No es lo que dices, es cómo lo dices
Ahí va la pregunta del millón: en tus redes, en tu web, en tu emails...¿qué es lo que cuentas?
Puede que te parezca una pregunta rara, pero tiene una explicación.
Cuando tienes redes personales lo normal es subir cosas sobre ti como el último libro que has leído, el último restaurante que has visitado, un viaje, manualidades, etc. Esta es la manera de estar en contacto y que conozcan otros aspectos de ti.
Sin embargo, cuando tienes redes de manera profesional la cosa cambia y solamente muestras trabajo, trabajo y más trabajo. Y no sólo cambias el tema de conversación, sino que también cambias hasta tu manera de hablar y de comportarte.
Cuando haces esto te estás olvidando de una cosa: al otro lado de la pantalla hay una persona igual que tú.
Empresas, profesionales, servicios, productos, etc. hay millones en internet ofreciendo todo tipo de información y contenidos. Algunos será interesantes por motivos profesionales, otros personales y otros por simple curiosidad, pero lo que está claro es que aunque conocerás muchos perfiles iguales o parecidos no les seguirás a todos ¿verdad?
La razón es la conexión.
Recomendado por LinkedIn
Con algunos perfiles conectas y con otros no, y esto es porque hay algo con lo que te identificas de alguna manera y con lo que tienes afinidad. Y esto ocurre porque la cuenta tiene personalidad propia, más allá de la pura información.
Ser profesional no significa ser frio e impersonal o hablar como un libro de texto, pero eso es lo que se transmite muchas veces por miedo a resultar frívolo o poco serio. Nada más lejos de la realidad.
Hablar sobre lo que haces y presentar tu trabajo con tu propia voz es lo que atrae a tus clientes y lo que te diferencia tú a tú. Entonces, si lo haces en persona ¿por qué no también online?
Seguramente, no lo haces por pudor o porque temes que no te tomen en serio o porque eso de bailar y ponerte filtros no va contigo. Pero lo cierto es que no necesitas contar cosas personales sobre ti o unirte al reto de moda.
Lo que si que es necesario es que te comuniques de la misma forma que lo haces cuando les tienes delante porque al final, cuando escribes, lo que estás haciendo es establecer una conversación con la otra persona que está leyendo. Y en esa conversación te dejas ver, te muestras como eres y cuáles son tus intenciones. Por eso, triunfan los que realmente son auténticos.
La autenticidad no es ser extravagante o peculiar. Eres auténtico cuando alquien que solo te conoce online te dice "¡Si eres igual que en los videos!" (o que en los posts, o que en la oficina porque hay gente que cuando sale parece que se transforma).
Así que la próxima vez que vayas a escribir en tus redes profesionales además de pensar en lo qué vas a contar, fíjate también en cómo lo vas a contar y con qué intención. Así será mucho más sencillo llegar a lo que quieres llegar y que te conozcan los que necesitan encontrarte.