El Futuro de los Videojuegos No Es un Juego: No todo es jugar

Vamos a empezar por lo básico, para que no te pierdas en tecnicismos ni términos raros. Si te mencionan la palabra “videojuego”, probablemente pienses en algo que suena a adolescentes, controles y pantallas llenas de colorines y disparos. Y no te culpo, porque durante años, esa fue la imagen clásica de los videojuegos: puro entretenimiento digital, adrenalina y, en muchos casos, una excusa perfecta para procrastinar. Pero, ¿sabías que los videojuegos han evolucionado tanto que a veces ni siquiera parecen juegos? Ya lo sé, suena raro, pero déjame explicártelo.

¿Qué es un videojuego? (Y no, no es solo "matar marcianos")

Un videojuego es, básicamente, una experiencia digital donde tú, el jugador, tienes control sobre lo que sucede en pantalla. Puede ser que manejes a un personaje, conduzcas un coche, o simplemente hagas clic en una serie de botones para resolver un puzzle. Eso sí, todo dentro de unas reglas que dictan cómo debes moverte, qué puedes hacer y qué debes evitar. Piensa en los videojuegos como juegos de mesa o deportes, pero llevados al mundo digital. Tienen un principio, un fin (a veces), y normalmente te enfrentan a un reto: derrotar enemigos, resolver acertijos o llegar del punto A al punto B sin morir en el intento.

Los videojuegos han existido desde hace décadas, y han pasado de ser simples gráficos de dos dimensiones, como en “Pong” (básicamente una pelota que rebota entre dos palos), a mundos enteros llenos de historias, personajes y decisiones morales profundas, como en “The Last of Us” o “Red Dead Redemption”. Así que si tu idea de videojuego es solo “pulsar botones” para ganar, te estás quedando corto. Muy corto.

Vale, pero… ¿y qué es una experiencia interactiva?

Aquí es donde la cosa se pone interesante. Porque los videojuegos son solo una pequeña parte de algo mucho más grande: las experiencias interactivas digitales. ¿Y qué narices es eso? Buena pregunta. Las experiencias interactivas son cualquier tipo de entorno digital donde tú puedes interactuar de alguna manera. Y no, no se trata solo de “jugar” para ganar. A veces, ni siquiera hay reglas. Ni victoria. Ni derrota.

Una experiencia interactiva puede ser algo tan simple como explorar un museo virtual, donde haces clic en diferentes cuadros y aprendes sobre ellos, o algo tan complejo como caminar por un mundo en realidad virtual donde decides lo que haces, pero sin un objetivo claro. ¿Te suena “The Sims”? Ese es un buen ejemplo de cómo una experiencia interactiva puede no tener “fin” ni objetivos definidos, pero aun así ser altamente inmersiva.

¿Sabes esos videos en YouTube donde puedes elegir qué pasa a continuación? Bueno, también es una forma de experiencia interactiva. Así que, si los videojuegos te parecían solo para “gamers”, piensa de nuevo: la interactividad digital está en todas partes, y la mayoría ni siquiera se parece a lo que entendemos tradicionalmente como un videojuego.

¿Cómo se diferencian?

La mayor diferencia entre un videojuego y una experiencia interactiva es que en un videojuego clásico, hay reglas y un propósito. Te dan un objetivo claro, ya sea salvar el mundo, derrotar al villano o ganar la carrera. Hay una forma correcta de jugar (bueno, más o menos), y normalmente te encontrarás con el dichoso "Game Over" si fallas. En cambio, en las experiencias interactivas, todo se centra en que interactúes libremente con un entorno o con la narrativa, sin la presión de ganar o perder.

Por ejemplo, en un videojuego típico de disparos, como "Call of Duty", el objetivo es sencillo: disparar a los enemigos y ganar la partida. Las reglas son claras y el fin, muy definido. Ahora, si te metes en un mundo de realidad virtual como Google Earth VR, donde puedes explorar el planeta a tu antojo, no hay reglas ni una meta final. Simplemente eres tú, caminando (bueno, volando) por la Tierra, sin prisas ni presiones.

¿Por qué es importante esta diferencia?

Porque si sigues pensando en los videojuegos como algo que tiene que ver únicamente con el ocio y el entretenimiento, te estás perdiendo un mundo de posibilidades interactivas. Hoy en día, las experiencias interactivas están redefiniendo lo que entendemos como "videojuego". La interactividad no es solo “jugar”. También puede ser explorar, crear, aprender y, a veces, simplemente existir dentro de un espacio digital. Esto es lo que está cambiando la industria y por qué muchos creen que el término “videojuego” se está quedando corto.

Resumiendo (para que no te me pierdas)

• Un videojuego es una experiencia digital con reglas y objetivos. Juegas, ganas o pierdes.
• Una experiencia interactiva es más libre: exploras, interactúas y, a veces, no hay metas ni reglas claras.
• Ambos son parte de un mundo digital más amplio, pero no todo lo interactivo tiene que ser un “juego” con todas las de la ley.

Si también te pica la curiosidad...

Tanto si te gustan los videojuegos como si simplemente te intriga hacia dónde va este mundo, te invito a seguir explorando en esta serie de artículos. Vamos a descubrir juntos cómo los videojuegos están evolucionando más allá de ser solo un "juego", y por qué el futuro de las experiencias digitales es mucho más grande de lo que creías. Así que, si te quedaste con preguntas o si esto te dejó con ganas de saber más, quédate conmigo. Lo que está por venir no te va a dejar indiferente.

¿Y tú qué opinas?

¿Tienes claro qué son los videojuegos y las experiencias interactivas? ¿Crees que ya no todo tiene que ser ganar o perder para ser divertido? Comparte tus ideas en los comentarios y, si te gustó este artículo, pásalo a algún amigo que todavía piense que los videojuegos son solo para “jugar”.