Emprender es distinto a lo que te han estado contando.

Hacer empresa es tan distinto a lo que te pintan, que si lo estás pensando, este texto es para ti, y si ya empezaste el camino, espero en estas palabras encuentres a otro loco que al igual que tú, lucha todos los días por un sueño que parece imposible.

Nadie te va a creer al inicio, te dirán que se te safó un tornillo y estás tomando una mala decisión. Te van a repetir incontables veces que debiste continuar en ese trabajo formal y prestigioso que tenías. Luego de ello, tus colaboradores te llamarán explotador, aunque quizás ellos nunca te van a ver despertarte de madrugada por el temor de no saber si vas a poder pagarles a fin de mes. Tendrás que despedir gente que quieres y respetas, te partirá el corazón cada ves que eso pase, pero deberás continuar, porque si miras mucho hacia el pasado, lo más probable es que te quedes sin futuro.

Estarás entre el abismo y la gloria constantemente, un día llegarás a casa sintiéndote el mejor empresario del planeta y al día siguiente abrirás la puerta en silencio, deseando que nadie te pregunte: ¿Cómo te fue el día de hoy?. Será un camino inmensamente largo, cansado y de un riesgo inimaginable, que durante mucho tiempo nadie lo va a reconocer; pero debes continuar, o tirarás por la borda el tremendo esfuerzo que vienes haciendo.

Y la razón de hacerlo para mí, no son los carros, viajes, tiempo libre, lujos, ni nada por el estilo. Yo solo sueño construir una familia enorme, de gente entusiasta y media loca, que le apasione alcanzar lo que parece imposible y que no se rinda jamás. Por ellos lo hago, por mi gente.