La Amistad y su trascendencia en la vida de las Personas.

Los seres humanos somos eminentemente sociales, es decir, interactuamos unos con otros, ya que al ser individuales poseemos características que nos hacen distintos de otros, lo que da lugar a la diversidad; al ser distintos con frecuencia buscamos la oportunidad, de tener la parte que nos hace falta, dando lugar a la complementariedad.

Recientemente se dio la oportunidad de interactuar con Personas, que debido a distintas circunstancias, entre ellas la pandemia, hizo que la relación se llevara de una forma distinta: menos frecuencia en la interacción directa, una serie de cuestiones que llenaron el tiempo que normalmente se da a la cercanía, por otro lado, miedos y preocupaciones propias de las condiciones de vida totalmente nuevas y diferentes: el hecho de trabajar donde se vive y vivir donde se trabaja, nuevos protocolos de interacción social, de higiene y de seguridad, entre otros.

¿Qué implica la amistad?

La amistad es la muestra afectiva de una interacción humana, que fundamentada en valores comunes como el respeto, la lealtad, la solidaridad, la incondicionalidad, la sinceridad, el cariño y el respeto hacen que la intención humana favorable prevalezca sobre las condiciones que pudieran influir negativamente.

Es importante reconocer que la frecuencia de la interacción influye, por mucho de forma positiva, sin embargo, cuando la oportunidad de interactuar se da a pesar de la distancia o del tiempo, se consolida lo que la amistad implica, ya que el interés común prevalece como elemento reforzador y articulador.

La afectividad que existe entre las Personas se fundamenta en la afinidad que se da entre ellas, dando lugar a condiciones favorables, placenteras y felices que incrementan la confianza y la estima, tanto personal como interpersonal.

Llevar a buen puerto una situación no favorable es por mucho más fácil, cuando se cuenta con el apoyo incondicional de otra(s) Persona(s), la situación mejora con acciones como la escucha, el entendimiento, el apoyo, el respeto y el intercambio de puntos de vista orientados a desarrollos favorables.

La amistad puede ser considerada como valor humano, ya que como se mencionó con anterioridad las Personas somos eminentemente sociales, por lo que la interacción humana se desarrolla tanto a nivel grupal, de equipo y a nivel familia en donde unos dependen o codependen de otros y al tener enfoques comunes se refuerzan las intenciones y en consecuencia las acciones y las interacciones.

En este momento circunstancial, se apreció lo que la amistad implica y sus repercusiones en la vida de las Personas. Cito como ejemplo una comida después de más de dos años, en donde la reunión se llevó a cabo como si nos hubiéramos visto la semana pasada, otro caso con amigos que nos recibieron en su casa después de más de cinco años de no vernos debido a cambio de residencia o bien el interactuar con otro debido a una condición de salud en casa a pesar de la distancia.

Ahora bien ¿A dónde se quiere llegar cuando se habla de la amistad? Al nivel de reflexión en donde al tener amigos lo relevante es conservar y desarrollar esa interacción desinteresada, de beneficio y crecimiento mutuo a pesar de las aparentes adversidades, buscando condiciones que refuerzan y desarrollan a la Persona como consecuencia de una interacción efectiva y bien enfocada.

La reflexión es: ¿Qué tanto interés muestras por la amistad?