El backstage del posicionamiento
Aunque miles de kilómetros nos separan de Rusia, estamos por vivenciar online el destino de 32 selecciones (¿equipos todos?) de fútbol. Con las herramientas de comunicación actuales hoy es posible, en tanto representan avances masivos que compartimos con los demás. Y en las organizaciones de un mismo rubro también pasa, claro.
Seguro habrán escuchado alguna vez la frase-excusa “ya está todo inventado, olvidate”. Pero ¿es en realidad tan así? Lo que sucede generalmente es que la materia prima y tecnologías disponibles para la elaboración de un producto X son similares. Volviendo al planeta de la redonda, los botines y camisetas que ofrecen las marcas deportivas son fabricados en materiales análogos. El punto es quién viste esa indumentaria.
Paremos la pelota y reflexionemos. Cuales jugadores de un plantel, el capital humano constituye la llave de singularidad que abre la valla de la monotonía en el mercado. En el aporte de los colaboradores (cada uno desde su función) estará lo distintivo, ese valor agregado único que hoy resulta imprescindible para complacer las exigencias crecientes de los clientes. Ni hablar en el rubro de servicios, donde la intangibilidad de lo ofrecido conduce sin escape a confiar en una promesa.
Si aspiramos a una performance digna en las grandes ligas de nuestro segmento, propongo cinco estrategias vectoriales de diferenciación:
- Observar a la competencia para conocer su experiencia (aciertos y errores).
- Fomentar la creatividad e innovación, incluso desde lo lúdico.
- Analizar la cultura corporativa, reconociendo sus valores centrales como ejes de identidad.
- Detectar el potencial de los empleados y motivar su desarrollo con roles y metas superadoras.
- Establecer proyectos transversales conformando equipos intersectoriales.
Queda en evidencia la necesidad de un plan de comunicación acorde para materializar estos lineamientos globales, trabajando de adentro hacia fuera. Ya no alcanza solo con ser, sino también hay que demostrar, afirma Aldo Leporati en tal sentido. Es fundamental entonces saber transmitir un mensaje claro, original e interesante que impresione al target.
“Atentos: no es lo mismo hacer UN discurso que hacer AL discurso”
La congruencia entre el accionar y lo que se declara al público es innegociable para construir una reputación positiva. Al igual que la ética profesional en las Relaciones Públicas, ese Fair Play garantiza un marco de gestión esperable. Siempre con respeto, sin perder la ilusión… ese motor de la visión. Por eso mi reconocimiento para los que salen a la cancha todos los días, en las buenas y en las malas.
¡Estupendo artículo!