Enamorarse es la respuesta para ser más líder en tu vida diaria

"Amor" es una palabra que no se oye a menudo pronunciarse en los pasillos de una oficina. De hecho nada más lejos de la realidad en un entorno rutinario, donde la capacidad de emocionar parece tan parca como las ganas de expresar realmente lo que sientes por pudor, miedo, verguenza o temor a parecer débil y vulnerable.

Por supuesto que siempre habrá el que identifique esto con el amor romántico y crea que estamos hablando de cómo lidiar con haberte enamorado/a de un compañero/a de trabajo.

Quizás ese tema sea más adecuado para un respetable lector/a del último número del cosmopolitan, aquí reflexionamos sobre todo lo que acontece en el ser humano a la hora de enfrentarse al reto diario de liderar su vida , y ello implica "take de bull by the horns" de nuestras relaciones humanas y ponerlas a la vanguardia de nuestras prioridades

Tal vez no sea sorprendente que los que perciben mayor afecto y cariño de sus colegas realizan mejor su trabajo, ningún dato parece que pueda negar esa afirmación, pero hay tan pocos gerentes que se centren en la construcción de una cultura emocional que casi puede parecer una utopía reclamar corazón donde sólo hay ejecución.

El problema surge siempre en los CEO´S que usan la excusa de costumbre.. "yo me sé la teoría también, pero cómo lo llevo a la práctica? tengo que dar palmaditas en la espalda a todo el que venga ?"

Su desprecio a que esa emoción pueda formar parte de un clima laboral se nota desde sus primeras palabras, porque sencillamente no se lo cree.

Si le cuentas detalles sobre la comunicación, sobre las maneras de expresar, sobre cómo las palabras pesan , motivan y desmotivan, en general desdeñará cualquier observación por considerarla superflua y lejos de su radar, que tiene todo controlado

Un triángulo amoroso, al contrario que en una relación romántica, puede ser algo productivo si somos capaces de poner a cada uno en el lugar correcto

En esos casos, nada podemos hacer. Como dijo recientemente un laureado escritor norteamericano "no perdamos el tiempo con quien es incapaz de asumir ningún postulado que no sea suyo". Porque una de las bases de ese amor productivo es la generosidad, es entregarte a un sueño, a un trabajo, a un proyecto con la capacidad comprobada de hacer que los demás se enamoren del mismo

Enamorarse. Suena tan cautivador como imprevisible, pero han sido las personas enamoradas las que han provocado cambios en su vida y en la de los demás. Puedo decir, y seguramente aún habiéndome equivocado, que el 90% de las personas que he reclutado en mi vida mostraban los síntomas de estar aquejados por ese síndrome; de estar o haber estado enamorados de su profesión, de aquello que alguna vez les hizo sentirse personas plenas y útiles.

Y cómo conseguimos ese estado? al igual que en una relación íntima, no podemos forzar las cosas , quizás podremos fingir un tiempo ser lo que no somos, pero el día a día va a derrumbar poco a poco nuestra fachada, dejando entrever que no nos gusta lo que hacemos, que no es aquello con lo que nos sentimos como esas personas que se levantan cada día con una razón para sonreír

Hoy en día, donde ser hiper-independiente está de moda, muchas personas dicen aquello de que "no quiero a nadie que me ate".

Respetando las decisiones de cada uno, eso responde en general a una concepción del amor como algo posesivo y restrictivo..

Sin embargo hay otro bando, sin temor a engancharse, porque ellos lo ven como atrapar la vida.

Para ellos amar es sentirse por fin libres de poder expresar lo que tienen con quien desean. Ambos conceptos son legítimos y válidos. Pero sus consecuencias son muy diferentes.

 Qué mejor libertad de poder por fin desarrollar todo aquello que tienes dentro para convertirte en la persona que es capaz de remover cielo y tierra desde su posición para ganar en productividad, para alcanzar sus sueños porque ven que es posible tocarlos con la punta de los dedos, porque tienes una fe profunda y arraigada en tus competencias y posibilidades

Y es que el amor, el que se escribe con mayúsculas, es un acto de fe, aún sin saber si llegará a buen puerto y si todo irá como la seda o será un valle de lágrimas. Sólo enamorado/a puedes tener la voluntad de superar obstáculos, de crear alianzas duraderas y de superar las decepciones.

El liderazgo de tu vida tiene que tener dibujado ese amor a fuego, un amor vulnerable, que puede equivocarse pero que no se rinda ante la adversidad. 

La última consecuencia , si todos estos pasos se caminan día a día, es que acaben enamorándose de lo que hacemos, de lo que significamos, de lo que resolvemos y, por ende, de lo somos.

 Demasiado bueno para que no nos atrevamos a querer ser mejores desde el mismo momento que nos damos cuenta de que amar también nos hace crecer.

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