Identificadas las 36 tecnologías necesarias para transformar el puesto de trabajo
2020 se convirtió en el año de la gran migración profesional. Nunca antes se había visto una transformación del puesto de trabajo tan repentina y masiva: prácticamente de un día para otro se crearon cientos de millones de oficinas, lo que provocó un incremento de cerca del 1.000% en la demanda de soluciones de videoconferencias y herramientas de colaboración.
Esta transformación sacó a la luz las deficiencias en seguridad corporativa y en la continuidad de negocio de miles de organizaciones pero también mostró importantes paradojas: peticiones históricas que se consideraban beneficiosas, como el teletrabajo, no han resultado ser tan ventajosas como parecía. Desde el lado del profesional, se habla ya de la fatiga del Zoom, de la pérdida de conexiones espontáneas con compañeros de trabajo, de fronteras difusas entre la vida privada y la profesional (se estima que se ha aumentado hasta en un 40% las horas de trabajo sin un incremento proporcional de la productividad) o de la reducción en la calidad del trabajo.
En muchos casos, el problema más importante del trabajo remoto viene dado por la tecnología, que no responde a las necesidades que se han creado y que resuelve tarde las incidencias de los profesionales que trabajan desde casa. De hecho, los tickets de soporte se han incrementado hasta en un 43% durante el año pasado y hasta el 29% de los profesionales se ha quejado de una conexión poco segura o eficiente. Esto provoca un incremento del nerviosismo, un aumento de las horas de trabajo y una reducción de la productividad. Por su parte, los responsables de equipo tienen que resolver demandas heterogéneas y conflictos que no estaban acostumbrados a vivir.
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La adopción de tecnologías innovadoras, adaptables y flexibles es un aspecto crítico en el éxito para una transición hacia el trabajo en remoto. Por eso, Unisys ha identificado 36 tipos de tecnologías, agrupadas en seis áreas, que son imprescindibles en el puesto de trabajo del futuro y que dan soporte a la transformación del puesto de trabajo desde el punto de vista físico, humano y digital.
En definitiva, las organizaciones deben asegurarse de que cumplen con las tres C en el puesto de trabajo del futuro: Conectividad, Comunicación y Colaboración. Si el trabajo remoto no se lleva a cabo de manera correcta, está demostrado que productividad, eficiencia y cultura corporativa se resienten. Y si trabajar desde casa supone reducir la colaboración espontánea entre compañeros, el daño que puede causar a la organización en términos de ineficiencias operativas, pérdida en facturación o daño reputacional, puede ser insalvable.