De la MOTIVACIÓN a la MOTIVACCIÓN (algo más que un curioso error de escritura)
Se venía una gran reunión de equipo, de todo el equipo de la compañía, todos juntos y en persona.. la preparación nos tenía exultantes, ansiosos, motivados.
Cuanto más me contaban del programa del encuentro, más me enganchaba y más aún cuando me invitaron a dar una charla sobre la MOTIVACIÓN en las personas.
Ante tal invitación, hice lo que nos enseñan, lo que nos recomiendan como buenas prácticas, comenzar a preparar la charla teniendo muy presente el fin, el propósito de la misma y que ello se reflejara desde el TÍTULO. Dejé que volaran ideas y que el lápiz en el papel fluyera cuando me sintiese cómodo con alguna de ellas. Entre las cosas que escribí como opciones de título estaba la siguiente:
Algunas reflexiones sobre la MOTIVACCIÓN
Además de no ser recibido con elocuentes aplausos ¿saben lo primero que me dijeron cuando algunos curiosos vieron este título?: MOTIVACCIÓN tiene un error de escritura, una letra "C" de más.
Si bien esto último mostraba las grandes habilidades editoriales* de esta audiencia preliminar, coincidíamos en que este furcio no parecía ser casual y en que (quizás) escondía grandes revelaciones.
(*) Entiéndase como aquellas buenas habilidades / capacidades que tienen algunos para rápidamente visualizar este tipo de yerros y, en tono de broma, estar cada vez más cerca de ser grandes JEDIS de la ortografía y de las presentaciones efectivas.
Comencé con ello a buscar lo que podría estar disparando la ocurrencia del furcio y lo que quería salir a la luz detrás del mismo. Eso me evocó una historia... una experiencia, la que vivo cada vez que voy a la PARRILLA EL REENCUENTRO en Cabrera y Armenia en Palermo SOHO, CABA. Allí, de casualidad al comienzo y hoy por placer, conocí a Luis, uno de sus mozos, pero no cualquiera; y ahora les contaré.
LO QUE APRENDÍ DE LUIS EN EL REENCUENTRO: CÓMO SE CONSTRUYE LA MOTIVACCIÓN
Resulta que en mi familia conocemos a Luis desde hace poco más de 12 años, desde que nació Agustina y que continuó con Josefina. Desde entonces, Luis nos asombra con la MOTIVACIÓN que demuestra, en el trato, en las acciones, siempre atento, excediendo las expectativas de un almuerzo, de una cena, de las diferentes excusas que nos llevan a este lugar. Siempre, quizás por mi curiosidad innata, me atrapó entender qué MOTIVA a Luis. Aveces lo observo en silencio, veo como con todos quienes lo conocemos tiene las mismas y maravillosas actitudes pero que logran hacer que cada uno de nosotros viva una experiencia hecha a medida... es loco, porque si lo piensas, en otro lugares hay mozos correctos y profesionales, pero Luis te atrapa. Tal es así que en los inicios de la pandemia que vivimos EL REENCUENTRO cerró, perdimos rastro de Luis, perdimos la posibilidad de ir y vivir estar experiencias alrededor de una buena comida...
La vida nos cruzó con Luis trabajando en una pequeña pizzería pero con esa ENERGÍA intacta, con eso recuperamos su contacto y luego eso nos llevó a un bodegón donde había encontrado un nuevo trabajo. Las historias siguieron, los contactos también, y tremenda fue la alegría cuando nos contó que, con un nuevo dueño, volvía a abrir sus puertas EL REENCUENTRO. Claramente la ENERGÍA seguía en Luis. Estuvimos el día de la reapertura y fue grato escuchar en muchas mesas la alegría compartida de volver a este lugar.
En honor a la verdad, debo confesar que, durante este tiempo, centré mucho la mirada en Luis, en aprender de él... pero, abriendo la mirada llegué a la conclusión de que el antiguo dueño, el actual, y los distintos mozos, en mayor o menor medida, tenían la misma MOTIVACIÓN. ¿Qué los llevaba a ACTUAR de esa forma?
