Cuando se perdió la Cultura del Trabajo?
En Argentina, como en gran parte de América Latina, teníamos una fuerte Cultura del Trabajo. Un concenso social entre trabajadores y empleadores, daba por sentado que debía cumplirse un horario, ser responsable y dar su mayor esfuerzo. Por parte del empleador se otorgaba el pago a término, la provisión del material de trabajo a tiempo y las condiciones básicas para poder cumplir la tarea.
En estos tiempos, esta resposabilidad no abunda, seleccionar personal es lo más cercano a caminar un campo minado. Como primer premisa, comunicarse con la persona; por supuesto no llamar demasiado temprano, para no despertarlo. Una vez lograda, rezar para que se presente a la entrevista. El siguiente obstáculo, que presente la documentación solicitada y realice el exámen médico correspondiente (aclarar que debe llegar temprano y que si comienzan a atender a las 8 am, no debe llegar al mediodía).
Para los que han logrado pasar la selección, cumpliendo los requisitos, llega el tan ansiado llamado, podrán comenzar a trabajar. Y es ahí, en ese momento, donde se debe lograr pasar el último gran obstáculo... que se presente el día y en el horario acordado.
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El primer día hábil de ésta semana, debía recibir 6 am. a dos personas que comenzaban su tarea en la empresa. No habia relación alguna entre ellas, diferentes edades, una con experencia y la otra nivel aprendíz. Ninguna se presentó a su primer día de trabajo. No hubo llamado mediante, ningún tipo de comunicación. Simplemente, nadie se presentó. Pasadas las horas ya cerca del mediodía, una de ellas comunica un inconveniente pero, "algo ya estába roto". El contrato invisible que media entre las partes, ya estaba disuelto.
Esta situación se podria pensar como un hecho aislado, pero lamentablamente, no lo es. En algunas casos, comienzan las tareas algunos días para luego simplemente desaperecer sin mediar aviso. En otros, el aviso de renuncia es solo por un mensaje de texto, ya no es presencial como era habitual, cara a cara y dándonos la mano. La falta de compromiso y de respeto por el lugar de trabajo es una constante. Por supuesto que no es una problemática general, aún hay mucha gente que valora tener un trabajo registrado, que se esfuerza y quiere cumplir objetivos, sin embargo, ya no abundan.
Es momento de revisar y replantear los valores que se inculcan en nuestra sociedad, particularmente en los jóvenes, ya que de continuar de esta manera será cada vez más dificil encontrar el camino del progreso.