Desigualdad Laboral en las Mujeres

Desigualdad Laboral en las Mujeres

Últimamente nos preguntamos, si trabajadores y trabajadoras de una empresa reciben el mismo salario y tienen las mismas oportunidades. ¿Lo has pensado tú alguna vez? En muchos casos, la respuesta a la pregunta es no.

Es cierto que el papel de la mujer en el mundo laboral ha ido evolucionando, pero todavía siguen existiendo desigualdades en todo el mundo, empezando por nuestro entorno más inmediato.

El 43,6% de las mujeres productivas trabaja, y de ellas, pocas pueden ocupar un cargo de liderazgo en su empleo.

De acuerdo al Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las mujeres mexicanas trabajadoras tienen pocas condiciones para garantizar su entrada, permanencia y crecimiento en un centro de trabajo ya sea por condiciones de igualdad o por respeto a sus derechos.

Asimismo México se encuentra entre los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con un alto índice de desigualdad laboral por género, debido a que 60% de las mujeres trabajadoras carece de protección social y derechos.

¿Pero, qué es la Desigualdad Laboral en las Mujeres?

Es un conjunto de normas informales al interior de las organizaciones que dificultan a las mujeres ascender en la jerarquía organizacional, independientemente de sus competencias laborales o logros alcanzados.  Este término hace referencia a una metáfora donde hay una barrera invisible que representa un límite de crecimiento y desarrollo laboral derivado de los estereotipos sociales.

Desigualdad entre hombres y mujeres, ejemplos:

Estudios

Las mujeres que superan el acceso a la universidad son casi el 60%, mientras que la cifra en los hombres es de un 41%. En cuanto a los resultados, ellas aprueban un 82%; ellos, un 72%. Unos datos que contrastan con las cifras de brecha salarial que veremos a continuación.

Empleo

El salario medio anual de una mujer es un 22,17% más bajo que el de un hombre, un buen ejemplo de la desigualdad de género. La tasa de empleo en mujeres es del 44% mientras que la de los hombres es del 55,7%.

Por otra parte, las mujeres invierten 26,5 horas en trabajo no remunerado, mientras que los hombres solo dedican 14 horas a estos trabajos.

Datos en México:

  • En estados como Colima, la tasa de participación económica femenina es de casi 56%, similar a la de Estados Unidos. Sin embargo, hay entidades como Chiapas, cuya tasa (31%) es similar a la de Turquía.
  • El mayor desafío de las entidades está en generar incentivos para mejorar las condiciones laborales para las mujeres: mayores ingresos, una mayor participación de mujeres en puestos de liderazgo y políticas de flexibilidad que sean compatibles con las múltiples responsabilidades que ellas asumen.
  • Los gobiernos estatales son catalizadores de cambio para que más mujeres entren, permanezcan y crezcan en el mercado laboral.
  • En México se desaprovecha el talento de las mujeres. Es por ello que el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó los Estados #ConLupaDeGénero 2022 y encontró que las entidades federativas están reprobadas en otorgar condiciones laborales óptimas, y que cada una de ellas vive una realidad distinta. Estas disparidades frenan el potencial económico del país y limitan la autonomía económica de las mujeres.  

Pero ¿Cómo impulsar medidas para la igualdad de género?

El trabajo comienza en el ámbito interno de las empresas con las medidas que favorezcan la igualdad de la mujer en el ámbito laboral. Algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo son las siguientes:

  • Creación de una cultura corporativa basada en la igualdad de género. Sin esta base, cualquier acción que se tome no tendría sentido ni resultados positivos. Los valores de la empresa deben cambiar para favorecer la igualdad.
  • Reconocimiento de la mujer. No solo es importante a nivel salarial sino también en relación con los logros que se consigan.
  • Promoción del liderazgo femenino. Hombres y mujeres deben tener las mismas oportunidades de ocupar puestos directivos y liderar equipos dentro de las empresas.
  • Utilización del lenguaje inclusivo en las comunicaciones. Es importante cuidar el lenguaje que se utiliza en la comunicación interna y externa de la empresa para que incluya siempre a las mujeres.

Asimismo, no olvidemos que la actual Reforma Laboral ya incluye la obligación de los centros de trabajo para la prevención de diversos factores de riesgo incluida la violencia laboral, que las empresas cuenten con protocolos para erradicar la discriminación por razones de género.  Así como la reforma constitucional relativa a la paridad de género que permitirá “garantizar” la ocupación del 50% por mujeres en los puestos, contribuyendo a la igualdad, no discriminación e inclusión.  Si bien, estos aspectos sin lugar a dudas representan un gran avance, las cifras aún nos dan otra fotografía nacional.

Por ende, aún hay mucho por hacer, resulta indispensable seguir trabajando en el desarrollo de políticas públicas, fomentar la equidad de género (protocolos, códigos de conducta, entrenamientos), implementar políticas de tolerancia cero para erradicar las conductas de violencia y discriminación en los espacios de trabajo, que a final de cuentas tendrán un impacto positivo no solo para las mujeres que trabajan ahí, sino para todos los colaboradores.  Y que tarde o temprano incidirán en la sociedad en general.

¿Quieres saber cómo ser inclusiv@ en tus procesos de reclutamiento y considerar a mujeres y hombres por igual?

¡Descubre cómo desde nuestro servicio de reclutamiento podemos apoyarte a llevar a cabo esta importante labor en tu empresa!

Conoce este servicio aquí y síguenos en todas nuestras redes sociales.


Fuentes: El Economista, Imco, Unam Global y Oxfam

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas