Dureza mental: el manejo de tus emociones

Dureza mental: el manejo de tus emociones

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¿Crees saber cómo afrontar ciertas adversidades en tu vida?

No han sido pocas las personas que llegué a conocer y vivieron, al igual que yo en determinado momento, situaciones de aprietos económicos. Y cuando te digo “aprietos” me refiero, por ejemplo, a estados de bancarrota de la noche a la mañana.

Vi cómo esas personas se resignaban bajo la excusa de “no me queda otra, esto fue lo que me tocó. Con lo que tengo es suficiente”.

Te puedo asegurar que esas actitudes de conformismo no la hubiesen tenido ante otras circunstancias. Pero ¿qué pasaba para que simplemente se resignaran? Fácil; vieron que era más fácil resignarse y vivir en un estado de “comodidad” en vez de afrontar las situaciones, esforzarse y desarrollar la fortaleza mental.

 

La disciplina es la clave

Probablemente creas que disciplina y dureza mental son lo mismo. Sí están ligadas, pero no –insisto-, no son lo mismo.

Me explico mejor: la disciplina es el compromiso que adquieres, la constancia y el empeño que pones para lograr un propósito; y todo eso lo desarrollas gracias a la dureza mental. Te lo resumo de esta forma, para poder llegar a tener una dureza mental debes tener disciplina.

Aquí aplica, con motivos de sobra, una frase de Tim S. Grover en su libro Implacable: de extraordinario a imparable y que –particularmente- siempre tengo presente: “Ser implacable significa exigirte más de lo que cualquier otra persona podría exigirte, sabiendo que cada vez que te detengas, aún puedes hacer más”.

De estas palabras pueden dar fe jugadores como Michael Jordan, de quien Grover ha sido mentor. Este ídolo del baloncesto llegó a ser excluido del equipo de la secundaria por su estatura y poca efectividad al momento de encestar el balón.

La perseverancia de Jordan lo llevó a entrenar horas y horas, a pesar de momentos de cansancio que lo llevaron a pensar en declinar al propósito que se había trazado; pero justamente ese propósito era el que lo impulsaba a seguir entrenando, allí radicaba su dureza mental. De no haber sido así, ¿lo habríamos conocido como el mejor jugador de básquet de todos los tiempos? Estoy seguro que no. 

 Las emociones y sus influencias

Las emociones juegan un papel determinante en nuestras acciones y sus resultados, y esto no siempre es bueno; mucho menos si no tenemos desarrollada la dureza mental.

¿Cómo pretendes alcanzar una vida de excelencia y abundancia si no tienes la fuerza de voluntad para evitar caer en patrones nocivos?

Los sentimientos y las emociones deben quedar de lado para que puedas tomar las decisiones correctas y lograr tus objetivos; incluso para afrontar situaciones difíciles o inesperadas.

Aquí entra en juego la Bioptimización y uno de sus movimientos esenciales, la Bioneuroemoción, que no es otra cosa sino la transformación de la percepción del pasado. Esto influirá incluso en tu cuerpo, el cual podrás optimizar mediante la sanación de tus emociones con técnicas de bioprogramación.

Tú puedes cambiar ese pasado permitiéndote crear el futuro que deseas. Solo debes soltar las amarras que te mantienen anclado a esas emociones.

¿Te animas a empezar ese cambio?

Laura F.

Profesional en Empleado de gobierno

2 años

Gracias por compartir tus conocimientos.

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