Desenmascarando Mitos: "Lo No Ergonómico Disfrazado de Comodidad"

¿Alguna vez te has detenido a pensar si lo que consideras "cómodo" en tu entorno de trabajo realmente apoya tu bienestar y productividad? Es hora de enfrentar algunas verdades incómodas sobre las creencias populares que hemos asumido como verdaderas en lo que respecta a la ergonomía en nuestro espacio laboral. Estas creencias, a menudo arraigadas por sesgos como el estatus, la tradición y el marketing, pueden estar comprometiendo tu salud sin que siquiera lo sepas.

Recordemos que lo verdaderamente "ergonómico" en el trabajo es un equilibrio esencial entre comodidad, eficiencia y salud física y mental a largo plazo. Vamos a desenmascarar algunos mitos comunes que podrían estar perjudicando tu salud y tu productividad.

Mito 1: La Comodidad Engañosa de las Sillas Acolchadas y de Cuero

A menudo, cuando pensamos en comodidad, imaginamos una lujosa silla de cuero, suave y acolchada, perfecta para reclinarse. Sin embargo, esta imagen está lejos de ser ideal para una silla de trabajo. Las texturas demasiado blandas pueden provocar una mala alineación de la columna vertebral y carecen del soporte lumbar necesario, lo que puede conducir a una postura encorvada y a una fatiga muscular acelerada. Además, el cuero puede incrementar la temperatura corporal y dificultar la transpiración, lo cual es menos que ideal para jornadas prolongadas.

Consejos Prácticos:

• Elegir una correcta silla de trabajo con ajustes personalizados que se adapten a las características de la actividad que se vaya a realizar.
• Priorizar materiales transpirables que mantengan una temperatura corporal adecuada durante todo el día.
• Alternar posturas durante la jornada laboral que estimulen el movimiento corporal y los estiramientos.

Mito 2: El Encanto Práctico de las Pantallas Pequeñas

En la era de la portabilidad, las pantallas pequeñas se han vuelto omnipresentes. Son compactas, portátiles y listas para usarse en cualquier lugar—pero ¿a qué costo para tu salud? Forzar la vista, encorvar la espalda y flexionar el cuello son solo algunos de los problemas asociados con el uso de dispositivos pequeños que tanto valoramos por su conveniencia.

Cuando usamos pantallas constantemente, hay un incremento de los movimientos repetitivos y finos, como deslizar o realizar clics frecuentes con los dedos, lo que puede aumentar el riesgo de lesiones.

Consejos Prácticos:

• Utilizar monitores externos para ampliar tu espacio de trabajo visual y ajustar la altura de la pantalla para reducir la tensión ocular y del cuello.
• Preferir versiones de escritorio para plataformas de mensajería y aplicaciones mientras trabajas.
• Alternar funciones de dictado y recepción de mensajes por audio, cuando el trabajo lo permita.
• Introducir ejercicios cortos de estiramiento para el cuello, espalda y miembros superiores.
• Controlar el tiempo de exposición a pantallas en niños y adolescentes.

Mito 3: El Placer Culpable de Trabajar Desde la Cama

Trabajar desde la comodidad de tu cama puede parecer tentador, especialmente para quienes trabajan o estudian de forma remota. Sin embargo, la cama no está diseñada para sesiones de trabajo prolongadas y puede causar mayor tensión en tu columna y cuello.

Colocar el equipo sobre las piernas genera disconfort térmico, promueve posturas estáticas y poco saludables si se hace por espacios prolongados de tiempo.

 Consejo Práctico:

• Establece un espacio de trabajo dedicado a las actividades laborales y de estudio, separado de los espacios de ocio y descanso, para mantener un equilibrio físico y mental armónico.

Mito 4: Cuando los Apoyabrazos son Más un Símbolo de Estatus que de Practicidad y Comodidad

A lo largo de la historia, los muebles que incluían apoyabrazos eran considerados símbolos de estatus y confort. En la Edad Media, los tronos y las sillas de autoridad solían tener apoyabrazos, indicando el estatus y poder de quien los ocupaba.

En la actualidad, los apoyabrazos siguen siendo un elemento común en muchos tipos de sillas, y continúan representando tanto confort como estatus, sin embargo ¿hasta qué punto los apoyabrazos son funcionales, facilitan los movimientos corporales y una postura saludable en los entornos de oficina? . “Depende del tipo actividad que se esté realizando” pero a nivel general para una silla de trabajo continuo y prolongado afirmaría que los apoyabrazos fijos son inconvenientes porque no responden al principio ergonómico de ajustabilidad. Incluso los graduables según su diseño pueden interferir con la movilidad y acceso correcto de la persona al espacio de trabajo generando tensiones corporales y comprometiendo toda la postura.

Consejos Prácticos:

• No asumir que una silla con apoyabrazos es ergonómica simplemente porque los incluye. Usarlos depende de varios factores, como el espacio de trabajo y las actividades para las que están destinados.
• Privilegiar un espacio con mayor profundidad para apoyar los brazos sobre la superficie, que a menudo puede suplir la necesidad de apoyabrazos.

Algunos modelos de sillas permiten retirar los descansabrazos. Hazlo, si al evaluar aspectos como la accesibilidad y giros del cuerpo, estos generan interferencia con la mesa.

Mito 5: La Elegancia de Cruzar las Piernas al Sentarse

Cruzar las piernas al sentarse puede ser cómodo y culturalmente elegante, pero puede afectar la circulación sanguínea y causar problemas posturales si se mantiene durante períodos prolongados. Según estudios realizados, cruzar la pierna a la altura de la rodilla provoca un aumento significativo de la presión arterial. 

 Consejos Prácticos:

• Ser consciente de la postura del cuerpo y cruzar las piernas solo por períodos cortos. Mantener los pies bien apoyados en el suelo, las rodillas alineadas, ayudan a mejorar la circulación y reduce la presión en la espalda baja.
• Realiza cambios de postura frecuentemente mejora la circulación y oxigenación de la sangre. Permite relajar los músculos y reducir la fatiga previniendo lesiones.

Conclusión

Es hora de cuestionar y desafiar los viejos paradigmas. Escucha a tu cuerpo y haz ajustes conscientes en tu entorno laboral. Adoptar prácticas ergonómicas no solo mejora tu salud y bienestar en el trabajo, sino que también potencia tu productividad y satisfacción general.

¿List@ para desafiar tus creencias sobre la comodidad? Comparte estos mitos con tus amigos, comenta cuál de ellos te sorprendió más o de otros has identificado en tu experiencia. Juntos, podemos construir espacios de trabajo más saludables y ergonómicos.

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