Estimados Reyes Magos;

Deseo que hayáis tenido un Próspero 2018; espero que tuvierais el valor y la energía de llenarlo de vida y esfuerzo por ser mejores, pues hace falta en estos tiempos que, incluso los excelentes, se esfuercen con denuedo.

No sería honesto si dijera que este año ha sido especialmente fácil para mí, pero incluso así, no tengo una sola razón para la queja; bien sabéis que practico la responsabilidad diaria de alzar la mirada y contemplar a mi alrededor personas, cuya escarpada cotidiana, reduce la mía a un camino de montaña, a veces sinuoso, en ocasiones empedrado, con algún que otro árbol caído… pero casi siempre soleado y con brisa de Familia y Amigos en el rostro. Ejerzo por tanto la libre voluntad de acallar los pequeños lamentos, que no serían sino manifestación de un corazón caprichoso, injusto y desagradecido.

Existen no obstante cosas que ansío y quisiera pediros, no ya que me regaléis, sino tan sólo que me ayudéis a encontrar… pues sé que están cifradas en el interior de nosotros mismos y sólo hay que lidiar, a veces con ahínco, por sacarlas.

Me gustaría me ayudarais a devolver el significado a algunas palabras que a mi juicio merecen más respeto; la primera de ellas es sin duda “Dignidad”: con la que nacemos en virtud de nuestra inherente humanidad y sólo podemos conservar mediante nuestros actos y elecciones; aquella que ningún otro te otorga, ni de él depende, porque la llevas dentro de ti y te la ganas, o no, tu, cada día. “Impresionante”: sensación que produce la contemplación del mundo que en ocasiones miramos con ojos acostumbrados… y a cuya “Grandeza” debemos despertar nuestra “Emoción” cada día. “Libertad”: que nace del profundo “Respeto”, se alimenta de la propia “Responsabilidad” y crece con el cumplimiento de nuestra “Obligación”. “Fuerza”: que se origina en nuestra “Voluntad”, continúa cuando todo lo demás desfallece y se multiplica cuando dejamos de mirarnos a nosotros mismos y “Luchamos”, junto y por aquellos que están a nuestro lado. “Honestidad”: incompatible con la “Memoria” impúdica, y deudora de la mirada en “Justicia” hacia la idiosincrasia de los demás y la realidad de la “Historia”, compartida, que nos trajo aquí…

¡Cuánta falta hace que aprendamos a buscar la “Verdad”! tozuda siempre en su propio lado ¡sin importarle cuanto nos gustaría que estuviera del nuestro!... ¡Qué poco “Esfuerzo” hacen algunos por alinearse con ella!… 

Podría extenderme más y pediros, sencillamente, restituyerais vosotros, Excelsos Magos, todos los verdaderos “Valores” a la Humanidad; mas considero, contribuir a tal misión, mi propio débito, y tan sólo pido a Vuestras Majestades, ayuda en aquellos en los que… No Podemos Fallar, por ser muy necesarios para cumplir con nuestra “Responsabilidad” de entregarles a nuestros hijos un mundo, al menos igual que el nuestro y, si fuera posible, un poco mejor. 

Sin más me despido, no sin antes agradeceros biennacido todas las dichas de anteriores años, pues incluso aquellas que nunca pedí, descubrí más tarde su utilidad y buen tino. Llevad por favor mi “Recuerdo” a los que se fueron mereciéndolo, tras recorrer el sendero que yo escudriño cada día, y pedidles por favor que nos ayuden a llegar al destino que ellos alcanzaron; pues es sin duda una máxima con la que intento vivir, que a los hombres se les juzga por Su Vida.

Aprovecho la ocasión que me brinda esta carta, para enviaros mi más cariñoso abrazo y transmitiros el testimonio de mi consideración y respeto más distinguidos.

Ojalá “Digno” de compartir vuestros valores, en Vida y Muerte.