Duda y Rigidez Muscular
Artículo de opinión
¿Por qué decisiones aparentemente simples—como elegir entre dos variedades de café o determinar si salir de casa—pueden llegar a generar una tensión física tan marcada? Este fenómeno, en el que la duda se ve acompañada de rigidez muscular, evidencia la interacción compleja entre nuestros circuitos cerebrales y los conflictos psíquicos subyacentes.
En el plano neurocognitivo, la literatura científica describe la participación conjunta de la corteza prefrontal dorsolateral, responsable de planificar y comparar alternativas, y de la corteza cingulada anterior, que monitorea conflictos internos. El componente emocional recae en gran medida en estructuras límbicas como la amígdala. Sin embargo, lo que pasa desapercibido con frecuencia es la forma en que estos mecanismos de alerta incrementan la actividad de la motoneurona alfa en la médula espinal, intensificando el tono muscular incluso ante dilemas cotidianos. Un trabajo reciente (Allen & Smith, 2020) mostró que, en condiciones de incertidumbre o “conflicto cognitivo”, hay un aumento significativo en la frecuencia de disparo de tales motoneuronas, lo que sugiere un sutil estado de preparación para la acción o defensa.
Este “bloqueo” motor adquiere relevancia clínica cuando se manifiesta como ambitendencia, es decir, el inicio de un movimiento interrumpido casi de inmediato. En tal situación, el sistema nervioso puede vacilar entre señales antagónicas—avanzar o detenerse—, generando una tensión física que refuerza la indecisión. En escenarios más graves, esta dinámica se relaciona con catatonía, donde el individuo puede permanecer inmóvil con una rigidez sostenida. La literatura (Fink & Taylor, 2009) describe este cuadro como una manifestación extrema de conflicto psíquico e inhibición motora.
Desde la concepción topográfica propuesta por Freud, la duda y la rigidez motora pueden entenderse además como un choque entre contenidos conscientes, preconscientes y deseos o temores reprimidos. El inconsciente, albergando impulsos que no siempre reconocemos, refuerza la indecisión bajo la forma de tensión corporal. Esta capa profunda ilumina por qué ciertas personas exhiben oscilaciones motrices—o incluso bloqueos—sin una etiología neurológica convencional.
La combinación de miradas neurocognitiva y psicoanalítica ofrece una comprensión más rica de este fenómeno. No se trata simplemente de falta de información o de un abanico excesivo de opciones, sino de un proceso en el que la respuesta muscular refleja la pugna emocional e inconsciente que late en segundo plano. Por ello, algunos enfoques terapéuticos integran psicoeducación—para explicar la activación cerebral ligada a la duda—con intervenciones destinadas a explorar los conflictos internos.
El movimiento, concebido como rutina de ejercicios o prácticas de conciencia corporal, puede funcionar como modulador positivo en esta relación entre duda y rigidez. Varias estrategias, que van desde la fisioterapia hasta la danza-movimiento-terapia, buscan “recalibrar” la señal motora y romper el círculo vicioso en que la tensión alimenta la indecisión. Al aliviar el exceso de tono muscular y promover la fluidez corporal, es posible favorecer una experiencia menos rígida tanto en el ámbito físico como en el psíquico.
En definitiva, reconocer que la duda está estrechamente vinculada con la activación motora y con los dinamismos inconscientes nos conduce a repensar los enfoques clínicos y preventivos. El sustento neurobiológico respalda la correlación entre conflicto cognitivo y rigidez, mientras que la perspectiva psicoanalítica revela la hondura emocional que puede perpetuar la indecisión. Entender este fenómeno en su totalidad exige una óptica unificada en la que mente y cuerpo sean concebidos como dos caras de una misma realidad.
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Dr.D
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Referencias
Allen, E. W. & Smith, J. D. (2020). Stress-Induced Elevation of Alpha Motor Neuron Firing. Journal of Neuroscience, 40(8), 1234–1245.
Fink, M. & Taylor, M. A. (2009). The Catatonia Syndrome: Forgotten but not Gone. Archives of General Psychiatry, 66(11), 1173–1177.
Médica, Esp. en Pediatría, Doctora en Medicina.
1 semanaEl miedo, la tristeza, la duda, realmente paralizan. Apagan la inicitaiva y la cratividad. Qué importante pensar en esta interesante reflexión sobre cómo el movimiento ayuda a sanar.