Equipo de trabajo o trabajo en equipo

El equipo de trabajo es un grupo de personas seleccionadas por sus cualidades y habilidades para formar parte de un grupo con un proyecto asignado. Se les convoca para iniciar un trabajo y se les asigna tareas a cada una, algunas compartidas y algunas individuales. Todo muy bien organizado, con fechas de cumplimiento, gráficos Gant, rutas críticas y recursos.

¡Sin embargo, las cosas no caminan como esperábamos! ¿Qué pasó?

Las personas somos personas, con intereses, valores y sensibilidades diferentes. Si la elección del equipo no fue la adecuada y/o el líder no logra amalgamar ese cúmulo de necesidades diferentes y egos, idiosincrasias, cultura y otros atributos individuales que hacen de cada ser humano único, entonces, el equipo de trabajo nunca llegará a realizar ese trabajo en equipo tan anhelado por los gerentes y líderes dada la productividad que genera.

La diferencia radica en crear intereses comunes, metas comunes, valores comunes que hagan que un miembro quiera voluntariamente dar la milla extra, no solo para su trabajo asignado, sino para el del compañero que se atrasó o no lo está logrando.

 Se ayuda a quien quiere ayudarse, porque del otro lado de la moneda tenemos al eslabón débil que hace que la cadena se rompa.  Colaborar no significa alcahuetear a nadie.

Los miembros de un equipo vuelan juntos porque:

1. Saben volar y

2. Saben que quieren pertenecer a una bandada. 

En ocasiones hay conflictos entre los miembros debidos a necesidades de atención,  falta de autoestima, voluntades descarriadas, falta de talentos o habilidades, pero sobretodo, debido a falta de buena voluntad, es decir, de querer ir juntos hacia una misma dirección haciendo sinergia.

¿Pero, cuál es la clave para esta motivación? No se logra con talleres, ni consultorías, ni libros “best seller”, estos ayudan, pero el verdadero logro depende de la honestidad y transparencia del líder para dar la milla extra por cualquiera de sus colaboradores.

Vamos, seamos serios, ¿quién realmente se interesa tanto por su equipo que logre la lealtad de que lo sigan en las buenas o en las malas?

Confiamos en sistemas y métricas de desempeño pero se nos olvida confiar en nuestro instinto humano, ¡en nuestra humanidad!

Ing. Iris Picado, MBA