerse con mayor interés si descubre que la institución se preocupa por el mundo que le rodea. No solo por reportar beneficios a los accionistas.
4.- JORNADAS DE 4 DÍAS. Parece ser que, en los lugares donde se ha experimentado, dicha implementación ha funcionado. La productividad no disminuye. Se mantiene y aumenta, y el bienestar laboral siempre se incrementó. Hay quienes creen que para el 2030, será la tendencia generalizada. Y este año, crecerá poco a poco la cantidad de empresa que la pongan a prueba.
5.- CONTRATAR POR COMPETENCIAS. Si bien los títulos escolares, las certificaciones y demás constancias se requieren como prerrequisito para aspirar un puesto, lo que realmente le interesa a las empresas en búsqueda de talento es la capacidad de resolver problemas y realizar acciones útiles. Eso se mide de otra manera en el proceso de selección. Las personas que se han capacitado en habilidades duras y blandas que les permiten cumplir con esos requisitos competitivos, podrán escalar en este esquema de contratación que es adoptado cada vez más en los niveles de puesto medio y alto. Y en las empresas que buscan no quedarse atrás en la gestión del talento.
EN CONCLUSIÓN: pareciera que el escenario arrojado por la OIT para el 2023 es pertinente para la mayoría de las personas cuyo nivel de estudio y de empleo está por los niveles bajos y medios. Y que las recomendaciones y el análisis de Facebook o Meta es pertinente para quienes ya tiene un TSU o al menos una carrera completa, y pueden entrar a las grandes ligas del empleo y sus modificaciones para el presente año.
Comparto el presente análisis, para que el lector descubra la pertinencia de acuerdo a su propio contexto y realidad.
Sin embargo, la educación y la capacidad de aprender y reaprender es el factor más importante para sobrevivir e intentar prosperar en este escenario laboral tan completo.
Ya lo decía Marjane Satrapi: “La educación es la única arma de construcción masiva que conozco”.