Cuando el talento toca la puerta de tu empresa ... (y no lo reconoces)
Hoy en día, en tiempos de generaciones desafiadas a convivir en preservación de sus ideales, los jóvenes profesionales prefieren trabajar en start-ups.
No lo decimos nosotros, lo dicen diversos estudios llevados por todo el mundo. Por ejemplo, en Estados Unidos, algunas agencias entrevistaron a más de 500 mil ciudadanos con edades entre 19 y 29 años y descubrieron que solo el 23% trabaja en empresas con más de 1.500 empleados, mientras que el 47% lo hace en compañías de menos de 100.
¿En qué están fallando las grandes multinacionales a la hora de atraer talento? La respuesta es clara, la cultura organizacional.
Los jóvenes de hoy en día han nacido en una sociedad dominada por los avances tecnológicos, el fácil acceso al conocimiento y las redes sociales.
Sin embargo, las grandes compañías siguen utilizando los mismos procesos internos que ya existían hace 15 ó mas años, transformando el trabajo en una actividad desfasada que no se compenetra con la vida diaria de la conocida como generación "Y".
En este contexto, no es ninguna sorpresa que esta nueva fuerza laboral se incline por trabajar en start-ups con estructuras flexibles y modernas, también conocidas como organizaciones horizontales.
Por supuesto, la incorporación de talento está directamente relacionada con la innovación y el éxito, convirtiendo a la organización horizontal en el espejo en el que quieren verse reflejadas la inmensa mayoría de las compañías, grandes y pequeñas, antiguas y nuevas.
¿Cómo conseguirlo? A continuación analizamos siete aspectos que caracterizan a las organizaciones horizontales que están floreciendo en la sociedad del conocimiento.
UNO: El proceso de toma de decisiones es rápido: Nada de semanas de espera hasta que los proyectos son aprobados. Las organizaciones horizontales son, por encima de todo, flexibles y con una rápida adaptación al cambio.
DOS: Política de puertas abiertas: ¿Quieres hablar con el Gerente(ó CEO) para comentarle una idea? Simplemente pásate por su despacho. Nada de procedimientos y jerarquías que impiden la comunicación abierta con todos los niveles de la empresa.
TRES: Se fomenta la proactividad: Se incentiva la aportación de ideas y sugerencias en todo momento, además de una “cultura del hacer”, es decir, una cultura activa en la que los empleados tienen la oportunidad de involucrarse en diversos proyectos/áreas.
CUATRO: Formación continua: Todos los empleados tienen la oportunidad (y el tiempo) de ampliar su formación en áreas que le interesan a través de programas de desarrollo del talento y formación continua.
CINCO: Los éxitos y fracasos son del grupo, no de los individuos: Esta mentalidad hace que el conocimiento fluya en todas direcciones y que los equipos colaboren y se compenetren mejor, eliminando rivalidades entre empleados que dañan a la empresa.
SEIS: Eliminación de la formalidad innecesaria: Las apariencias pasan a un segundo plano. Nada de quedarse en la oficina hasta que el jefe se va o de llenar traje y corbata a diario. Los empleados son evaluados exclusivamente por sus resultados y su implicación.
SIETE: Alta diversidad: Los equipos de trabajo están formando por empleados de diversos ámbitos y culturas que se compenetran a la perfección y que producen soluciones innovadoras.
Entonces, ¿te desafías a abrir la puerta de tu empresa al talento joven?
Coordinadora Académica Virtual - Universidad Privada del Norte
5 añosMuy acertado, hoy necesitamos personas de cambio!
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5 añosExcelente artículo Michell! Es exactamente lo que buscamos los jóvenes: estar en empresas horizontales, y que estas estén abiertas al cambio.