Definición de: "Líder del siglo XXI"
CONCLUSIÓN: ¿Cuál es para mi la definición de “Líder siglo XXI?
Existen cientos de definiciones de líder para todos los gustos. Desde las que parecen sensatas a las más esotéricas. Tras un larguísimo itinerario llego a la conclusión de que mi definición ideal cumple tres puntos:
1º.- Un “Líder siglo XXI” es aquel que domina nuestros 27 comportamientos vinculando todos ellos, unos con otros y todos a la vez. De forma simultánea, no de forma sucesiva.
2º.- Lo anterior sólo se puede hacer posible si el líder, sobre todo, es alguien que se conoce bien a sí mismo, que se dice pronto. Quien no posea esta cualidad en grado notable, podrá ser un genio en otros muchos aspectos; pero para mi no es líder. Líder, es una expresión fuertemente vinculada a la excelencia personal y profesional. Y es totalmente independiente de cuál sea su personalidad, nivel de autoridad, inteligencia o conocimientos.
3º.- Es humilde. Decir esto es una redundancia, porque quien se conoce bien a sí mismo, es humilde; y es igualmente cierto lo contrario. De tal forma que liderazgo y humildad, forzosamente, son las dos caras de la misma moneda. También la humildad, a veces, se interpreta inadecuadamente: No consiste en estar pasivo sentado en una silla contemplando el cielo; todo lo contrario: es estar trabajando a lomo caliente con honestidad, imaginación y coraje. Quien no es humilde se cree ser lo que no es. Incluso se puede llegar a creer que es Dios, (se “endiosa”).
Esta es la conclusión. Ahora voy a argumentar el por qué:
¿Cuál es la clave de toda la cuestión?
1.- Toda la vida, hasta fines del siglo XX, fue la misma la definición de líder: persona que está a la cabeza de un grupo de gente, que lo organiza y lo dirige hacia un objetivo fijado por el propio líder. Así lo definió Sun Tzu, el famoso estratega militar chino 500 años antes de Cristo, en “El arte de la guerra”. Los siete factores que componían la esencia del liderazgo eran: La autodisciplina, la determinación, el logro, la autoridad, la responsabilidad, el conocimiento y el ejemplo. El análisis era práctico y correcto. Aunque siempre el éxito venía determinado por la habilidad personal del líder.
2.- Este concepto se apoya en dos supuestos claves: Primero en la naturaleza del propio líder que tenía mayores conocimientos y sabía lo que había que hacer, y segundo en la naturaleza de los seguidores, que no lo sabían y estaban ignorantes.
3.- Desde 1980/90, siglo XX, hasta el 2010, XXI, se pasó con notable rapidez, en dos o tres décadas, de la época analógica a la digital. Fue un cambio radical sin precedentes en toda la historia de la humanidad. Porque los seguidores dejaron de ser ignorantes y pasaron, de forma muy rápida, a casi igualar los conocimientos de líder y de los equipos directivos. Y así, el liderazgo del siglo XX empezó a dejar de funcionar. Pero muchos no han sabido, no han podido, o no han querido admitir que las cosas son así, y continúan como si nada hubiera cambiado.
¿Cómo ha sido la evolución desde el mundo analógico (siglo XX y anteriores), al siglo digital (Siglo XXI y posteriores)?
En un resumen brutal, observemos con detalle los acontecimientos que originaron el gran cambio:
En 1990 había en el mundo entero:
- 12,4 millones de usuarios de teléfono (0,25% de la población mundial de 1990) y
- 2,8 millones de usuarios de internet (0,05% de la población mundial de 1990).
20 años más tarde en 2010 había en el mundo entero: (Obsérvese el cambio)
- 4000 millones de usuarios de teléfono (67% de la población mundial de 2010) y
- 1800 millones de usuarios de internet (26,6% de la población mundial en 2010).
El año 2000 es el punto medio entre 1990 y 2010.
Es decir, dos crecimientos de 320 y 640 veces en 20 años. Con lo que extraordinarios volúmenes de información han llegado y siguen llegando actualmente a grandes masas de población que estudian y se forman. Antes no tuvieron la oportunidad.
Ese cambio tan drástico creó un mundo distinto: el de la globalización, la información, la complejidad del cambio y la desaparición de jerarquías y del poder de posición.
Y esto fuerza un cambio importante del concepto “Liderazgo”.
¿Cómo han venido definiendo siempre “líder” los medios de comunicación social?
Generalmente se había entendido que un “líder” es quien:
- Tiene el mando, o la máxima autoridad.
- Tiene carisma personal, popularidad y magnetismo.
- Lleva a la gente donde no habrían sabido ir solos, (el conductor de caravanas del oeste).
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- Mejor conoce y representa los intereses de todos.
- Tiene psicología para saber lo que necesita el grupo.
- Tiene mayor status, experiencia o conocimientos.
Incluso se supone que un líder es un héroe, un genio, un superhombre, un ídolo, un campeón, una estrella, un supermán o algo similar. Lo que le lleva a olvidarse de que es una persona como los demás.
¿A qué conduce creer que las cosas siguen igual?
A tener un concepto erróneo de lo que hoy significa ser líder. Esa equivocación le arrastrará a comportamientos erróneos y peligrosos, que da origen a profesionales:
autoritarios,
incapaces de crear equipo,
incapaces de exigir responsabilidad y poner a cada uno en su sitio,
incapaces de poner el servicio al cliente por encima de todo,
incapaces de estar aumentando la productividad constantemente, ...
y en una palabra incapaces de lograr los mejores resultados.
¿Qué necesita hoy día, en el siglo XXI el empleado de la empresa?
Hoy día, el empleado ha cambiado de forma radical con respecto al del siglo pasado. Quiere tener voz y ser diferente porque se da cuenta de que su aportación podría ser realmente superior. Quiere contar para algo. Al tener más formación e información, equilibra mucho el liderazgo de los de arriba.
Ahora lo que necesita es:
De donde se deduce que el concepto de líder tradicional del siglo XX ya no sirve: es necesario uno nuevo.
¿Por qué es necesario otorgar “empowerment” (autoridad + responsabilidad) a todos los profesionales de la empresa?
El empleado quiere tener voz y ser diferente porque se da cuenta de que su aportación podría ser realmente superior. Quiere contar para algo. Ahora se comunica más; ve más; oye más; y sabe más. Los empleados al tener más formación e información, equilibran mucho el liderazgo de los de arriba. Pueden ser muy capaces de resolver los graves problemas que suele tener habitualmente toda empresa.
Por tanto, a los empleados se les debe otorgar un mayor nivel de autoridad + responsabilidad (“empowerment”). Pero no esto solamente. Es preciso, además, aportarles visión, estrategia, cultura, valores, comunicación, motivación, influencia, objetivos, delegar, negociar, …. Y, ¡cuidado!, también el jefe debe ejercer sobre él la autoridad correspondiente.
¡¡Precisamente así es como resultan los 27 comportamientos del líder!! Que forman un rico tejido de conceptos interconectados para el éxito en el siglo XXI. Claro está que eso es más difícil que llegar y decir qué hay que hacer.
El dotar de autoridad + responsabilidad a los empleados, muchos lo consideran una amenaza y un desafío excesivo porque consideran que en esa medida ellos la pierden lo que les origina mucho estrés. No se dan cuenta que lo que hace falta es otra cosa: un tipo de liderazgo siglo XXI. Actualmente no se puede dirigir eficazmente el negocio como antaño desde la cima; necesitamos la contribución de todos y cada uno de los miembros de la organización.
Un saludo cordial a todos. Seguiré.
Ex Subdirector Grl. de Nacional Re
3 semanasSeguirás, Josemari, porque tú liderazgo renovado es una gran y necesaria aportación
Presidente del Comité "Universidad, Formación y Empresa" del Instituto de la Ingeniería de España.
1 mesQuerido Josemari Cardona Labarga muy de acuerdo contigo