EL VIRUS NO ES EXTRATERRESTRE Por: Carlos Castro Paniagua

El COVID-19 como se le ha llamado a este virus que actualmente nos aqueja a nivel mundial, no es extraterrestre, nació y se formó aquí en la tierra donde habita el humano, un humano que ha perdido la perspectiva de la vida, que se ha dedicado a correr, a sudar, a estresarse por dinero, por cosas materiales, por ir a los centros comerciales, por comprar un reloj aunque no lo necesite, un humano que trabaja 10 horas diariamente, que va corriendo de un lugar a otro, un humano que toma su auto y va solo no importando lo que contamine, no importándole su entorno, es solo la guerra por el dinero, es la guerra por tener más cosas materiales.

Millonarios que podrían guardar su dinero, no hacer nada y 10 de sus generaciones podrían vivir sin mover un dedo, políticos que se han dedicado a manipular al pueblo, buscando riqueza y poder, pensando que eso les dará felicidad, pero no es así, nos hemos olvidado de lo Humano, de la verdadera razón de vivir, nos hemos olvidado de nuestra casa, de nuestro planeta y lo seguimos destruyendo, ya no tenemos conciencia de nuestra esencia y de lo que verdaderamente es importante.

Este virus nos está enseñando cosas que habíamos olvidado, y nos obliga a recapacitar, a reflexionar sobre nosotros mismos, a conocernos y a acercarnos a nuestras hijas e hijos, a nuestras nietas y nietos, a nuestros abuelos y abuelas, a nuestras parejas, a nuestra familia.

Este virus debería llamarse

“DESPIERTA-19”

, ya que es lo que está haciendo, despertándonos, nos está enviando el mensaje de lo importante que es la salud, de lo importante que es nuestro planeta y este sonríe por cada minuto que pasamos en nuestro aislamiento ya que se recupera y sana sus heridas.

Nos lo muestra con el color azul del cielo, con aguas cristalinas, con playas y mares limpios, con calles sin caos vial, con aire puro, con tranquilidad y calma, y también nos dice “Ya basta” el paradigma ha cambiado, nuestra vida ya no será igual, si bien tengo que decir que el virus es un ataque, que es un gran riesgo, también puedo decir que es una bendición porque nos esta despertando de un letargo zombie a donde políticos y poderosos nos estaban llevando o ya nos habían llevado.

Esta pandemia nos hace ver la importancia del agua, de los alimentos, del campo, de las mismas bases de la vida, actualmente somos zombies comprando cosas y más cosas y entre más costosas mejor, inversiones millonarias en artículos superfluos o decorativos para mantener nuestra autoestima perdida, para mantener un auto concepto falso, una imagen alterada de la belleza natural que sí tenemos; en verdad no estábamos viviendo sino sobreviviendo y sobreviviendo a una manipulación construida por años y quizá por siglos.

Trabajamos como locos todo un año para poder ir a ver el mar o la montaña por unas cuantas horas, zombies que se detienen en su andar como si los hubiesen congelado para ver o enviar un mensaje de texto, zombies que no saludan ni a sus vecinos, que cuando viajan no le hablan al de al lado, zombies defendiendo su verdad y frecuente hasta con la vida, el ser humano ha perdido los valores, "la integridad, el respeto, la honestidad y el compromiso”, ese es el camino que estamos caminando y es por ello que es momento de aprovechar esta gran oportunidad que nos está dando la naturaleza.

Esto no es un cambio, es una evolución, es el ser humano evolucionando, es un ser humano modificando sus paradigmas, ya que nada será igual, tendremos que pensar, reflexionar y reinventarnos como seres humanos, Sí, como SERES HUMANOS, los políticos tienen que ver al mundo de una forma diferente, los empresarios debemos también hacer muchos cambios, quizá empezando con los más sencillos como trabajar solo 4 días a la semana en la oficina y uno en casa, o tener horarios flexibles o alternos, como enfocarnos más en la salud y la vida.

En México estamos viviendo en un estado VICAM, de Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad, Austeridad y Miedo; pero esto no es por el COVID-19; si se dan cuenta es nuestro estado natural, no podemos, ni debemos seguir así, no podemos regresar mañana y volver a nuestro estado zombie, no debemos permitirlo ni permitírnoslo a nosotros mismos, tenemos que modificar nuestro paradigma humano y ver con nuevos ojos nuestra forma de actuar , de vivir y evolucionar.

Que Dios los bendiga.

Carlos M. Castro Paniagua