Intangibles Empresariales en 2024

Intangibles Empresariales en 2024

Intangibles Empresariales en 2024: Claves para Líderes en Sostenibilidad

La gestión de los activos intangibles —como la reputación, la sostenibilidad y el propósito— se ha vuelto clave para que las empresas destaquen en 2024.

Un estudio reciente, “Approaching the Future 2024”, publicado por Corporate Excellence - Centre for Reputation Leadership , nos revela las tendencias que pueden impulsar a las empresas a construir valor y relaciones de confianza con sus stakeholders, incluso en medio de la incertidumbre actual.

Aquí te comparto y explico algo de lo más relevante de este estudio, para que puedas aplicar estos conceptos de forma accesible, ya sea que estés familiarizado con ellos o apenas estés comenzando a explorar este mundo.

1. Reputación: la gran carta de presentación en tiempos inciertos

En un entorno volátil, donde las cosas cambian rápidamente, la reputación se ha convertido en una de las prioridades para las empresas. Hoy, casi la mitad de las organizaciones (49.7%) ya están usando métodos directos para conectar con sus públicos y gestionar su reputación de forma proactiva, no solo esperando reaccionar cuando surgen problemas. Esto significa que, si bien es fundamental que una empresa “haga bien las cosas”, es igual de importante que lo comunique con claridad y transparencia.

¿Por qué importa esto? Porque en momentos de crisis, una buena reputación no solo protege la imagen, sino que puede ser el mejor escudo para superar desafíos, evitando perder la confianza de los públicos que importan.

Clave práctica: Construir una cultura de escucha activa y transparencia que nos permita conectar de verdad con las personas. En otras palabras, más que “aparentar”, se trata de mostrarnos tal como somos y de manera consistente.

2. Propósito: pasar de las palabras a los hechos

Hoy, tener un propósito definido ya no es suficiente. Cada vez más empresas están entendiendo que su propósito no debe ser solo una frase bonita en su página web, sino una guía para la toma de decisiones. Esto implica que las acciones y el comportamiento de la empresa deben reflejar ese propósito de forma auténtica. Y cuando se tiene un liderazgo consciente y comprometido, esa idea se traduce en un motor que impulsa a la organización y le permite mantener el rumbo a pesar de los retos.

¿Por qué importa esto? Porque las personas —ya sean clientes, empleados o inversionistas— buscan conectar con empresas que actúan en línea con sus valores. Un propósito claro y sincero no solo construye lealtad, sino que hace que la empresa sea más atractiva para quienes buscan algo más que un producto o servicio.

Clave práctica: Asegúrate de que cada decisión que tomes esté alineada con tu propósito y que tus acciones lo reflejen. Esto te ayudará a construir una identidad sólida y confiable que los demás podrán ver y apreciar.

3. Sostenibilidad: de la promesa a la acción

La sostenibilidad ya no es un tema decorativo o una tendencia pasajera; ahora está en el núcleo de muchas empresas. Este cambio se debe a que tanto los consumidores como los empleados esperan que las compañías sean parte activa en la solución de problemas ambientales y sociales. Integrar la sostenibilidad en el corazón del negocio ya no es solo “hacer lo correcto”; es una decisión estratégica que puede mejorar la reputación y atraer a personas que valoran estos temas.

¿Por qué importa esto? Porque hoy en día, los problemas ambientales y sociales son tan grandes que no podemos ignorarlos. Las empresas que realmente se comprometen con la sostenibilidad tienen una ventaja competitiva que, además de atraer a nuevos clientes, refuerza la fidelidad de los que ya tienen.

Clave práctica: Identifica cómo tu empresa puede contribuir de manera realista y positiva a los objetivos de sostenibilidad y comunícalo de forma transparente. Esto refuerza la percepción de que tu compromiso es genuino y no solo una estrategia de marketing.

4. Comunicación: el puente entre propósito, sostenibilidad y reputación

Para que estos compromisos se conviertan en una ventaja, hay que comunicarlos bien. La comunicación eficaz es la que conecta a la empresa con sus públicos de una manera honesta y comprensible. El estudio señala que la comunicación es uno de los aspectos más trabajados en la estrategia empresarial, y con razón: es la herramienta que permite transmitir el propósito, el compromiso y los avances en sostenibilidad de forma clara y coherente.

¿Por qué importa esto? Porque en un mundo cada vez más digital e interconectado, comunicar lo que hacemos (y cómo lo hacemos) no solo construye confianza, sino que evita confusiones y malentendidos. Además, quienes se sienten informados y conectados con una empresa suelen ser los más leales.

Clave práctica: Desarrolla una estrategia de comunicación que sea auténtica y accesible, adaptando los mensajes a las diferentes audiencias. Esto facilita que los stakeholders comprendan y valoren el impacto de la empresa.

5. Inteligencia Artificial: un cambio que promete y desafía

La IA, especialmente la IA generativa, está transformando la manera en que las empresas se comunican y gestionan su información. Aunque esta tecnología permite personalizar y agilizar muchos procesos, también plantea riesgos, como la posibilidad de desinformación o la pérdida de transparencia. Implementar la IA con responsabilidad y mantener controles éticos es fundamental para aprovechar sus beneficios sin comprometer la credibilidad.

¿Por qué importa esto? Porque, si bien la IA puede ayudar a que las empresas lleguen más lejos, también es cierto que puede causar daño si se usa de forma irresponsable. Las empresas deben considerar no solo qué pueden hacer con esta tecnología, sino qué deben hacer para asegurar que su uso sea ético.

Clave práctica: Aprovecha la IA para mejorar la comunicación y la personalización, pero establece políticas claras que aseguren la transparencia y eviten problemas éticos. La responsabilidad es clave para no perder la confianza del público.

Para cerrar: cómo entrelazar estos conceptos para lograr la excelencia empresarial

La reputación, la sostenibilidad y el propósito no son temas separados. Cuando una empresa realmente los integra, se crea un círculo virtuoso donde cada aspecto refuerza al otro. Este enfoque no solo permite a las organizaciones diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo, sino que también construye una base sólida de confianza y resiliencia.

Claves para la acción:

  1. Gestión proactiva de la reputación: Construir confianza requiere coherencia, transparencia y un esfuerzo activo para mantener buenas relaciones con los públicos.
  2. Propósito alineado con decisiones: No es solo una frase bonita, es un camino a seguir. Mantenerlo presente en cada decisión genera una identidad fuerte.
  3. Sostenibilidad integrada: Alinea tus metas de sostenibilidad con tu estrategia central y demuéstralo con hechos, no solo con palabras.
  4. Comunicación honesta y efectiva: Comunica lo que haces de forma clara y accesible. Hazlo en los canales que mejor conecten con tu audiencia.
  5. Uso responsable de la IA: Aprovecha la tecnología, pero sé consciente de sus riesgos y mantén la ética al frente.

Si eres un líder en sostenibilidad, aplicar estos principios te ayudará a conectar más y mejor con tus públicos, construir una empresa resiliente y mantenerte al frente en un mundo que valora cada vez más lo auténtico y lo ético.


Si este contenido te pareció interesante y relevante para tu trabajo, te invito y recomiendo a conocer más en profundidad Approaching the Future 2024


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