El rol perdido de la contabilidad en la gestión de las pequeñas empresas
Es, sin duda, curioso e inquietante observar que la contabilidad y los servicios contables, herramientas esenciales para el éxito empresarial, no están cumpliendo su verdadero rol de apoyar la gestión y sostenibilidad de los negocios de las pequeñas empresas. En lugar de ser un pilar estratégico para la toma de decisiones, muchas veces se reducen a una función meramente operativa, limitada al cumplimiento tributario y legal.
Este enfoque restrictivo deja a las pequeñas empresas sin el acceso a información clave para gestionar sus recursos, medir sus resultados y planificar su crecimiento. Es hora de reflexionar sobre este problema y redirigir los servicios contables hacia su propósito más amplio y útil: apoyar la gestión efectiva y estratégica de los negocios.
La contabilidad: una herramienta que debería ser estratégica
La contabilidad no es solo un registro de números; es una herramienta que, cuando se utiliza adecuadamente, puede brindar una visión completa de la salud financiera de una empresa. Sin embargo, muchas pequeñas empresas ven la contabilidad únicamente como un costo necesario para cumplir con las obligaciones tributarias. Esta percepción se debe, en parte, a cómo los servicios contables han sido estructurados:
1.- Enfoque en el cumplimiento tributario: La mayoría de los contadores y servicios contables en el mercado se concentran en preparar declaraciones de impuestos, dejando de lado el análisis y la interpretación de los datos financieros para la gestión empresarial.
2.- Falta de accesibilidad y educación: Los pequeños empresarios a menudo no entienden cómo interpretar los informes contables o cómo usar esa información para tomar decisiones. Sin la guía adecuada, los datos contables se convierten en simples números sin contexto ni utilidad práctica.
3.- Desconexión entre el contador y el empresario: Muchos servicios contables funcionan como entidades externas, limitándose a funciones específicas sin integrarse en la operación diaria del negocio. Esto crea una brecha que impide que el contador desempeñe un rol más estratégico.
El verdadero rol de la contabilidad en las pequeñas empresas
La contabilidad debería ser una brújula para los pequeños empresarios, ayudándolos a tomar decisiones informadas y a navegar los desafíos del mercado. Este rol incluye:
1.- Medir el desempeño del negocio: Los estados financieros no son solo un requisito legal; son una herramienta para evaluar si el negocio está generando ganancias, identificando áreas de mejora y detectando posibles problemas antes de que se conviertan en crisis.
2.- Planificación estratégica: La contabilidad puede apoyar la creación de presupuestos, proyecciones financieras y planes de crecimiento, proporcionando a los empresarios una hoja de ruta clara.
3.- Gestión de recursos: Un buen análisis contable permite identificar oportunidades para optimizar costos, mejorar el flujo de caja y priorizar inversiones que generen un mayor retorno.
4.- Cumplimiento inteligente: Más allá de simplemente pagar impuestos, la contabilidad puede ayudar a aprovechar incentivos fiscales y a estructurar el negocio de manera eficiente para minimizar costos.
¿Por qué la contabilidad no está cumpliendo su rol?
El problema no es la contabilidad en sí, sino cómo se está prestando el servicio. Algunos factores que contribuyen a esta desconexión incluyen:
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Modelo tradicional de servicios contables: La mayoría de los servicios contables están diseñados para satisfacer las necesidades fiscales y legales de las empresas, dejando de lado el análisis de datos y el apoyo en la toma de decisiones.
Falta de herramientas tecnológicas: Muchas pequeñas empresas no cuentan con software accesible que facilite la integración de la contabilidad con la gestión diaria del negocio.
Desinterés en la educación financiera: Los pequeños empresarios a menudo no reciben la formación necesaria para entender y aprovechar la información contable.
Revolucionando los servicios contables
Para que la contabilidad cumpla su verdadero rol en las pequeñas empresas, es necesario un cambio de enfoque y una integración de tecnología y asesoría estratégica. Algunas iniciativas clave incluyen:
1.- Transformar la relación contador-empresario: Los contadores deben posicionarse como socios estratégicos, no solo como prestadores de servicios. Esto implica ofrecer análisis e interpretaciones que ayuden a los empresarios a comprender sus datos financieros y a usarlos para mejorar su negocio.
2.- Adoptar herramientas tecnológicas: Plataformas como las ofrecidas por fintechs contables pueden automatizar tareas operativas, liberando tiempo para el análisis y la planificación estratégica.
3.- Capacitar a los empresarios: Es fundamental ofrecer formación en conceptos básicos de contabilidad y finanzas para que los pequeños empresarios puedan participar activamente en la gestión de sus negocios.
Conclusión: Recuperando el propósito de la contabilidad
La contabilidad no debería ser una carga ni un simple trámite para cumplir con el SII. Es una herramienta poderosa que puede transformar la forma en que los pequeños empresarios gestionan sus negocios. Al devolverle a la contabilidad su verdadero propósito, podemos empoderar a las pequeñas empresas para que no solo sobrevivan, sino que prosperen en un mercado competitivo.
Es hora de que la contabilidad deje de ser un servicio pasivo y se convierta en el aliado estratégico que los pequeños empresarios necesitan para alcanzar el éxito.
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Antes hacían boletines donde exponían la modificaciones de la normativa vigente. Resultaría de utilidad estar al tanto de personas con propiedad que mantengan informado a las marcas y empresas sobre lo que esta sucediendo conforme a la modificación de la ley.