Esa pregunta resonó y se vinculó a este furcio del que veníamos hablando; la ACCIÓN es una parte que no puede disociarse de la MOTIVACIÓN. Podría haberme quedado allí porque con eso llegaba a la MOTIVACCIÓN, pero sentía dentro mío que esa letra C de más (quizás no tanto de más) tenía mucho más que decir.
Así encontré una primera explicación de lo que llevaba a la gente de EL REENCUENTRO a actuar como antes te conté... me di cuenta que además de la ACCIÓN y la MOTIVACIÓN, es relevante el MOTIVO. Una primera conclusión acudió a mí:
MOTIVACIÓN
+
MOTIVO
=
MOTIVACCIÓN
Podríamos decir que la motivación es la fuerza que mueve a la persona a realizar una acción mientras que el motivo en sí es la razón que da origen a la acción. Sin embargo, tener un motivo, una razón para hacer algo no es suficiente, es necesario tener esa fuerza (la motivación) para ponerse en marcha. Del mismo modo, de nada sirve estar motivado (tener esa fuerza) si no existe un motivo o una razón que justifique tomar acción.
En resumen... si la MOTIVACIÓN es la FUERZA que nos MOVILIZA... el secreto para estar motivado es lograr que LA FUERZA ESTÉ CONTIGO... (cualquier parecido con STAR WARS es pura coincidencia, jaaaaa).
Esto último me llevó a un segundo aprendizaje...
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ALE QUIERE BAJAR DE PESO: LA IMPORTANCIA DE LA FUERZA INTERIOR Y EL MOTIVO DE TUS ACCIONES
Respecto de la MOTIVACIÓN, hace poco, hice otro gran descubrimiento que tiene que ver mucho con la siguiente frase: MOTIVAMEEEE. Nadie puede dudar que un pedido de tal naturaleza es correcto (o puede considerarse como tal), pero cuando intenté aplicarlo conmigo mismo no me fue tan bien...
Les cuento un poco. La pandemia además de dejarme varios aprendizaje, me dejó unos kilos de más. Siempre fui un tipo sano, que disfruta y hace deporte, pero en estos años (y confieso que un poco antes) lo abandoné un poco. Por lo cual comencé a buscar motivación, primero con Mariana (mi compañera de vida) a la cual le transmití un pedido válido: MARIANAAAAA MOTIVAMEEEE! Después de un "cortá con los postres Ale" (muy válido por cierto) la cosa no iniciaba. Fuera de broma, tampoco iniciaba con otras acciones de las consideradas buenas para "motivar a otros" que aplicaba Mariana conmigo.
De alguna forma descubrí que si bien la MOTIVACIÓN EXTERNA (extrínseca) era buena, no era suficiente. Había que lograr despertar la MOTIVACIÓN INTERNA (intrínseca); es decir, encontrar esa FUERZA en tu INTERIOR.
Así llegó por casualidad (o causalidad) la primera regla para lograr la motivacción.
Pasar de la obediencia al compromiso
Simple, tenía que comenzar a sembrar en mi voluntad el dejar de hacer las cosas porque me las piden y comenzar a hacerlas porque quiero hacerlas. Es más, leyendo un poco al respecto, descubrí que lo contrario de la autonomía es el control, y puesto que se encuentran en polos distintos de la brújula de la conducta, nos señalan destinos distintos.El control nos lleva a la obediencia (por ejemplo la consulta mensual con la Nutricionista) y la autonomía nos lleva al compromiso.
Internalizado este último aprendizaje no tardó en comenzar a despertarse la FUERZA INTERIOR, comencé a entrenar Kyokushin*. Con cada clase esa fuerza se alimentaba (tanto por Mariana que me alentaba a ir, por nuestras 2 hijas que se sumaron, por el Sempai, el Sensei y el Shihan que me alentaron y sobre todo, por mí que quería hacerlo). Le llamé a este proceso ALE PASANDO DE LA OBEDIENCIA AL COMPROMISO.
