El poder de parametrización de tu ERP
Nos ha tocado vivir en un entorno empresarial altamente dinámico y cambiable, donde la adaptabilidad de nuestros sistemas de gestión es clave para asegurar la productividad y la eficiencia de las compañías.
El disponer de un ERP con una alta capacidad de parametrización supone la diferencia entre el estancamiento de la operatividad y el éxito en un mercado altamente competitivo.
Las ventajas de la parametrización son obvias desde el primer momento en que te permite adaptar las funcionalidades de tu software a los diversos procesos operativos de la organización y que estos fluyan sin problemas.
Cada empresa tiene casuísticas diferentes y la automatización de los diversos procesos debe realizarse en función de sus peculiaridades productivas y comerciales, en aras de generar una mayor eficiencia en todos ellos.
Pero tampoco es únicamente una cuestión de responder a una coyuntura determinada. Nuestro ERP debe dotarnos de la flexibilidad necesaria para adaptarnos de forma rápida de forma rápida a las transformaciones que sufra nuestro mercado de referencia y mantener nuestras ventajas competitivas en todo momento.
El tiempo es oro y un ERP comprende este proverbio a la perfección. Desde la gestión del inventario hasta la facturación, nuestro software debe ser capaz de optimizar toda la cadena de valor, tanto en lo que se refiere a los tiempos de ejecución de los procesos como en el uso y optimización de los recursos que se utilizan para llevarlos a cabo.
Y un consejo en ello. La concepción de un ERP se basa en la aplicación de casuísticas y procesos que han demostrado fehacientemente su eficacia.
Tan importante es, por tanto, que el ERP se adapte a nuestras peculiaridades como que nosotros seamos capaces de adaptarnos a aquellos procesos en que el sistema demuestra que lo hace mejor que nosotros. En este sentido la adaptabilidad debe ser siempre bidireccional.
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Y no podemos olvidar la inteligencia de negocio. Nuestro ERP debe ser capaz de generar informes a medida, que nos proporcionen los insights precisos para guiar nuestras decisiones estratégicas, a partir de proporcionarnos los datos en tiempo real y en base a los KPI's que establezcamos.
Nuestro ERP no tiene que ser únicamente potente sino también amigable e intuitivo. Su capacidad para ofrecernos una interfaz a medida no sólo mejora la experiencia del usuario sino que optimiza sus tareas diarias, permitiendo el dedicar tiempo y esfuerzos a otros trabajos que aporten mayor valor a la organización.
En el momento de tomar la decisión en invertir en un ERP, deberemos tener en cuenta su capacidad de personalización, ya que esta se convierte en un activo valioso en cuanto a que nos ofrece un retorno de la inversión significativo a corto plazo, al acelerar los tiempos de puesta en marcha al adoptar de salida los procesos ya existentes.
Y a medio y largo plazo, la parametrización de nuestros sistemas nos ofrece un gran potencial de escalabilidad que nos acompañara cada vez que necesitemos expandir y/o mejorar nuestras operaciones o bien adaptarnos a cambios regulatorios que se puedan ir produciendo.
Y por último su capacidad de personalización no solo debe adaptarse a la tecnología actual sino que también nos debe permitir integrarnos sin esfuerzo tanto a otras aplicaciones empresariales que convivan con el sistema como a las tecnologías emergentes que pueden ser capitales para el impulso de la innovación en nuestra empresa.