El desafío de la conducción

El desafío de la conducción

Por Alberto Levy, Managing Partner y Gabriel Demarco, Senior Partner, LEVY ASSOCIATES.

La convergencia entre las disciplinas que exponemos en este artículo resultan imprescindibles para la viabilidad de cualquier organización.

La relación entre la dinámica de una organización, el concepto de momentum de la física, el concepto de cognición de las neurociencias, la epistemología constructivista, el pensamiento crítico y la innovación disruptiva puede ser analizada desde varias perspectivas.

Dinámica de una organización: La dinámica de una organización se refiere a cómo se desarrollan, cambian y evolucionan los procesos internos y externos de una organización. Está relacionada con la gestión del cambio, la toma de decisiones, la adaptación al entorno y la eficiencia en la ejecución. En este contexto, el momentum, que en física se refiere a la cantidad de movimiento de un objeto en función de su masa y velocidad, puede ser visto como una metáfora para describir la inercia o impulso que tiene una organización en su trayectoria.

Cognición y neurociencias: La cognición se refiere al proceso mediante el cual los seres humanos adquieren, procesan, almacenan y utilizan el conocimiento. Las neurociencias estudian los procesos cerebrales y neuronales relacionados con la cognición. En el ámbito organizacional, comprender la cognición y las bases neurocientíficas de los procesos de pensamiento y toma de decisiones puede ayudar a entender cómo las personas perciben, interpretan y actúan dentro de una organización.

Epistemología constructivista: La epistemología constructivista es una corriente filosófica que sostiene que el conocimiento es construido activamente por los individuos a través de su interacción con el entorno y la interpretación personal de la información. En el contexto de una organización, la epistemología constructivista implica reconocer que el conocimiento y la comprensión de los problemas y desafíos organizacionales son construidos socialmente por los miembros del equipo. Esto implica que diferentes perspectivas y puntos de vista pueden enriquecer la comprensión y la solución de problemas. A esto lo llamamos Organicidad como complemento del concepto de Organización. Cuando en ese entorno es válido disentir sin perder cohesión, llamamos Factor Lilmod a la proporción de disenso posible sin afectar la cohesión. Por lo tanto el Factor Lilmod puede ser bajo, moderado o alto. Cuanto más alto, mejor.

Pensamiento crítico: El pensamiento crítico es una habilidad que implica analizar de manera objetiva y reflexiva la información, identificar supuestos, evaluar evidencias y argumentos, y llegar a conclusiones fundamentadas. El pensamiento crítico es fundamental para tomar decisiones informadas y resolver problemas de manera efectiva en una organización. Promueve un enfoque racional y reflexivo que puede ayudar a superar los sesgos y mejorar la calidad de las decisiones.

Innovación disruptiva: La innovación disruptiva se refiere a la introducción de nuevos productos, servicios o procesos que alteran significativamente el mercado existente y desplazan a los competidores establecidos. Implica un cambio radical y transformador en lugar de simples mejoras incrementales. La innovación disruptiva puede ser impulsada por una combinación de factores, como la creatividad, el pensamiento no convencional, la identificación de necesidades no satisfechas y la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios del entorno.

En resumen, estas diferentes dimensiones están interconectadas en el contexto de una organización. La dinámica organizacional puede ser influenciada por el momentum en términos de inercia o impulso hacia ciertas direcciones. La cognición y las neurociencias ayudan a comprender cómo las personas piensan y toman decisiones dentro de una organización. La epistemología constructivista destaca la construcción social del conocimiento y la importancia de las perspectivas diversas. El pensamiento crítico es esencial para abordar los desafíos organizacionales de manera informada y reflexiva. Finalmente, la innovación disruptiva implica romper con el status quo y generar cambios transformadores en el mercado.

Estos conceptos pueden ser de gran utilidad para una empresa en varias formas:

Mejora de la toma de decisiones: La comprensión de la dinámica organizacional, la cognición y el pensamiento crítico pueden ayudar a los conductores y equipos de una empresa a tomar decisiones más informadas y fundamentadas. Al comprender cómo funcionan los procesos de pensamiento, cómo se construye el conocimiento y cómo se pueden superar los sesgos cognitivos, se puede tomar decisiones más efectivas y evitar errores costosos.

Anticipación del cambio: La dinámica organizacional y la epistemología constructivista pueden ayudar a las empresas a adaptarse rápidamente a los cambios del entorno. Al comprender que el conocimiento es construido socialmente y que diferentes perspectivas pueden enriquecer la comprensión de los problemas y desafíos, las organizaciones pueden fomentar la flexibilidad, la creatividad y la innovación en respuesta a los cambios del mercado.

