¡Despierta anfitrión!
Tan fugaz, tan rápido es el devenir en el paso del tiempo, tan escueta su linealidad entrelazada de pasado, presente y futuro…y entre medias de este tapiz grisáceo, el hombre intenta dibujar su impronta…4.500 millones de años de evolución mental, para tan solo distinguirnos del mono en pequeños matices de raciocinio mal interpretado, de asunción de paradigmas, de creencias, de limitaciones, de marcadas lindes psíquicas que involucionan de nuevo a ameba…
…¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?…
El hombre ha convertido su poder en una incapacidad para enfrentarse a la eternidad para la que fue creado…Un escarabajo pelotero, que se agarra a su propio mundo de excrecencia, como el producto final del proceso de su larga y mediocre digestión.
Triste imagen la del hombre incapaz de ser hombre… ¿Cuándo dejó el hombre de soñar? O mejor aún… ¿Cuándo dejó el niño de ser niño?
“Cuando seas como un niño entrarás en el reino de los cielos”…Quizá estas palabras dichas a un adulto sean el fundamento de la verdad… ¿Qué verdad?…la única verdad.
El hombre intenta atrapar y agarrar el reflejo…pero éste no es más que un reflejo…
La imagen misma, la medida del hombre y el concepto de sí mismo como la piedra angular de todo lo que existe…
…es esta huella la que probablemente dibuje un atisbo de color en el tapiz blanqueado de una mente no condicionada…
“Volver a nacer de nuevo”… dejar de fijar tu atención en el viejo concepto de ti mismo y volverse a la imagen de un nuevo ser…ese que un día ( el tiempo no existe, es una percepción) fue creado a imagen y semejanza del poder creativo.
¡ No te dejes engañar!… ¡Despierta!…y abre tus puertas, anfitrión a tu nuevo concepto… ¡Se tu mismo!…¿Quién entonces?