Del Bienestar del Yo al Bienestar de Nosotros

En últimos meses, muchas empresas comenzaron y con una muy buena intención a pensar, buscar, entender cómo se puede mejorar el bienestar de los equipos de trabajo, orientados claramente a encontrar un conjunto de herramientas que permita atacar temas como manejo del tiempo, ansiedad, teletrabajo, multiplicidad de tareas, ritmo de trabajo, ritmos de emociones y la lista podría continuar en esta nueva etapa de la pandemia que nos dejó nuevamente atrapados detrás de las pantallas.

Celebro de manera particular, que este tema, el bienestar, este en la agenda de trabajo, celebro que podamos conversar y dar lugar al mismo, nos humaniza, nos hace vulnerables, nos hace poner en palabras aquello que nos ocurre y eso siempre fue señal de salud. 

Ahora bien, claramente esta necesidad fue encarada en general por las áreas de recursos humanos, un conjunto de profesionales que vemos y revisamos este tema hace muchos años, quizás desde distintos enfoques o herramientas, recuerdo que hace más de quince años, que el clima mide entre otras cosas carga de trabajo, organización del tiempo, equilibrio entre la vida laboral, también sabemos que durante mucho tiempo alla por el viejo mundo, tuvimos clases de yoga, frutas, y tantas otras cosas.

El año pasado también se volvió a instalar el tema de la preocupación por las sillas, los monitores, etc. Sin embargo, pareciera que aún no pudimos encontrar una mejor respuesta de cómo construir espacios de trabajo más saludables, ya que los síntomas en los equipos de trabajo continúan y de manera aumentada. Nos encontramos con personas que nos dicen:

"mi agenda está explotada

me “pusieron” reuniones todo el dia,

no tengo tiempo para poder cocinar,

la carga de trabajo producto de todos los cambios que tuvimos que hacer para adaptarnos al nuevo contexto aumento,

a la noche no puedo descansar,

me paso más de 12 horas conectado,

me entran chats todo el día,

me tengo que desconectar empieza otra call,

Tengo mas de 10 proyectos al mismo tiempo. y la lista podría seguir.

Claramente no son tiempos tranquilos para nuestra salud mental, y sobretodo para la salud mental en el trabajo. Frente a este escenario, en el último tiempo nos encontramos con charlas, webinars, influencers, relatos que piensan la salud mental como un acto solitario, me gusta llamarlo un YO Autoregulado, y centran su mirada en conectarse con un mismo, mira tus propias emociones, viajar a la naturaleza para recargar energías, hacer pausas, respirar, gestionar las emociones, revisar los propios ritmos, revisar nuestra fortalezas, son muchas las recetas del YO. Todas las propuestas ponen el foco en que la respuesta está en YO Autoregulado, todopoderoso, motivado, empoderado, y parecería que con 4 pasos todo se resuelve…sin embargo, cada que termina esas charlas que nos “calman”, el hechizo termina poco y volvemos las rutinas paranoigénicas, que va más allá de las horas de trabajo, sino a una forma particular de qué entendemos por productividad, que entendemos por trabajo terminado y de calidad, qué entendemos por confianza en el equipo, cuales son los niveles de autonomía y de conexión con el propósito y da sentido a todo lo que hacemos.

Ahora cuando uno comienza a pensar en todos estos elementos, el YO Autoregulado, no alcanza, se queda pequeño y frustrado frente a esta dimensiones que impactan en la posibilidades que tiene un sujeto de adaptarse creativamente a su entorno laboral con salud. En este punto parece que nos encontramos en un callejón sin salida, y la angustia sube más porque nos encontramos con este Yo Autoregulado, que se quedó sin respuestas, ni fortalezas, ni respiraciones, ni nada. Pero, hay una buena noticia, y es que no trabajamos solos, en una isla, así estemos detrás de una pantalla, por eso debemos pasar del Bienestar del YO al Bien-Estar de Nosotros, y este pasaje inserta a este Yo en un sistema de trabajo, en una trama de relaciones, en un sistema de creencias colectivas, entonces debemos trabajar en lograr una mejor sincronización con otros, en poder revisar nuestras creencias, en una reflexión colectivas, en respuesta que den lugar al diseño de sistemas que albergan variables saludables de manera de equipo, porque uno no trabajo solo, sino con otro, con el cual básicamente tiene que poder dialogar, poner en palabras, hoy hablamos de seguridad psicológica, que posibilidades tenemos de decir NO, de decir y traer lo que nos pasa, y para que esto suceda tiene que aparecer un sistema que genere apertura, que genere tiempo y de importancia a los equipos, a las conversaciones, y sobretodo a una verdadera valoración del Bienestar. Si No pasamos del Bienestar del YO al Bienestar de Nosotros, nos quedamos a mitad de camino, y está en riesgo nuestro futuro sustentable, porque cuando un equipo se “quema” cuando un equipo comienza con Burn Out, llegamos tarde, y ya nada se puede hacer.

Me gustaría leer tu aporte, cómo tu organización aborda el bienestar, que características tiene su sistemas, ¿Podes decir no? ¿Puedes abordar con otros conversaciones que promuevan la salud? ¿Es un abordaje del yo, o es un cambio en el sistema?