El arte de Incomodar-se

El arte de Incomodar-se

Textos, letras, frases, hojas mecanografiadas, olor a tinta, ruidos excitantes del metal sobre el papel. Dedos moviéndose más rápido que cualquier otro músculo del cuerpo. El acto de poner en palabras lo que está en nuestro interior, un arte único y sanador. 

Pero como todo en esta vida, tiene anverso y reverso, tiene espalda, tiene perfil, tiene otra cara. Para mí, escribir es uno de los actos de “violencia interior” más intensos que existen. Cuando se escribe, se saca afuera y se pone en palabras eso que esta adentro nuestro, a veces, casi imperceptible. Es el resultado de una pelea descarnada entre todas esas personas que fuiste, aquel que crees ser y los que pensás que no sos. Al golpear las teclas y marcar el papel, las palabras cobran sentido solo en es momento y todo lo dicho en voz baja, lo incompleto, lo narrado a medias, lo embellecido, lo disfrazado...sale!. Todo eso se descubre y lucha por salir. Es una lucha contra nosotros mismos y nuestra propia necedad.

Escribir por lo menos en los comienzos, fue para mi el resultado de una explosión interior, fue una parte, sólo una parte del proceso que comienza con una inquietud, una intriga, algo de curiosidad, mucho insomnio, bastante soledad, algo de alcohol, mezclado con silencio, dolor, amor, alegría, noche y más noche. Ese acto maravilloso de poner emociones en palabras generalmente explota y se acelera con cada vivencia, cada “proceso individual”.

El acto de escribir sale solo, no se obliga ni se genera voluntariamente. no se elije el momento to ni el lugar sino que ellos te eligen a vos. Para mí la noche tiene TODO, lo que tiene que tener una bella mujer: es intensa, misteriosa, fría cunado quiere y caliente cuando desea. Es ahí cuando una especie de maquina silenciosa se enciende dentro nuestro. Una maquina que solo produce preguntas que salen despavoridas en busca de respuestas perdidas. De noche, la maquina aumenta su energía y velocidad. Ella, oscura y fría por momentos, cálida y brillante por otros, en mi caso me llama a poner en palabras lo que la luz del día inhibe. Ella mezclada con el silencio, la quietud y la nostalgia, tiene un pacto maquiavélico no sólo con los recuerdos, sino también con las manos, los dedos y sus pasiones más oscuras. 

Escribir es un acto "masturbatorio emocional" mas intenso...tan intenso como otros, pero mucho más higiénico y con mejor prensa. El que escribe se cansa, se inquieta, se rebela contra sí mismo. También se ríe y “se llora”, se molesta, se incomoda. Incomodidad que le hace ruido, le genera insomnio mental y dolor emocional. Escribir sana, pero duele, es el alcohol sobre la herida abierta, sólo hay que aguantar el primer dolor y aprender a soplar para que se vaya rápido.

La necesidad de escribir refleja las ganas del alma de gritar de mirarse sin juzgarse, pero con la irrefrenable necesidad de conocerse, para poder sanarse, y nunca mas traicionarse

El cuerpo grita lo que el alma calla. El alma grita lo que la palabra puede ocultar. La palabra esconde aquello por lo que el espíritu y el corazón pueden vibrar. Sera mas importante lo que no decimos y nos callamos, que aquello que gritamos y vociferamos?"

Redacción publicitaria?... Primero lee, lee mucho, lee los clásicos y los contemporáneos. Escribí, de todo, escupí, saca, equivocate, llora, enfrentate a vos mismo. lee poesía, novelas, policiales, ensayos y mátalos de nuevo. Conseguí una vos propia...en ese momento, ya sabrás lo que tendrás que hacer.

El arte de escribir se hace con el arte de leer.

Pablo Denegri

De La Hostia

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