De tal palo, tal astilla
Estoy seguro de que algunos de ustedes han escuchado aquella frase que dice que los hijos son el reflejo de los padres. De forma consciente o inconsciente, los hijos imitan sus hábitos y costumbres. Pues dentro de este conjunto de hábitos se encuentra la práctica de deporte y la actividad física.
Verán, los niños son como esponjas, absorben información de su entorno e imitan los comportamientos que observan. Los padres son poderosos modelos a seguir para sus hijos, moldeando sus actitudes, hábitos y comportamientos. Esta influencia no se limita únicamente a la niñez, sino que continúa hasta la adolescencia. Por esta razón, si los padres desean cambiar los hábitos de sus hijos, deben empezar cambiando los propios.
Un estudio, publicado en el Journal of Pediatrics en febrero de 1991, encontró que los hijos de madres activas eran 2.0 veces más propensos a ser activos que aquellos de madres inactivas, mientras que, los hijos de padres activos eran 3.5 veces más propensos a también serlo. ¿Y en aquellos hogares en que ambos padres son activos? Las probabilidades de que los hijos también lo sean fueron 5.8 veces mayor que las de niños con padres inactivos. Es increíble que hayan pasado más de 30 años desde la publicación de este estudio y aún no aprendamos la lección.
Esta tendencia no sólo se limita a la cultura occidental, sino que se refleja en diversos lugares del mundo. Un estudio realizado en Shanghai, China, a 247 niños de edad preescolar, encontró evidencia de que el nivel de actividad física de los padres tenía una fuerte influencia sobre el nivel de actividad de sus hijos, siendo la influencia materna más importante de lunes a viernes, y la paterna durante los fines de semana. Otro hallazgo interesante de este estudio, es que el nivel de actividad física de los padres tuvo más influencia sobre las mujeres que sobre los varones.
“Bueno Tío, yo no soy muy activa, pero si le brindo todo el apoyo a mis hijos en sus actividades físicas y deportivas”, esto es sumamente importante y existe evidencia científica que han encontrado que el apoyo de los padres tiene una influencia positiva sobre la actitud de los hijos hacia la actividad física; sin embargo, su impacto es menor que el que genera tener padres activos.
¿Por qué es importante la actividad física de los padres?
Como les dije previamente, los niños aprenden al observar e imitar a sus padres. Cuando estos se involucran en actividad física, brindan un ejemplo tangible para que sus hijos lo sigan. Al ser activos, los padres les están demostrando a sus hijos la importancia de llevar un estilo de vida saludable. Dicho esto, existen otros beneficios de ser una familia activa que les mostraré a continuación:
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Unión familiar: Participar en actividades físicas en familia puede fortalecer los vínculos y crear recuerdos que durarán para toda la vida. Es tiempo de calidad. Actividades como andar en bicicleta, correr, hacer ejercicios funcionales o hacer deportes juntos no solo promueven el bienestar físico, sino que también fomentan conexiones emocionales dentro del núcleo familiar. Una familia que entrena junta es una familia feliz.
Beneficios para la salud: Ya he escrito varios artículos acerca del impacto que tiene la actividad física regular sobre nuestra salud. Los beneficios incluyen reducción del riesgo de obesidad, enfermedades crónicas y cardiovasculares, fortalecimiento de músculos y huesos, y mejora del bienestar mental, tanto para niños como para adultos.
Conclusión
Conviértete en un modelo activo para tus hijos. Haz de la actividad física un hábito. Participa en actividades físicas que disfrutes e invita a tus hijos a unirse. Si queremos que nuestros hijos crezcan “sanos y fuertes”, incentivémoslos a que hagan ejercicios dando el ejemplo.
Los padres desempeñan un papel crucial en la formación de los comportamientos y hábitos de sus hijos, incluido su nivel de actividad física. Al dar ejemplo, participar en actividades físicas en conjunto y hacerlo divertido, los padres pueden inspirar a sus hijos a adoptar un estilo de vida activo y saludable.
Conviértete en una persona saludable y atlética, para que cuando algún extraño felicite a tus hijos por su alto nivel de actividad física, resistencia cardiovascular y fuerza muscular, ellos puedan decir con orgullo “Muchas gracias. De tal palo, tal astilla”.
El Uncle