Escuchar para inspirar: la clave ignorada del verdadero liderazgo pedagógico

Con frecuencia, los directores y líderes escolares caemos en la trampa de escuchar para replicar, no para aprender. Asentimos educadamente mientras la mente ya piensa en qué responder. Apenas procesamos las palabras del otro, demasiado ocupados construyendo nuestro argumento.

Sin embargo, esta tendencia nos aleja del liderazgo transformador que necesitan nuestros colegios. Como dijo el Dr. Stephen Covey: "La mayoría de la gente no escucha con la intención de comprender, escuchan con la intención de replicar". Respondemos antes de conectar con las realidades profundas que se nos exponen.

Para mí, fue un despertar cuando escuché el relató de una directora sobre sus batallas contra el ausentismo: "Siempre pensé que los padres no valoraban la educación, pero al escucharlos realmente, entendí los inmensos desafíos que enfrentan". Estaba perdiendo a valiosos aliados por no auscultar los trasfondos familiares.

A raíz de su ejemplo, comencé "rondas de escucha auténtica" con docentes (al estar en RRHH) y estudiantes. No buscaba instrucciones qué replicar, sino comprender realidades invisibles: inquietudes existenciales de los adolescentes, dificultades económicas que agobiaban a colegas, sueños truncados que ahogaban motivación.

Conforme aparecían estas "sombras" ocultas, las soluciones afloraban orgánicamente. Aumentó la innovación, resurgió el compromiso. Ausentismo y desmotivación mermaron drásticamente. Todo por hacer una pausa y escuchar para entender los contextos detrás de cada situación.

Como líderes educativos, nuestro trabajo no es simplemente replicar protocolos. Es inspirar transformación desde el entendimiento profundo del ser humano detrás de cada número, política o plan. Escuchar con intención abre esa puerta.

Muy pocas veces una respuesta ingeniosa resuelve los desafíos complejos que enfrentamos. Pero al desnudar las realidades con empatía, la sabiduría colectiva sugiere rutas inéditas. Nuestro rol es auscultar esos mensajes y tender puentes entre todas las partes hacia terrenos compartidos de propósito trascendente.

Sigamos el consejo de Covey: "No escuches con la intención de replicar, escucha con la intención de comprender". Cuando dejamos de luchar por tener la razón, nos abrimos a tener un real impacto. Esa es la verdadera inspiración que los colegios del Siglo XXI requieren.