HÉROE TODOS LOS DÍAS

“Un héroe es todo aquel que hace lo que puede” Romain Rolland. Escritor galardonado con premio Nobel de literatura en 1915.

A veces, al ver el cine actual, podemos imaginar cómo un héroe es aquel que tiene poderes sobrenaturales, el poder suficiente para tener armas y vehículos para salvar a las personas, el que lucha por la justicia.

Por ello, todos podríamos pensar que nosotros nunca podremos ser los héroes que premian en los cortometrajes. No tenemos disfraz, no tenemos súperpoderes, ni siquiera el tiempo para poder serlo. Lo cierto es que no necesitamos nada de esto para serlo. Tal como lo dijo Romain en su frase célebre, somos héroes cuando hacemos todo lo posible. Una persona muy estimada, me repetía muchas veces que “El que hace lo que puede, lo hace todo”.

Imagina un mundo en el que todas las personas hacen el esfuerzo por hacer el bien, haciendo todo lo posible en sus manos por cambiar el mundo. Creo que podríamos apreciar el mundo perfecto después de ello, pero hoy no es así. Lo que si puede pasar es que, hoy, empecemos a ser héroes cotidianos, con o sin disfraces. Ese disfraz que oculte el bien que hagamos, tratando de hacer y desaparecer. Buscar al justicia en la calle contra la pobreza, delincuencia e injustica. ¿Cómo? No es tan difícil, sólo tienes que querer y hacer el bien en cada circunstancia que se te presente, cada quién en su ámbito de trabajo o estudios, sin tener que salirse de ahí.

Un estudiante puede luchar contra la crueldad de algunos profesores, ante el engaño de un compañero al copiar una tarea o un examen, forjando un entorno de trabajo noble y sincero, dando ejemplo todos los días de ello. En el trabajo, tratar a los trabajadores como se debe, pagando lo justo, premiándolos por su buen trabajo, no hiriendo sus sentimientos. En la calle, tratar de apoyar en actividades ecológicas que mejoren el medio ambiente, apoyando en asilos o casas hogares, dando de ropa y comida a los que no tienen vivienda, denunciando a los delincuentes, pagando lo que debemos, etc.

No tenemos que buscar cazar leones en los pasillos de nuestra casa, el amor en lo pequeño basta para ser un héroe en el día a día. El que ayuda en su casa cada día en los deberes cotidianos, que no pone pretextos para apoyar al que más lo necesita, al que se ofrece para hacerlo. Esos si son verdaderos superhéroes. Es el que no habla mal de su familia a sus espaldas, ni de sus amigos ni compañeros, sino todo lo contrario, dice lo mejor que tiene cada uno. Un héroe que siempre está al servicio de los demás, a pesar de su cansancio, que saca su flojera y se esfuerza por que los demás estén cómodos a pesar de su incomodidad.

Los héroes de hoy los podemos apreciar cada día dentro de nuestra casa, en la calle, trabajo, escuela, en cualquier lugar. El que da ejemplo de nobleza, de generosidad, ese es un héroe más grande que los de los grandes filmes, son héroes de verdad. Verónica Roth, autora de la saga de Divergente, lo expresa muy bien en su libro Leal, al expresar la verdadera hazaña de un héroe de la actualidad, es la “Valentía de apretar los dientes en el dolor y trabajo de cada día”, sin miedo al que pasará.

Como dijo un estimado amigo de Héroe por un día A.C.: “Seamos héroe por un día… todos los días”. Pues todos tenemos algo que dar, que ofrecer a nuestros seres queridos, a nuestro entorno. Así como los grandes héroes, de incógnitos, sin que se sepa que hemos ayudado a mejorar una situación.

Tú eres el héroe que necesitamos, te pido que dejes esa pasividad para tomar una vida de superhéroe cada día, hasta que tu entorno cambie gracias a ti.

Alex Arriaga