Cuántas veces debemos comenzar y cuál sería nuestro "Stop" en esta aventura de emprender?
Grace Rodríguez Membreño
Ayudo a Pymes B2B a construir clientes comprometidos con la marca siendo los embajadores│Speaker en crecimiento│Consultora y Asesora en Marketing de fidelización B2B
La gran pregunta que me he hecho en estos últimos 4 años desde que decidí cambiar de horizonte y dejar de ser ingeniera para convertirme en una doctora de Negocios...
¿Quién tiene la sabiduría de decirte que te rindas, que dejes de seguir un camino que aparentemente no es el tuyo? ¿Quién tiene el valor de cortar las alas de alguien que, después de caer, se levanta y vuelve a intentarlo con más fuerza e inteligencia?
Rendirse no es una opción para aquellos que tomamos esta decisión consciente y profundamente personal. Rendirse no forma parte de nuestro vocabulario. No significa que no tengamos días oscuros, momentos de reflexión, o que no necesitemos tomarnos un respiro. Claro que sí, todos luchamos con nuestros propios demonios y ahora llevamos la responsabilidad de crear un sueño que no solo sea rentable, sino que también aporte a la sociedad.
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Es el reto de todo emprendedor: entender el juego del emprendimiento, ser ágil en la toma de decisiones, actuar rápidamente y pivotar cuando una idea no da resultado, sin perder el enfoque de hacia dónde vamos.
Este camino parece increíblemente difícil y, a veces, puede parecer más fácil optar por un trabajo convencional. Y sí, puede ser más fácil. Pero una vez que decides emprender, es difícil querer volver atrás. Prefieres encontrar la manera de seguir avanzando en este camino que regresar.
He escuchado a muchos empresarios que han pasado años intentando posicionarse en el mercado, llegando a perderlo todo de una manera que infundiría miedo a cualquiera. Pero es en esos momentos cuando debes parar y eliminar cualquier pensamiento que te impida avanzar. Tu fortaleza radica en la certeza de creer en ti mismo y en el propósito que estás destinado a cumplir.
Para mí, el "Stop" se aplica a todo lo que no te permita avanzar, ya sean personas o pensamientos negativos. Cuando todo se vuelva abrumador, permítete guardar silencio, cerrar los ojos y conectar con tu luz interior. Confía ciegamente en ti mismo. Esa confianza es todo lo que necesitas para mantenerte en el camino y alcanzar tu meta.
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