LA ASOCIACÓN ENTRE LA OBESIDAD Y LA APNEA OBSTRUCTIVA DEL SUEÑO  (AOS) COMO UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA
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LA ASOCIACÓN ENTRE LA OBESIDAD Y LA APNEA OBSTRUCTIVA DEL SUEÑO (AOS) COMO UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA

La obesidad es una pandemia que se presenta en todos los grupos etarios y con tendencia a aumentar con la edad. La obesidad es una consecuencia directa de la modernidad. En un reporte de estudios de 200 países en alrededor de 19.2 millones de adultos participantes, se estima tener una prevalencia del 18% en hombres y superará el 21% en mujeres para el año 2025 (Lancet. 2016; 387: 1377-96).

En el Perú, la prevalencia es mayor en la población adulta, seguida del grupo escolar, pre-escolar y adolescente. El diagnóstico de obesidad se hace con el índice de masa corporal (IMC) de >= 30 Kg/m2. La obesidad en la población masculina fue del 13.8% y en la población femenina del 23.3%. La obesidad en el área urbana es 27.1% y en el área rural es 12.7% (ENAHO 2013-2014). La obesidad mórbida (IMC >= 40 Kg/m2) tiene una prevalencia de 0.4% en la población masculina y 1.2% en la población femenina (Salud y Bienestar. 2015; 38: 20-7). Las razones de un incremento en la obesidad son variadas incluyendo las dietas afluentes (ricas en grasas saturadas, azúcares, sal y pobres en fibra) causando un balance positivo (la ingesta es mayor que la pérdida), pobre actividad física (la cual ha ido disminuyendo de manera preocupante a través de los últimos 50 años), los trabajos actuales que demandan cada vez menos pérdida de energía, y estilos de vida que afectan de igual manera a nuestros hijos (uso de la TV en los hogares que los exponen a publicidad de alimentos usualmente no saludables, video juegos que sustituyen a la actividad física) llevando a la población al sedentarismo. Si se agrega el consumo de alcohol y tabaco, tenemos todos los factores de riesgo de mortalidad con la aparición de enfermedades emergentes además de obesidad como resistencia a la insulina, síndrome metabólico, diabetes mellitus tipo 2, hipertensión, dislipidemia, y algunos tipos de cánceres (An Fac med. 2017; 78(2):73-79). Todo eso conlleva a un incremento en los costos de servicio de salud (medicamentos, hospitalizaciones, consulta ambulatoria, evaluación por emergencia) como también compromiso del rendimiento laboral afectando la productividad, incremento del ausentismo, accidentes laborales, e incremento del seguro de salud para cubrir el tratamiento de condiciones médicas crónicas.

Se debe hacer notar que el Colegio de Nutricionistas del Perú (CNP) informó que la población peruana subió 7.7 kilogramos en promedio durante la pandemia Covid-19. Las principales razones fueron el sedentarismo y la ingesta de alimentos altos en calorías sin considerar que ya existía un serio problema de sobrepeso en el país antes de la pandemia que se estimaba en aproximadamente el 70% de la población adulta (Gestión, 11/05/2021).

