En el arte no hay comunicación. Hay contagio

En el arte no hay comunicación. Hay contagio

Esa es la catástrofe: tenés que dejarte contagiar y no es placentera la idea a priori. Para colmo, hoy esta palabra tomó otros sentidos; nuevas capas se superpusieron para hacer su uso, su comprensión, algo todavía más complejo.


La frase de arriba no es mía. Se la estoy pidiendo prestada al dramaturgo Rafael Spregelbud. La escribió mucho antes de la pandemia. Elijo usarla porque el efecto que busco es justamente el que propone este autor: desviarnos.


Es esperable que el arte sea un desvío; que busque dejar de ser “signo de otra cosa” para convertirse en fenómeno inexplicable -diría Spregelburd– y tensado ante nuestro pensamiento. Presencia y tensión. ¿Parece incómodo? Seguramente lo sea.


Porque si está en lugar de otra cosa, no es arte.

Es publicidad, es marketing, es moral; es “afirmación fascistoide de una única verdad”.


Por eso, desconfiemos de los mensajes fáciles, las obras bien resueltas, las que se agotan en explicaciones reduccionistas. 


En ese hermoso texto sobre los procedimientos (que leo gracias a @marian.mazover) Spregelburd arriesga algo más, dice: antes que alegorías cerradas (ese triste destino de muchas metáforas agotadas) es mejor empezar a jugar con el procedimiento de la “reflectáfora”: las metáforas fractales; las porciones detalladas de una parte que logran reflejar la totalidad sin cerrarla, dando ilusión de vida. 


No es la vieja y perimida idea de la obra como “reflejo” del interior; o peor, del texto sobre arte como “reflejo” de la obra. No, para nada. Y aquí voy a tomar prestadas las enseñanzas de otra grosa, @silvia.gurfein que en su taller de escritura nos recuerda que contar una obra en palabras no es otra cosa que traducirla, vibrar la misma cuerda por simpatía. 


Reflectáfora.

Yo se lo había escuchado antes (cierto que el orden de los factores no altera el producto) a Silvia. Ella nunca se cansa de decir, siempre de mil manera distintas, que en una gota de óleo –incluso ese que sacas del pomo- se puede encontrar escondida toda la Historia de la pintura al óleo. No me tenés que creer a mí, andá a mirar sus pinturas y fijate como ostenta un caos capaz de absorber la catástrofe de un lenguaje estallado y reacomodar su forma a ella.

graciela ieger

Pintora de Paisajes urbanos y Docente de los Seminarios Meditar Dibujando y Meditar en Color en CREAR CONSCIENTE

3 años

Excelente

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