Entender El Juego
La pandemia trajo cambios que se establecieron de forma permanente. El sitio donde vivimos uno de los más notorios: muchos decidieron salir de la ciudad e instalarse en casas de campo o en ciudades intermedias. Mis socios fueron de los que optaron por cambiar. En efecto, nuestra casi permanente junta directiva se convirtió en una reunión semestral en la que nos encontramos para discutir el estado de nuestros negocios.
En días pasados tuvimos la sesión del segundo semestre de 2021 en la que discutimos ampliamente la idea de “entender el juego”. La cosa surgió porque uno de nosotros sostuvo que la mayoría de gente no entiende el juego. Esa afirmación sugiere que nosotros sí, lo que condujo a preguntarnos:
¿Qué es lo que entendemos del juego?
Vale aclarar que por el juego me refiero a actividades empresariales.
La confianza es un activo invaluable. Empleados convencidos del direccionamiento. Clientes felices con los productos y servicios proveídos. Accionistas ciertos del rumbo perseguido. Acreedores tranquilos que sus acreencias serán honradas. Todo esto no se refleja en el balance pero juega papel fundamental en la construcción de proyectos empresariales.
El negocio sigue la suerte de su industria. Los fundamentales de los negocios gravitan los de la industria a qué pertenecen. La dinámica exterior es sumamente poderosa. Aunque vale la salvedad de que unas pocas administraciones han sido capaces de superar las barreras de su entorno.
El valor se crea en la diferenciación. El crecimiento y la rentabilidad de los negocios se crean desde productos y servicios innovadores que resuelven problemas específicos mejorando la experiencia del usuario final.
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Las ideas pesan 10%. Es en la ejecución donde reside la mayoría del éxito empresarial. Henry Ford no inventó el automóvil lo convirtió en una herramienta para las masas. Las ideas, aunque importantes, gravitan huérfanas hasta encontrar un loco capaz de volverlas una realidad del día a día a través de un producto o servicio.
Los resultados extraordinarios provienen de componer resultados en el tiempo. En el juego de los negocios, creemos, no se trata de ser el más rápido sino el más consistente. Metafóricamente será más vigoroso el árbol que crece en grosor y altura sobre aquél que sólo crece en altura.
Con éstos conocimientos diseñamos la estrategia en nuestros proyectos empresariales. Veremos cómo nos va.