(*) Kyokushinkai, es una escuela de karate moderno, nacida en los años 50, para responder a la necesidad vital y espiritual de su creador SOSAI MASUTATSU OYAMA. Sosai Oyama viajó por todo el mundo promocionando el arte del karate-do, convirtiéndose en el mejor embajador del Karate japonés -siendo coreano de nacimiento- llegando a crear una escuela (IKO Kyokushinkai-kan) con 20 millones de practicantes en todo el mundo.
Esta experiencia me llevó a la segunda regla de la motivacción.
Pasar del hacer a la vocación
La vocación es clave, es conocer, es lograr la competencia en eso que haces y es hacerlo porque quieres hacerlo. La respuesta a varias lecturas afines las encontré en la siguiente reflexión de WYSTAN HUGH AUDEN un poeta y ensayista Británico.
Has de ver lo que una persona está haciendo para saber si es su vocación, tan solo tienes que mirarle a los ojos. El cocinero que remueve la salsa, el cirujano que hace la primera incisión, el secretario que completa el albarán, llevan la misma expresión embelesada, abandonándose en su función. Cuanta belleza hay en su mirada atenta al objeto.
Contando con FUERZA INTERIOR lograda a través de las dos primeras reglas, comencé a trabajar en su focalización en darle forma al MOTIVO pues, como decíamos antes, de nada sirve estar motivado (tener esa fuerza) si no existe un motivo o una razón que justifique tomar acción.
HOLA, SOY MAMERTO. DE NOMBRE, NO DE PROFESIÓN
Para los que no lo saben, en diferentes países latinoamericanos el término "mamerto" se utiliza para describir a alguien lerdo, sagaz o cínico, lo que en nuestra forma de hablar equivaldría a "bobo". En ese sentido no es casual que Fray Mamerto Menapace, un Monje Benedictino y Escritor Argentino que tuve la suerte de conocer, juegue y bromee con su nombre de tal forma.
Ahora bien... qué tendrá que ver con la motivacción esta referencia... la respuesta es simple: Mamerto me enseñó mucho sobre el MOTIVO, que es condimento clave en la motivacción. Para resumir te comparto una de sus reflexiones más reveladoras (al menos para mí) sobre el POR QUÉ HACER LAS COSAS.
Mi percepción a medida que envejezco es que no hay años malos. Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son. Creo firmemente que la forma en que se debería evaluar un año tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos. Por eso, no debiéramos tenerle miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje. Nos cuesta mucho entender que la vida y el cómo vivirla depende de nosotros, el cómo enganchamos con las cosas que no queremos, depende sólo del cultivo de la voluntad. Si no me gusta la vida que tengo, deberé desarrollar las estrategias para cambiarla, pero está en mi voluntad el poder hacerlo. Ser feliz es una decisión, no nos olvidemos de eso. Entonces, con estos criterios me preguntaba qué tenía que hacer yo para poder construir un buen año porque todos estamos en el camino de aprender todos los días a ser mejores y de entender que a esta vida vinimos a tres cosas: 1) a aprender a amar, 2) a dejar huella y 3) a ser felices.
Cierro... ES NECESARIO TENER UNA FUERZA INTERIOR (LA MOTIVACIÓN) PARA PONERSE EN MARCHA, PERO DE NADA SIRVE ESTAR MOTIVADO, TENER ESA FUERZA, SI NO EXISTE UN MOTIVO O UNA RAZÓN QUE JUSTIFIQUE TOMAR ACCIÓN; POR ESO, DEBEMOS DARLE SENTIDO A LO QUE HACEMOS Y BUSCAR CADA DÍA SER UNA PERSONA MEJOR. ESO ES LA MOTIVACCIÓN (al menos para mí).
Client Technology Senior Project Manager - Assistant Director at EY Global Delivery Services
2 añosCuánto contenido personal hay en este post, Ale! Está muy bueno que te hayas animado a compartirlo! Contagiémonos de los Luises de la vida y contribuyamos a que los espacios donde nos movemos sean espacios de motivaCCión!! Fuerte abrazo!
Felicitaciones Ale. Me encantó leerlo. Contagia.