Feliz día del pe... ¡héroe sin capa!

Esta mañana un "¡Feliz día del Periodista!" me llegó por Instagram. Y yo atiné a responder un instintivo "gracias", como sana costumbre.

Pero la verdad es que, sometido a la rutina, no tenía la menor idea que hoy, en Chile, tocaba la celebración del Día del Periodista. Pero sí, era hoy. Es hoy.

Por esas casualidades entré a LinkedIn un rato después, y vi muchos y distintos saludos por la conmemoración. Claro, soy periodista de formación y en este camino tengo a muchos colegas en esta red de oficios y profesionales. Varios de ellos aprovecharon el momento para saludar.

Sin embargo, tanto saludo me llevó a la reflexión: ¿sigo siendo periodista? La última vez que trabajé en medios fue hace 19 años, cuando terminé una excelente experiencia profesional y humana en La Tercera. Tras aquello, comencé a dedicarme a lo que realmente más me atraía, es decir, el desarrollo de canales digitales, la incipiente internet y la comunicación corporativa que, por lo demás, rentan mejor.

Me vendí al lado oscuro. Como muchos. Como casi todos.

Los periodistas, aquellos que sí trabajan en medios, intentando diariamente descubrir verdades en un enmarañado océano de mentiras y mentiritas, son verdaderos héroes. Héroes sin capa. Por eso era que en su momento, también quise ser como uno de ellos. En mi adolescencia, Tintín fue una inspiración. Tintín era un gran héroe sin capa, solo lo acompañaba su adorado perro Milou.

Hoy en día los verdaderos periodistas están en extinción. El mercado los seduce a cambiar, el corrupto los asesina, el medio los maltrata. Suele ocurrir que, finalmente, son aquellos con más vocación, con real pasión, los que perduran y perseveran en el periodismo. Para toda otra persona, este trabajo sería una tortura.

A pesar de todo, al menos yo, volvería a estudiar periodismo. Es una carrera que permite ver el mundo con otros ojos; que invita a soñar y a viajar para mostrar, porque al final eso es lo que nos mueve: contarle al mundo lo que sabemos, lo que hemos conocido, lo que nos encanta y también lo que nos produce asco o terror.

Como decía Kapuscinski, "los cínicos no sirven para este oficio".

¡Feliz día del héroe sin capa!