Hablemos de Grooming
¿Qué es el Grooming? ¿Qué tan seria es la amenaza? ¿Qué consecuencias puede ocasionar en nuestros hijos y cuán a menudo ocurre? ¿Cómo reaccionar como padres? En esta nota, te contamos qué herramientas existen en el mercado para acompañar a los más chicos en el uso de las nuevas tecnologías.
Es un término que se utiliza para hacer referencia a “todas las conductas o acciones que realiza un adulto para ganarse la confianza de un menor de edad, con el objetivo de obtener beneficios sexuales”. Se puede deducir que el grooming es un tipo de acoso por parte de los pedófilos y pederastas.
Como tal, el agresor busca persuadir al niño para crear una “amistad”, y de esta manera lograr un acercamiento que le permita obtener imágenes, vídeos con contenido sexual, e inclusive un posible acercamiento físico para abusar sexualmente de la víctima.
El grooming, en primer lugar, estudia a la víctima al conocer cuáles son sus intereses, gustos, actividades, entre otros. Generalmente, el primer contacto se realiza en las redes sociales, y en ocasiones el agresor falsifica su identidad haciéndose pasar por otro menor de edad, lo cual le facilita obtener todos los datos personales del menor, creando lazos de confianza.
Una vez consolidada la relación de “amistad”, el agresor no duda en empezar el acoso sexual, solicitando al menor material pornográfico, o un encuentro sexual. De lograr su cometido, el agresor le pedirá cada vez más imágenes o vídeos que lo satisfacen, y en el caso de obtener en alguna oportunidad un rechazo por parte de la víctima, será chantajeada por parte del agresor con la amenaza de divulgar todo el material que posee e informar a sus familiares sobre la situación.
Con base en lo anterior, una vez publicadas las fotografías, vídeos y otro material de contenido sexual del menor de edad puede afectarlo con el ciberbullying, logrando consecuencias devastadoras a nivel psicológico y emocional a la víctima. Es por ello, la importancia de los padres de mantener una constante comunicación con sus hijos, en la cual incluya las consecuencias y riesgos del grooming y otras prácticas similares, así como la supervisión regular de sus aparatos electrónicos, y de sus redes sociales.
El grooming es visto como un ciberdelito que aumenta con frecuencia. Algunos países ya lo han incluido como un delito en su ordenamiento jurídico, como es el caso de Argentina, Chile, Costa Rica, entre otros. En México, aproximadamente uno de cada siete menores de edad ha pasado por una situación de grooming, siendo considerado como un nuevo ciberdelito que se presenta con mayor frecuencia.
Los groomers (personas que buscan hacer daño al menor) pueden ser hombres y mujeres de cualquier edad y de cualquier nivel económico o social. El grooming puede suceder online o en persona y, en muchas ocasiones, el groomer invierte tiempo considerable durante este periodo de preparación para ganarse la confianza de los niños y sus familias:
- Pretendiendo ser alguien que no es
- Ofreciendo comprensión y consejos
- Obsequiando regalos
- Brindando atención al niño
- Utilizando su posición o reputación profesional
- Llevándolos a viajes, paseos y fiestas
Enseñar y estar alertas para cuidar - Control Parental:
Los expertos recomiendan que los padres acompañen a sus hijos cuando utilizan computadoras u otros dispositivos como tablets, en especial a edades tempranas. En cualquier caso, no siempre podemos estar presentes, por lo que viene bien contar con herramientas como el control parental.
Es conveniente que. como adultos:
- Controlemos y supervisemos el acceso de los niños a Internet
- Concienticemos a los menores sobre los peligros que existen en la red
- Mantengamos un diálogo abierto entre padres e hijos para crear un ambiente de confianza
- Instalemos un antivirus o software de control parental en el ordenador que utiliza el menor para protegerlo ante una situación no prevista
Lejos de querer invadir la privacidad de nuestros hijos, debemos preservar su inocencia, educarlos y prepararlos para que a futuro también aprendan a cuidarse.