IFS Food
Las IFS (International Featured Standards) son normas internacionales de seguridad y calidad alimentaria aplicables a empresas suministradoras de alimentos en fases posteriores a la producción primaria, aplicándose tanto a la producción alimentaria como a la logística, envases, comercio,…
Algunas normas IFS que nos encontramos pueden ser: IFS Food (procesado o envasado de alimentos), IFS Logistic (almacenamiento y/o distribución de productos alimentarios o no), IFS Food Store (Seguridad alimentaria en establecimientos),…
En esta ocasión, quiero centrarme en concreto en la IFS Food. En concreto, esta norma es aplicable a empresas que fabrican alimentos o empresas que empaquetan productos alimentarios a granel. En la actualidad se encuentra en su versión 6.1 que se ha publicado en noviembre de 2017 y entrará en vigor el próximo 1 de julio. Además, a finales de este año está previsto que se publique la nueva IFS Food 7.
La norma IFS Food está estructurada en los siguientes apartados:
- Responsabilidad de la Dirección
- Calidad y sistemas de gestión de la seguridad alimentaria
- Gestión de los recursos
- Planificación y proceso de producción
- Medición, análisis y mejora
- Food defense
Con esta norma se persiguen los siguientes objetivos:
- Establecer un sistema de evaluación común
- Asegurar el suministro de productos seguros
- Reducir costes y tiempos a fabricantes y distribuidores
- Asegurar transparencia y comparabilidad en toda la cadena de suministro
¿Y por qué certificarse en esta norma? ¿Qué beneficios aporta? Entre las ventajas que nos encontramos, destacar las siguientes:
- Facilita el cumplimiento de la legislación aplicable en materia de seguridad alimentaria de los distintos países.
- Ayuda a la implantación de procesos de mejora continua, ya que se integra fácilmente con otros sistemas de gestión o con otras normas de seguridad alimentaria.
- Facilita el control de todas las etapas de producción, reduciendo al máximo los peligros de contaminación, ya que todos los procedimientos e instrucciones técnicas de la empresa se presentan por escrito.
- Reduce costes y tiempos a fabricantes y distribuidores.
- Permite una gestión más rápida de los riesgos para la seguridad alimentaria.
- Supone una diferencia competitiva en el mercado, proporcionando mayor confianza a los consumidores, ya que, entre otras cosas, exige establecer un plan antifraude.
Por otro lado, si nos decidimos por implantar el certificado IFS Food, tenemos que tener en cuenta posibles dificultades con las que nos podemos encontrar:
- Adecuar las instalaciones: tanto la disposición de las salas de proceso como los materiales constructivos tienen que ser adecuados para evitar la contaminación cruzada. Y no sólo eso, la disposición de la maquinaria y el almacenamiento también tiene que ser acorde a lo que indica la norma. Esto puede suponer una inversión considerable para lograr una implantación efectiva.
- Adecuar el proceso productivo: aquí se incluyen los procesos de limpieza y desinfección, los hábitos de trabajo y vestuario del personal, la formación del personal, el acceso a visitas externas, la retira de producto,…