El fútbol "líquido" de Guardiola
Desde que empezaron a juntarse once jugadores para formar un equipo, el fútbol ha tratado de organizarse para funcionar como tal. Primero en posiciones, luego en especializaciones (defensas, delanteros…). Los mal llamados “sistemas” se convirtieron en “estructuras” que aspiraban a serlo a través del movimiento premeditado. Porque estas estructuras se forman y deforman, y así debe ser en un juego dinámico como el fútbol.
Aparecieron las variantes ofensivas y defensivas. La “ajedrezización” del campo de batalla, con la aparición de los cuadrados, los pasillos, la base, los intervalos, las alturas etc… Las posiciones dejaron de ser un punto de partida y de retorno para los futbolistas durante el juego. Los entrenadores empezaron a proponer y contrarrestar, con argumentos de laboratorio, un juego estratégico donde el éxito de lo que propones, también depende de lo que haga el contrincante. Es tal el punto de preparación y conocimiento de los entrenadores actuales, que en ocasiones se anulan por su eficacia en el intercambio de golpes.
Pero lo del City es otra cosa. Es como el “mercurio”, que adopta cualquier forma, que se transforma adaptándose al espacio que ocupa, que responde a la temperatura que requiere el partido. No puedes contrarrestarlo, porque se forma y deforma con un plan que sólo ellos, los jugadores, dominan. Cuando crees haber identificado algo parecido a una defensa de cuatro, la segunda mirada es para ver una de tres, o de dos. Un central en la zona de medios, un medio ofensivo iniciando el “build up”; un lateral de central y un central de lateral. Una jauría organizada provocando el error del rival cuando este quiere iniciar su propia idea. O la búsqueda del gol con un delantero ancla y que al siguiente partido desparece en una especie de juego de magia, sustituido por un llegador inteligente o un jugador de movilidad. A este City no me gusta analizarlo. Me gusta disfrutarlo. Es verdad que para conseguir este milagro, necesitas a los mejores. A los que siempre controlan bien, pasan bien, interpretan bien. Pero la brillantez del conjunto no proviene de la suma de talentos, sino de la sincronización de las decisiones y la manera de relacionarse.
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Este “fútbol líquido” proviene de una mente inquieta y creativa que suele ir un paso por delante. Que ha inventado, que ha arriesgado hasta llegar aquí, que ha impuesto su manera de hacer, que le gusta sorprender jugando con los espacios y los tiempos.
Se me ocurre que un “líquido” solo lo puedes controlar con una botella y con un tapón. ¿Cómo pasó en la Champions? No me atrevo a asegurar que eso vuelva a funcionar
Abriendo horizontes
8 mesesTotalmente de acuerdo Albert Valentin Escolano, parece imposible que se puedan seguir encontrando formas de intentar contrarrestar al rival, no pero nuestra capacidad de proponer, de generar , de transmitir y de aplicar es indiscutible e incansable…por eso amamos el fútbol y somos unos apasionados de nuestro trabajo. Gracias!
Mahd Academy - Scouting Manager
8 mesesExcelente interpretación, como siempre viendo donde los demás miran. 👏👏
Entrenador de fútbol
8 mesesBuenisimo 🙌👏 Albert Valentin Escolano