El peso de la primera impresión

15/03/2021

Sevilla (1) vs Real Betis (0)

Cuando recibimos a alguien para una entrevista, la primera imagen aporta una información rápida, precipitada y probablemente insuficiente acerca de la personalidad del sujeto. No obstante, resulta ser de enorme calado e influencia respecto al resto de evaluación consciente y premeditada que desarrollamos a continuación. No olvidemos que un partido de fútbol, como la entrevista, es otra variante de acto comunicativo, y así debe ser analizado.

Anoche bastaron cinco minutos para ver la disposición de los jugadores en el campo, una información a priori insuficiente para un análisis de lo que iba a ocurrir, pero que ciertamente condiciona nuestra idea sobre aquello que quieren comunicarnos los entrenadores de ambos equipos.

De un lado, Pellegrini posicionó a los béticos en un 4-4-1-1, transmitiendo cordura, moderación y unión en la construcción y destrucción de juego. Su personalidad no le lleva a tomar decisiones drásticas, mucho menos en el éxito, es fiel a una idea mesurada, paciente, armónica y coherente. Su discurso y acciones van de la mano hacia una personalidad con gran apertura mental y una mano izquierda que sabe delimitar el oxígeno de la libertad y el sacrificio de la responsabilidad colectiva.

De otro lado, Lopetegui los dispuso en un 4-3-3, mandando un mensaje de agitación, quería rock and roll. Consciente del desgaste de los suyos, parecía inteligente la idea de revolucionar a la contra un partido que parecía anímicamente destinado al fracaso. Una personalidad curiosa la de Julen, con la capacidad de engrasar hasta el más mínimo detalle cada una de las piezas que componen sus equipos, sus ideas y su carácter. Sin embargo, cuando enfrenta retos de gran trascendencia, resulta fascinante observar la transformación de todo ese método en un estado visceral y de gran empuje que tanto cala entre sus jugadores. No es fácil conocerle, tampoco a sus equipos.

La primera imagen ya estaba en el verde y no parecía equivocada con lo que íbamos a ver. Por desgracia para los de Heliópolis, volvieron ciertas reminiscencias del pasado, con un error encadenado en la defensa que castigó en exceso el buen hacer de un equipo acostumbrado a empezar a recibir golpes mientras sigue pensando en el juego de pies que precede a su ataque. Habitualmente ese juego le lleva a retomar la iniciativa en un combate largo, pero esta vez estaba frente al Sevilla, frente a Lopetegui, sabedor de que a falta del KO, se puede ganar a los puntos. Y así fue, con oficio llevó al Real Betis a la lona.

No debemos ser prisioneros de una primera impresión, no hay que ser reduccionistas, pero intentar obviarla es tan complejo como irresponsable.

Jesús Ruiz.