Acciones para abordar riesgos y oportunidades
Para facilitar la integración de los diferentes sistemas de gestión, la ISO (International Organization for Standardization) en las últimas actualizaciones de sus normas está siguiendo una estructura de Alto Nivel, común a todas ellas.
Dentro de esta estructura, nos encontramos en el capítulo 6 Planificación con un punto referente a la gestión de riesgos y oportunidades. Es un nuevo apartado, que se ha incluido en la nueva versión de las ISO 9001:2015 y ISO 14001:2015.
En esta ocasión, me gustaría explicaros a que se refiere este punto 6.1 Acciones para abordar riesgos y oportunidades.
Con la gestión del riesgo se busca realizar una previsión que evite o disminuya los posibles efectos negativos no deseados (riesgos), así como aprovechar los efectos positivos (oportunidades), logrando la mejora continua.
Al introducir este punto, se elimina el de las acciones preventivas, ya que la forma de actuar es similar, tomar acciones para evitar que suceda o disminuir el efecto de algún suceso inesperado.
En general, las normas no especifican una metodología concreta para llevar a cabo estas acciones, pero si hay que considerar una serie de actuaciones para realizar este análisis.
Para empezar, hay que identificar todos los riesgos y oportunidades. Es recomendable que esto lo realice la alta dirección, ya que será quien conozca mejor la situación de la empresa. Para ello, se estudia el entorno interno y externo que rodea a la organización, así como las partes que afecten o sean afectadas por la misma. Dentro de este análisis, se estudian todos los procesos y actividades que lleva a cabo la empresa, requisitos legales, situaciones de emergencia, etc. De este estudio se desprenderán una serie de riesgos y oportunidades que habrá que evaluar.
Una vez identificados, se evaluarán y cuantificarán de forma que se tomen acciones para aquellos más urgentes o graves, pudiendo no tomar acciones para aquellos de nivel bajo.
A la hora de establecer las acciones, habrá que concretar quién es el responsable de llevarlas a cabo y asignar recursos necesarios. Las acciones para afrontar riesgos podrán ser para evitar el riesgo, asumir riesgos, cambiar la probabilidad o las consecuencias, etc. Mientras que para afrontar oportunidades puede ser lanzamiento de nuevos productos, apertura de nuevos mercados, uso de nuevas tecnologías, etc.
Por último, se analizará el resultado obtenido tras las acciones llevadas a cabo para abordar riesgos y oportunidades, concluyendo si son satisfactorias o es necesario desarrollarlas de otra forma.