Hablemos del Positivismo Extremo
Como coach transformacional, a menudo veo clientes que están constantemente presionados para estar felices y positivos todo el tiempo. Todos los días son bombardeados con mensajes altamente positivos en las redes sociales e incluso se sienten forzados por sus seres queridos, compañeros de trabajo e inclusive por sus jefes. Pero la verdad es que nuestras emociones son complejas y diversas. Está bien sentirse triste, enojado o frustrado a veces. De hecho, permitirnos sentir estas emociones es saludable y necesario para nuestro bienestar mental.
La psicología positiva valora el bienestar y la felicidad, pero también reconoce la importancia de comprender que la búsqueda constante de la felicidad puede no ser realista ni saludable. Abrazar el espectro completo de emociones y crear una vida equilibrada puede conducir a un bienestar más sostenible. Es fácil criticarnos a nosotros mismos por no ser lo suficientemente felices o positivos, pero la búsqueda de una felicidad constante e interminable puede crear expectativas y presiones poco realistas, lo que lleva a sentimientos de insuficiencia, frustración y decepción.
Aquí hay algunas razones por las que la búsqueda constante de la felicidad puede no ser una meta realista a nivel personal:
1. Complejidad emocional: las emociones humanas son multifacéticas e incluyen una amplia gama de experiencias, como alegría, tristeza, ira, miedo y más. Las emociones sirven como valiosas señales y mensajeros, guiándonos a través de los desafíos de la vida y ayudándonos a tomar decisiones importantes. Tratar de ser feliz todo el tiempo significaría suprimir otras emociones, lo que llevaría a la represión emocional y posibles consecuencias negativas.
2. La búsqueda de nuestro propósito: si bien la felicidad es sin duda esencial, la realización de la vida también proviene de encontrar significado y propósito. Participar en actividades significativas, contribuir a los demás y buscar el crecimiento personal son componentes vitales de una vida plena. La búsqueda incesante de la felicidad puede conducir a una existencia superficial centrada únicamente en los placeres momentáneos.
3. Expectativas poco realistas: la búsqueda constante de la felicidad puede crear expectativas y presiones poco realistas. Es normal experimentar altibajos en la vida; estas fluctuaciones son parte de la experiencia humana. La presión de ser feliz todo el tiempo puede generar sentimientos de insuficiencia, decepción e incluso exacerbar los problemas de salud mental.
4. Positividad tóxica: el énfasis excesivo en la positividad puede conducir a una positividad tóxica, que descarta o invalida las emociones negativas genuinas. Animar a las personas a "simplemente ser positivas" puede ser perjudicial, ya que ignora la necesidad de procesar y superar las emociones desafiantes de una manera saludable.
5. Diferencias individuales: las personas tenemos diferentes rasgos de personalidad, circunstancias de vida y factores biológicos que influyen en nuestras experiencias emocionales. Lo que trae felicidad a una persona puede no ser lo mismo para otra. Es fundamental reconocer y respetar las diferencias individuales a la hora de promover el bienestar.
6. Autenticidad y crecimiento: Aceptar los desafíos y contratiempos de la vida puede conducir al crecimiento personal y la resiliencia. Pretender ser feliz todo el tiempo puede sofocar la autenticidad y obstaculizar las oportunidades de aprendizaje y superación personal.
A nivel empresarial estas pueden ser algunas consecuencias de promover un ambiente de felicidad constante:
1. Presión en el lugar de trabajo: las empresas que se enfocan únicamente en crear un ambiente de trabajo "feliz" pueden, sin darse cuenta, agregar presión a los empleados para que muestren una actitud positiva constante, independientemente de sus verdaderos sentimientos. Esto puede conducir a la disonancia emocional, el agotamiento y la disminución de la satisfacción laboral.
2. Ignorar las preocupaciones genuinas: Un énfasis excesivo en la felicidad podría desanimar a los empleados de expresar preocupaciones genuinas o comentarios negativos. En un ambiente de trabajo saludable, la comunicación abierta es esencial para resolver problemas y fomentar una cultura organizacional de bienestar.
