Días de descanso

Días de descanso

Se acercan unos días de descanso. Tiempo para salir de nuestras rutinas, desconectarnos de los temas que nos agobian y compartir más tiempo con nuestra familia. Por eso he querido dedicar el artículo de abril a un tema que, en lo personal, ocupa muchas de mis neuronas: ¿Cómo conseguir que los adolescentes se acerquen a sus padres para contarles sus problemas y preocupaciones relacionados a sus espacios digitales?

 

En este primer trimestre del 2023 he tenido la oportunidad de platicar con cientos de niños y jóvenes alrededor de México sobre temas muy variados: el grooming, los retos virales, el sexting y las cancelaciones digitales. Siempre les extiendo la invitación a que hablen de esos temas con sus padres y me llama la atención como la gran mayoría me ve como diciendo: «tu no sabes lo que estás proponiendo». Ya más en corto se acercan a compartirme lo difícil que está resultando para ellos hablar con los adultos sobre lo que viven en sus grupos de WhatsApp, Instagram o los videojuegos y que, además, cuando lo han intentado, les ha parecido poco útil.

Te comparto algunas verbalizaciones que ejemplifican el sentir de los chavos:

  • «Mi papá ya se pone de mal humor cuando le cuento cosas random de FreeFire, imagínate si me pongo a contarle que me estuvieron llamando $%&$%& en el juego y que por eso estaba enojado cuando me pidió que sacase al perro. Seguro me iba a decir: entonces ¿para qué juegas a eso?».
  • «Mi mamá me sigue en Instagram, pero no sabe nada de que existen los Close y cree que lo que ve es todo lo que yo publico. No puedo ir a contarle que mis amigas me sacaron de sus Close y lo triste que eso me hizo sentir porque entonces va a preguntar qué es eso y va a querer que la meta a ella también».
  • «Un día estaba muy triste porque me enteré de que mis amigos habían creado un grupo de WhatsApp sin mi y había visto que se habían reunido sin invitarme. Le conté a mi mamá y ella literalmente enloqueció. Yo nunca pensé que iba a llamar a las mamás de mis amigos a reclamarles. Quedé pésimo con mis amigos. Yo solo quería que me escuchase no que se involucrase.».
  • «A veces la he regado en los chats, pero si ya me castigan el celular por cualquier cosa imagínate si les cuento esto».
  • «Una vez me contactó una marca por TikTok pidiéndome unas fotos que yo obviamente no iba a enviar. Le iba a contar a mis papás, pero me dio miedo de que se fueran a panickear y que me cerrasen la cuenta».

De estos 4 ejemplos podemos rescatar algunas conductas en las que se fijan los adolescentes para decidir si acuden a nosotros o no:

  • ¿Reaccionamos de forma calmada?
  • ¿Estamos dispuestos a escuchar sin juzgar?
  • ¿Sabemos o estamos dispuestos a aprender sobre tecnología con la finalidad de acompañarlos (no de controlarlos)?
  • ¿Sobre reaccionamos, intervenimos o nos involucramos de más (Hacemos de su problema nuestro problema)?
  • ¿Quitar los dispositivos son los castigos más comunes?

 

Te invito a utilizar parte de estos días de descanso platicando con tus hijos sobre las cosas que podrían mejorar como padres, para que ellos sintiesen más confianza de acercarse a ti en los momentos que lo necesiten. Recuerda que el factor de protección más importante en el uso de la tecnología es que exista una buena comunicación y un vínculo fuerte con sus progenitores.

También si quieres aprender más de estos temas, te recuerdo que ya está disponible la segunda edición de mi libro Crecer entre pantallas (lo consigues en las principales librerías a nivel nacional en México y en Amazon desde cualquier parte del mundo).

Disfruta de un merecido descanso.

Un abrazo,

Cristina Fortuny

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Más artículos de Cristina Fortuny

Otros usuarios han visto

Ver temas