El tapón de la ducha.

Irónicamente el planeta tierra está cubierto casi en su totalidad por agua, agua desde donde aparecieron las primeras formas de vida, agua que sostiene todos los ecosistemas, agua que es parte de un ciclo infinito que nos permite contar con una versión dulce, esencial para los seres vivos que habitamos la tierra.

Pero el hecho de que la química terrestre tenga acceso agua en estado líquido, la volvió un elemento básico de los procesos humanos, de las industrias, de las necesidades de ciudades y de la agricultura a gran escala.

Hoy vivimos una crisis hídrica nunca vista, el cambio climático está golpeando de maneras dispares al mundo, generando inundaciones, el aumento del nivel del mar en ciudades costeras y sequías en zonas que históricamente fueron más lluviosas. Si bien la mayoría de las soluciones al cambio climático están en manos de gobiernos y de la industria, a menudo nos preguntamos si como personas tenemos alguna influencia en este problema. La respuesta es sí, tenemos influencia con nuestros hábitos de consumo, con nuestra política de reciclaje y hay una enorme variedad de fuentes de información al respecto. Pero quisiera reparar en acciones más concretas respecto al uso del agua en nuestra vida cotidiana.

La OMS estima que la cantidad necesaria por persona al día es de 100 litros, tanto para necesidades de consumo como de higiene, ¿cuántos de esos 100 litros están bien aprovechados? Un ejercicio simple es bañarse con el tapón de la tina puesto o lavarse los dientes de la misma manera, luego de materializar la cantidad de agua usada, podemos preguntarnos ¿qué puedo hacer para utilizar de manera mas responsable este recurso?, ¿cerrar la llave mientras me lavo los dientes?, ¿tomar duchas más cortas?, ¿bañarme menos?

El ejercicio no busca entregar respuestas, sino que dar la posibilidad de que cada uno de nosotros nos hagamos las preguntas y tomemos acciones con respecto a nuestra actitud frente al agua, ejemplos de cómo optimizar el uso del agua potable hay millones, la invitación está a modificar levemente nuestras conductas, antes de la sequía convierta estas costumbres en lujos.