3. Valor de la retroalimentación negativa: La crítica constructiva y la retroalimentación negativa son cruciales para el crecimiento y la mejora. Las empresas que enfatizan la felicidad en todo momento pueden evitar abordar los problemas directamente, lo que dificulta su progreso y desarrollo.
4. Bienestar sostenible: el bienestar sostenible en el lugar de trabajo va más allá de la felicidad superficial. Se trata de proporcionar un entorno de trabajo de apoyo e inclusivo, oportunidades de crecimiento profesional, equilibrio entre el trabajo y la vida personal y un sentido de propósito
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Por estas razones y más, es fundamental cuidar nuestro bienestar mental y reconocer el valor de tener un espacio para reflexionar sobre cómo nos sentimos realmente. Está bien no ser feliz o positivo todo el tiempo, y nunca debemos criticarnos por sentir nuestras emociones. Lo importante es aprender a navegar por el proceso, reconocer y respetar nuestras diferencias con amor, comprensión y aceptación.
Aquí algunas prácticas que pueden ayudar:
1. Practica la Gratitud: La práctica diaria de la gratitud es una herramienta poderosa para cultivar un positivismo saludable. Tómate unos minutos cada día para reflexionar sobre las cosas por las que estás agradecido. Puede ser cualquier cosa, desde pequeños momentos de alegría hasta logros significativos. La gratitud nos ayuda a enfocarnos en lo positivo y a apreciar lo que tenemos, lo que a su vez mejora nuestra perspectiva de vida.
2. Cultiva la Resiliencia: La resiliencia es la habilidad para enfrentar los desafíos y recuperarnos ante la adversidad. Enfócate en desarrollar una mentalidad resiliente, creyendo en tu capacidad para superar obstáculos y aprender de las experiencias difíciles. A través del coaching, puedes trabajar en fortalecer tu resiliencia emocional y adaptativa.
3. Sé Amable Contigo Mismo: Practica la autocompasión y la amabilidad hacia ti mismo. Aceptar que todos cometemos errores y que enfrentamos desafíos es parte de la vida. En lugar de ser duro contigo mismo, cultiva una actitud compasiva y amorosa enfocando tu atención en el aprendizaje y el crecimiento que provienen de los desafíos que enfrentas.
4. Encuentra el Equilibrio: Busca un equilibrio saludable en tu vida, incluyendo tiempo para el trabajo, el descanso, el ocio y el autocuidado. El agotamiento y el estrés crónico pueden socavar nuestro positivismo. Alienta a tus clientes a establecer límites claros y a dedicar tiempo para recargar energías y cuidar su bienestar físico y mental.
5. Practica la Mindfulness: La atención plena (mindfulness) puede ayudarnos a estar presentes en el momento actual y a reducir la preocupación excesiva por el pasado o el futuro. Anima a tus clientes a practicar técnicas de mindfulness, como la meditación y la respiración consciente, para mantener un enfoque positivo y equilibrado en su día a día.
6. Celebra tus Logro: Reconoce y celebra tus logros, por pequeños que sean. Tómate el tiempo para valorar tus avances y éxitos, y permítete sentirte orgulloso de tus esfuerzos. Celebrar tus logros refuerza una mentalidad de crecimiento y te motiva a seguir progresando hacia tus metas.
Recuerda, el positivismo saludable no es negar algunas de nuestras emociones, sino abrazar la complejidad de la experiencia humana y utilizar herramientas prácticas para mantener una perspectiva equilibrada y constructiva de nuestro propio sentido de bienestar.
Escrito por la Coach Angela Quiñones Terán, miembro activo de ICF Colombia , puedes seguirla acá
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Mentor en Voz y Neurocomunicación de Alto Impacto | Mentor en Marca Persona (sin L) | Neurocientífico Social | Coach Ejecutivo PCC | Profesor | Cantante y Productor | Autor | PhD Student |
1 añoGenial! Me ha llegado el punto sobre el “Valor de la retroalimentación negativa”. En algunas de las empresas donde tengo activos procesos, el ignorar el feedback constructivo y buscar desesperadamente “estar bien”, ha generado una cultura (curiosamente) cargada de ansiedad y prevención. Gracias por compartir este artículo!