Entabla un diálogo con tus demonios.

"Ahí en la cueva en donde temes entrar, está el tesoro que estás buscando".

Joseph Campbell.

Hace algunas semanas les mencionaba en una publicación que me invitaron a participar en un foro muy interesante en el negocio, en el que se comparten experiencias en las que nos hayamos equivocado y hablemos del cómo sobrellevamos esta situación.

El objetivo final de este, es transmitir a la audiencia el que no está mal cometer errores, que debemos verlos como una parte esencial de nuestro aprendizaje, y al contrario de desmoralizarnos y flagelarnos por el desliz, aprovecharlos como oportunidades de crecimiento en nuestro camino a encontrar nuestra mejor versión.

También les comentaba que, por alguna situación extraordinaria, el evento tuvo que posponerse, pero finalmente este Jueves que acaba de pasar, se llegó el día.

El foro se llama Sin miedo a regarla. Y ya anteriormente había participado en ellos como audiencia, y son públicos de cuatrocientas personas, por lo que son un poco intimidantes. Pero para el punto en el que me invitaron, tenía aproximadamente quince meses trabajando con mi habilidad para hablar en público, dado un acontecimiento particular que viví, y qué mejor oportunidad que esta para hablar de ello y probarme.

Ahora, claro que tenía miedo. El miedo al ridículo aqueja a una multitud de personas y yo no soy diferente, el problema ocurre cuando este empieza a interponerse un tu cotidianidad e inicias un círculo vicioso en el que poco a poco degradas tu autoestima y eventualmente dejas de intentarlo. Entrar a esa cueva oscura y entablar un diálogo con nuestros demonios no es cosa fácil, pero si no lo hacemos, nunca vamos a conocer esa versión de nosotros con la que soñamos en algún momento, y nos estamos negando una de las mayores satisfacciones en nuestras vidas. La satisfacción en el conseguir aquello por lo que te esforzaste.

A este foro se conectaron casi quinientas personas. Y me fue genial. Este evento me ayudó a comprobar en carne propia aquello que nos decía Kobe Bryant respecto a la confianza. Kobe decía que la confianza no venía del conseguir ganar la juegos, sino de la preparación para ellos, porque antes de desempeñar esos grandiosos juegos que nos regalaba, él ya los había jugado en el entrenamiento muchas veces antes, su cuerpo ya sabía qué hacer, cómo actuar, y ello le permitía sentirse confiado. Y el ganar no hacía sino qué fortalecer esta identidad que él buscaba para sí mismo.

El foro para el que participé este Jueves, si bien fue la primera vez que lo vió la audiencia, había ocurrido ya cuatrocientas cincuenta y dos veces en mi cabeza. Y ocurrió tal y como me lo imaginé, sino es que un poco mejor. Y obviamente el trabajo no está terminado, solo fue un pequeño reto más de los muchos que vendrán hacía adelante y para los que de igual manera seguiré preparándome, porque el crecimiento personal es un trabajo que no termina, ahí radica de hecho su belleza, en el que siempre hay algo más por mejorar.

Estoy convencido de que este desafío, y no hablo del foro, sino del que me trajo a el, solo llegó para fortalecer en mí la idea que la mentalidad con la que afrontamos los tropiezos es clave. Hay una frase muy poderosa que nos compartía por allá de los 1950's un radiolocutor norteamericano muy famoso, Earl Nightingale. Él nos decía que nos convertimos en aquello en lo que pensamos la mayoría del tiempo.

Yo desmenuzo esta idea en mi vida en una especie de ingeniería inversa, y lo aplicó en cada desafío:

1. Qué es aquello que quiero obtener, qué es lo que quiero conseguir.

2. En qué persona necesito convertirme para conseguirlo.

3. Qué es aquello que debo hacer en mi día a día para convertirme en este tipo de persona.

4. Y por último, que mentalidad debo tener, que pensamientos debo provocarme para ser consistente con estas acciones en mi día a día.

Nos convertimos en lo que pensamos la mayoría del tiempo. Como bien nos decía Earl.

Y en la medida en la que afrontemos cada desafío con esta mentalidad de crecimiento, determinaremos en gran parte el éxito de nuestro proyecto. Y al igual que lo mencioné en el foro, si bien esta esta pequeña victoria personal no marca la culminación de nada, lo que sí representa es un ladrillo más en ese muro de autoconfianza que estoy construyendo para mí.

"Existe al menos un rincón del universo que con toda seguridad puedes mejorar, y eres tú mismo".

Aldous Huxley.