Al discutir sobre obesidad, existe una correlación lineal con la AOS. Los depósitos de grasa que se acumulan en el tracto respiratorio ocasionan una estrechez de la vía aérea, disminución en la actividad de los músculos ubicados en la vía aérea superior, generando episodios de pausas en la respiración (apneas) con caída en el porcentaje de saturación de oxígeno en la sangre (hipoxia), que resulta en el desarrollo de la AOS. El aumento de peso en personas con sobrepeso y obesidad actúa de manera directamente proporcional en el aumento de severidad de la AOS. Las personas obesas que sufren de AOS reportan el doble de problemas subjetivos de sueño que las personas no obesas así como menos horas de dormir (< 7 horas), dañando así la calidad de sueño. Esta situación puede incrementar el riesgo de depresión mayor. Las personas con obesidad sufren igualmente de desbalance hormonal que causa disminución en la producción de melatonina alterando de esta manera el ritmo circadiano metabólico y predisponiendo a la ganancia de peso y síndrome metabólico. Existe el desarrollo de resistencia a las hormonas leptina e insulina en personas con obesidad. Ambas hormonas son importantes para disminuir el requerimiento de comida y para incrementar el metabolismo energético. La privación de sueño lleva a una mayor liberación de la hormona grelina del estómago estimulando el apetito e incrementando al aumento de peso. Los factores que predisponen a la obesidad, como la privación de sueño e ingesta calórica excesiva incrementan el riesgo de diabetes y otros componentes del síndrome metabólico. La AOS predispone a un incremento en el riesgo de accidentes de tránsito además de reportar fatiga, somnolencia, ansiedad, y pobre concentración. La prevalencia de AOS en la población general es de 3% a 7% en hombres y 2 % a 5% en mujeres. Esta prevalencia es mayor en la población que sufre de obesidad llegando aproximadamente al 77% en candidatos para cirugía bariátrica. La prueba del sueño (polisomnografía o poligrafía respiratoria) es recomendada en toda persona candidata para la cirugía bariátrica para descartar AOS (Sleep Med Disord. 2017; 1(4)).

El tratamiento estándar para la AOS es la terapia de presión positiva en las vías respiratorias (PAP por sus siglas en inglés). La respuesta a la terapia con resolución de los síntomas (ronquido, fatiga, somnolencia) en la mayoría de casos es exitosa. La persona con AOS en terapia PAP debe seguirse cercanamente con el médico especialista en medicina del sueño para confirmar la mejora de los síntomas y considerar cualquier ajuste necesario en la terapia si no fuera el caso. Sin embargo, todos nosotros debemos también ocuparnos de nuestra salud con otras medidas igual de importantes para lograr un sueño de calidad. Paciente y médico tratante deben trabajar en equipo para empezar con pequeños pasos el poder dormir mejor. Para comenzar, tener un horario regular al acostarnos y al despertarnos cada día y se agrega el dormir por lo menos en promedio 7 a 9 horas por noche (para adultos), evitar alcohol y tabaco, evitar bebidas con cafeína por lo menos 6 horas antes de acostarse (riesgo de tener problemas de quedarse dormido), ejercicio regular que podría ser al comienzo con caminar 30 minutos al día, dieta saludable (evitando comida alta en azúcares y rica en grasa), y compartir estos consejos para mejorar nuestro dormir con nuestros seres queridos para que todos mejoren y logren un mejor sueño. Así llegaremos a incluir a nuestra pareja e hijos brindando una mejor relación entre todos con buenos hábitos de sueño. Es un proceso que toma tiempo pero con la vida actual y la pandemia de obesidad ya entre nosotros, el tomar estar medidas va a permitir a la larga cuidarnos y al mismo tiempo a nuestros seres queridos. Si igual tuviera dudas, contacte a su médico tratante para que le pueda responder sus preguntas y guiar en los pasos que necesite para mejorar y poder lograr un BUEN DORMIR CON UN SUEÑO REPARADOR.


 

Jenny Ferreyra Pereyra

Enfermera Polisomnografista / Enfermera - Colegio San Pedro

3 años

Una recomendación adicional sería el evitar estímulos que retracen el inicio de sueño, evitar tener un televisor en la habitación, apagar celular y desconectarse de las redes sociales. Debemos acostumbrarnos que la habitación es solo para dormir o tener vida marital más no para trabajar o comer en ella .

Alfredo Alva Lizárraga

Cybersecurity Expert | Information Security | Ciberseguridad | Innovación | Seguridad de la Información | Diseño e Implementación de Estrategias de Seguridad | Auditorías de Seguridad | Liderazgo | Gestión de Equipos

3 años

Excelente artículo Doctor Bazán...responde a muchas dudas personales pero de un modo súper entendible..

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