Innovación y creatividad: El pensamiento crítico y la innovación disruptiva son fundamentales para impulsar la creatividad y la innovación en una empresa. El pensamiento crítico fomenta la exploración de ideas no convencionales, la identificación de supuestos subyacentes y la evaluación objetiva de evidencias, lo que puede impulsar la generación de ideas innovadoras. Además, comprender los principios de la innovación disruptiva puede ayudar a una empresa a identificar oportunidades de mercado, desarrollar nuevos productos o servicios y mantenerse competitiva.

Gestión del talento y la colaboración: Comprender la cognición y la forma en que las personas adquieren y procesan el conocimiento puede ayudar a las empresas a gestionar mejor su talento. Al conocer cómo las personas aprenden, pueden diseñarse estrategias de capacitación y desarrollo más efectivas. Además, la epistemología constructivista enfatiza la importancia de la colaboración y el intercambio de perspectivas, lo que puede fomentar un entorno de trabajo colaborativo y enriquecedor.

Eficiencia y productividad: Al comprender la dinámica organizacional y las formas en que se pueden superar los obstáculos al cambio, una empresa puede mejorar su eficiencia y productividad. Identificar y abordar los cuellos de botella, los procesos ineficientes o las prácticas obsoletas puede ayudar a optimizar las operaciones y lograr mejores resultados.

En general, estos conceptos pueden proporcionar a una empresa una base sólida para comprender y abordar los desafíos organizacionales, fomentar la creatividad e innovación, mejorar la toma de decisiones, adaptarse rápidamente a los cambios del mercado y fomentar un entorno de trabajo colaborativo y enriquecedor. Esto puede conducir a una mayor competitividad, éxito empresarial y sostenibilidad a largo plazo.

El número 1, en referencia al conductor o cabeza de la organización, tiene una responsabilidad crucial en todo este proceso. Como conductor, su papel es fundamental para impulsar y fomentar la comprensión y aplicación de estos conceptos en la empresa. Algunas de las responsabilidades principales del número 1 son:

Establecer una visión clara: El conductor debe establecer una visión clara y compartida de cómo la empresa puede aplicar estos conceptos para lograr sus objetivos estratégicos. Esto implica comunicar de manera efectiva la importancia de la dinámica organizacional, la cognición, el pensamiento crítico, la innovación disruptiva y la epistemología constructivista en la empresa.

Fomentar la mentalidad abierta: El conductor debe fomentar una mentalidad abierta y receptiva al cambio, la creatividad y la innovación. Debe alentar a los colaboradores a cuestionar el statu quo, aportar nuevas ideas y perspectivas, y estar dispuestos a adaptarse a las demandas cambiantes del entorno empresarial.

Promover la formación y el desarrollo: El conductor debe fomentar la formación y el desarrollo continuo de los colaboradores en relación a estos conceptos. Esto puede implicar proporcionar oportunidades de capacitación, recursos y espacios para el aprendizaje, así como reconocer y recompensar los esfuerzos de desarrollo de habilidades relacionadas con la dinámica organizacional, la cognición, el pensamiento crítico y la innovación disruptiva.

Establecer un entorno de trabajo colaborativo: El conductor debe establecer un entorno de trabajo que fomente la colaboración, el intercambio de ideas y la construcción conjunta del conocimiento. Esto implica crear espacios seguros donde los colaboradores se sientan alentados a expresar sus opiniones, contribuir con ideas y participar en discusiones constructivas.

Ser un ejemplo a seguir: El conductor debe ser un ejemplo a seguir en la aplicación de estos conceptos. Debe demostrar habilidades de pensamiento crítico, apertura al cambio, adaptabilidad, promoción de la colaboración y fomento de la innovación. El conductor también debe estar dispuesto a asumir riesgos y experimentar nuevas ideas para inspirar a los demás a hacer lo mismo.

En resumen, el número 1 tiene la responsabilidad de liderar el proceso de implementación y aplicación de estos conceptos en la empresa. Su liderazgo es fundamental para crear un entorno que promueva la comprensión, el aprendizaje, la innovación y la colaboración, lo que puede llevar a la empresa a alcanzar resultados exitosos y sostenibles.

Martín Paez

Contador Público & Licenciado en Administración

1 año

gracias por compartir conocimiento, gracias Avi !

Erica Eliana Poliak

Contadora Pública | Lic. en Administración

1 año

Avi, ¡siempre es un placer leerte! Gracias!!!!! 😊

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